sábado, 26 de diciembre de 2015

Česká mše vánoční /Jakub Jan Ryba


Česká mše vánoční o Misa de Navidad Checa es una obra compuesta en 1796 por Jakub Šimon Jan Ryba, autor también de la letra, y que se ha convertido en el símbolo navideño por excelencia del país. El 26 de diciembre, día de San Esteban, al que dicen Segundo Día de Navidad, es igualmente festivo y aquél en el que se puede disfrutar en muchos rincones de Bohemia de la Česká mše vánoční, conocida también por Missa pastoralis bohemica.


Maravilla...












viernes, 25 de diciembre de 2015

Día de la Navidad, felicitación


San Juan 1,1-18_


Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.
Al principio estaba junto a Dios.
Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe.
En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron.
Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan.
Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
El no era la luz, sino el testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre.
Ella estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de ella, y el mundo no la conoció.
Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron.
Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios.
Ellos no nacieron de la sangre, ni por obra de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino que fueron engendrados por Dios.
Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él, al declarar: "Este es aquel del que yo dije: El que viene después de mí me ha precedido, porque existía antes que yo".
De su plenitud, todos nosotros hemos participado y hemos recibido gracia sobre gracia:
porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo.
Nadie ha visto jamás a Dios; el que lo ha revelado es el Hijo único, que está en el seno del Padre.

jueves, 24 de diciembre de 2015

IN MEMORIAM_Kurt Masur (1927 - 2015)


El director de orquesta alemán Kurt Masur, enfermo de Parkinsosn hace años, ha falleciodo cumplidos 88 años. Formado en Leipzig, su primer cargo relevante fue en la Filarmónica de Dresde, trabajó también en la Komische Oper de Berlín y nombrado Kapellmeister en la Gewandhausorchester de Leipzig. Fue director musical titular de la Filarmónica de Nueva York, de la que terminó siendo Director Emérito. Entre los años 2000 y 2007 fue Director Principal de la London Philharmonic Orchestra, compaginándolo con el cargo de Director titular de la Orquesta Nacional de Francia.

Un alemán cosmopolita, un músico excepcional en su delicadeza, en su entrega... la Música...

martes, 22 de diciembre de 2015

El Pinsapar / DESPUÉS DE LA BATALLA


________ Después de la batalla

Lo están diciendo y casi ni ha empezado a correr el reloj: Nuevas elecciones. Para lo mismo, creo yo. Porque la Ley Electoral no da más de sí. Si nuevas elecciones todo volverá y puede que para peor. O sea, más fragmentación, más división, más abstención. Le llaman pluralismo, que queda muy fino. Más de lo que hay. Si lo que hay resulta inconveniente o perjudicial. Salvo que la llamada al diálogo, el pacto y la negociación hagan buena a la ley electoral y la variedad sea riqueza en vez de estos fantasmas. Con relación a la unidad nacional, el derecho a decidir de unos contra otros, los grandes asuntos que nos afectan a todos. A todos. ¿Se interpreta así lo que hemos votado los españoles? Taumaturgos y demiurgos nos esperan, huyamos despavoridos. De ellos y de serlo nosotros mismos. Venimos de una historia lejana y todo lo sucedido ha coincidido con la fosa común excavada en Puerto Real. Decenas de fusilados en los años del plomo, el odio, la guerra civil. Sus huesos nos interpelan, gritan. ¿Es que entonces no fue realmente posible la convivencia, la concordia, la unión de los españoles?

Todos deberíamos mirar con mucha atención esa superficie de huesos esparcidos en la tierra, ahora exhumados con sumo cuidado por los arqueólogos forenses. Anónimos, desaparecidos para siempre. Cada uno con su afán, sus ideas, sus sueños arrebatados por una descarga. El horror ha aparecido pero siempre estuvo allí, siempre ha estado en donde se produjo, bajo la tierra donde se produjo. La violencia extrema tiene eso, la vemos en los incalificables crímenes del terrorismo islámico, la yihad. En todos los crímenes entendidos desde una política que persigue nuestra anulación, que nos volvamos a poner la piel de los esclavos para volver a ser esclavizados, atemorizados, silenciados, deshumanizados. Vencidos.

