__________ Como ladrones
¿Y si fuera verdad lo de las alas de mariposa? Digo que un batir de alas de una pequeña mariposa en Australia provocara una tempestad en Noruega… ¿Si fuera en verdad el sacrificio de Aminetu Haidar en el aeropuerto canario, su muerte en directo para todo el mundo sin conmover el corazón de duro pedernal del Rey de Marruecos, si fuera también un batir de alas de una pequeña mariposa del Sahara, en dónde se produciría la temible tempestad de arena? ¿Lo de Gibraltar, ha sido otro batir de alas de mariposa? ¿El maremoto tuvo lugar en el café con leche de media mañana del ministro Moratinos o en el té de las cinco del canciller inglés? Hay quien nunca descansa. En la Sagrada Escritura se atribuye a los ladrones esta cualidad, explicando la venida del Hijo del Hombre, lo que ocurre es que el Hijo del Hombre vendrá con gloria en el día del Juicio Final y, en efecto, como ladrón que no avisa. Pero ni un minuto antes. Por eso Aminetu se muere delante de todos, de todo el mundo, si conmover el duro corazón del Rey de Marruecos. Porque, que sepamos, no ha llegado el tiempo del fin, no se ponen de pie las palabras de la Revelación.
No, no quiero acudir a una prédica para esta escatología de Moratinos y Rubalcaba pidiendo disculpas al premier de la Roca por la persecución de unos presumibles narco traficantes que se refugian a toda prisa en Gibraltar, que siempre ha sido refugio de contrabandistas. Ni siquiera a lo de Aminetu, cuya muerte en directo estamos viendo en todos los telediarios: “Has de saber que en los últimos tiempos se presentarán situaciones difíciles. Los hombres será egoístas y codiciosos, fanfarrones y arrogantes (…)”, se dice en la Segunda Carta a Timoteo. Todos los hombres es el Rey de Marruecos, inconmovible, con las garras de águila bien sujetas a la roca que habita debajo de la arena del Sahara. Por eso Aminetu no debe morir y alguna vez los Estados deberán subordinar sus razones de Estado a la limpia declaración de amor a una tierra que ejemplifica esta mujer tan bella que en un aeropuerto canario está representando la escena de la condenada en el corredor de la muerte, a la que le llega la hora de la inyección letal, la cámara de gas, la sillá eléctrica y todas las formas no sutiles de morir, de que te maten.
A perro flaco todo se le vuelven pulgas. España tiene la voz muy débil y el bíceps muy flaco para golpear una mesa o dar un grito, ni siquiera hablar recio. Por eso hubo cada vez más marroquíes en Atocha y más chulería en las aguas que Gibraltar desea para completar lo robado. Recordemos al poeta: Castilla miserable, etcétera.
Diario de Cádiz
El Pinsapar
2010 12 10_
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