Acaba de ponerse en marcha el reloj de lo que hemos votado los españoles el domingo. ¿Cómo se hace? Quiero decir: ¿Habrán aprendido todos de una vez que los votos son nuestros, de los votantes, que los damos y los quitamos sin mayor problema? Es ese momento en el que uno pone una papeleta en un sobre y lo deposita en una urna el momento definitivo. Ya luego el ahora, este paisaje después de la batalla. Me han preguntado, ahí está la respuesta. Es la Democracia. El gobierno del pueblo, para el pueblo. Que ahora llaman la gente, nosotros.

A batallas de amor, campos de pluma. Lo dejó escrito Góngora en sus Soledades. No todas las batallas deben ser sangrientas, quizás quiso decir. Esta batalla de urnas deberían dejar una España más unida, próspera y justa. Deseo.

Diario de Cádiz
El Pinsapar
2015 12 22_


'El tamaño del corazón'_ UNA CRÓNICA DE JULIO SANPALO

El sentimiento mejor tratado
El autor isleño Enrique Montiel presenta en la Casa Pemán su última obra, 'El tamaño del corazón' (Ediciones Mayi), rodeado de amigos


_____________ Escribo, rememoro, revivo. El escritor Enrique Montiel ha parido, casi sin ser consciente de ello, una enciclopedia del sentimiento encapsulada en 32 relatos llenos de memoria que dan fe del tamaño de su corazón, porque sin memoria nada existe. De ahí salen las verdades que comparte a través de la literatura y ahí regresan envueltas en afectos como los entregados ayer tarde por los asistentes a la presentación de su más reciente creación.

El autor isleño se rodeó, en la Casa Pemán, de amigos y familiares, sus anclajes más cercanos, para dar a conocer a un retoño literario que en palabras de uno de los padres de la Constitución del 78, José Pedro Pérez-Llorca, supone "un tratado de la educación sentimental", muy íntimo, donde los sentimientos son mejor tratados aún y que entronca con Flaubert, los inicios del realismo mágico o sus maestros, Luis Berenguer y Alfonso Grosso. Una no biografía de sus recuerdos con firma de gaditano de pro.

También es El tamaño del corazón, obra "esmeradamente publicada" por Ediciones Mayi, la "revelación de Montiel como un maestro de la buena escritura, del estilo y el magnífico manejo del idioma". Relatos que emergen como el color en la pintura, en leves pinceladas, casi imperceptibles en los primeros parpadeos aunque esenciales para aprehender la totalidad de su esencia. "Su técnica es la del mosaico, no se ve el trazo pero están las manchas de color, los relatos", explicó Pérez-Llorca.

Evoco, recreo, creo. En este libro, Enrique Montiel desnuda su alma sin protagonismos, escucha con tino las historias que le circundan y las plasma desde la nostalgia, el amor e, incluso, la muerte. Desde una primera pieza, La casa de Almendros Aguilar -paraíso perdido donde se había instalado la felicidad-, con "clara vocación de novela", hasta el que da título al libro, de "un lirismo extraordinario, escrito desde el corazón", tan humano, tan dubitativo y real que "me conmueve", recalcó en el acto el periodista Fernando Santiago.

Toda una declaración de amor, también, por sus vástagos, Enrique y María del Carmen, por su padre de juventud arrebatada, al que "le pasó por encima España como una trilladora" debido a la sinrazón de la guerra, por los olores de la infancia, por su pasión hacia la música, el simple placer de guiar la pluma con cadencia de latido... La "experiencia sentimental de un hombre maduro, biencasado y buen padre de familia" con la que Montiel "se autoafirma" con un "talento inabarcable" y un "pundonor siempre presente en su persona y literatura", expresó Pérez-Llorca. Una pluma pulcra heredera de lo mejor de nuestras letras contemporáneas. "Soy el último que queda, el epígono de ese grupo de escritores como Caballero Bonald o Fernando Quiñones que entendieron que la literatura era escribir bien", afirmó el también biógrafo de Camarón de la Isla.

El tamaño del corazón compendia, si eso es posible, más de una década de trabajo interior, de búsqueda de nuevos horizontes expresivos de su autor. Para Enrique Montiel "la literatura no es una cadena de montaje" y a imagen y semejanza de las grandes obras que hace grandes a sus autores, como Pedro Páramo, cree firmemente que "el verdadero artista sólo está en lucha consigo mismo. Escribo para mí y mis amigos. Es la moneda con que se pagan todas las horas de trabajo", confesó el autor.

Amar es compartir y partir de lo cotidiano hacia lo universal. Con esta obra Enrique Montiel ha constatado que "sólo amando se ama más. Cuanto más amor das, más grande es tu capacidad de amar". El isleño se siente querido, sin duda, y ha querido compartir con los que siguen ahí "un libro secreto sobre el amor porque más allá del sentimiento humano" -y sus diversas manifestaciones- no hay nada". Éste ha visto la luz por la insistencia de su hijo y también escritor Enrique Montiel de Arnáiz. "Me presionó para que lo publicara y fue lo mejor que hice", confesó.

Esta vuelta al negro sobre blanco de Enrique Montiel ha sido una acertadísima decisión, como pudo comprobarse en la sala repleta de público de la Casa Pemán, o en la amistosa oda que Fernando Santiago le dedicó al protagonista del acto: "Sólo he presentado dos libros en mi vida. No vengo aquí ni por experiencia ni por conocimiento, sino por una amistad", que sobrepasa ya las tres décacas.

Y acertada y precisa además es la colección de relatos titulada El tamaño del corazón por constituir una creación que encierra un valor en sí misma: el de la literatura como forma de vida. Para José Pedro Pérez Llorca el lector que se acerque a un libro como éste "gozará con la pasión, se conmoverá con la compasión y sufrirá con el pathos, pero no se aburrirá".

_____ Julio Sanpalo
 14 Diciembre 2015
                                                                                                                                    
                                                                                                                        

lunes, 21 de diciembre de 2015

Calle Real / LA ALEGRÍA DE VOTAR




















________ La alegría de votar

Estas palabras ya las he escrito otras veces. Cada domingo electoral. Porque siempre se me superpone la imagen de mi primer domingo electoral al del día. Llevé a Enrique de la mano, que no entendía nada, naturalmente, pero yo quería que tuviera esa imagen primera, la imagen de la gente que pacíficamente, voto a voto, hace la vida de España. Enrique hoy llevará a Claudia y a Rodrigo de la mano cuando vaya a votar. Entre ambas imágenes más de 30 años. Y los recuerdos de otros lapsos históricos, muy largos, larguísimos. Sobre todos de los dos últimos siglos. Porque han sido tantas contiendas civiles, tantos desencuentros, tanta odio y tanta sangre…

Hoy nos dicen que España se juega mucho en la votación. Puede que sea verdad. Pero no es una apuesta a vida o muerte, es finalmente que unos sustituyan a otros. En los partidos que ganen o pierdan, por ganar o perder, en el conjunto de la representación. Finalmente somos habas contadas, que se suele decir. Todos los votos cuentan y a todos nos afectará de un modo u otro lo que resulte. Pero siempre será importante el que vayamos todos, o el mayor número posible. Más que nada porque no será nunca lo mismo lo que surja de una urna española llena a rebosar de sobres con el voto dentro que una menguada marea, una red escasa.

Tan cerca la Navidad, sí, puede que nos traiga la imagen de un nacimiento esta elección, el nacimiento de una nación más unida y que está decidida a aprender de sus errores para que nunca más vuelvan. Digo lo centrífugo, digo la corrupción, la violencia política, digo lo que significa el mérito y la capacidad, esos valores republicanos de Francia sobre los que se construyó una Nación de Libertad, Igualdad y Fraternidad.

Los recuerdos que cuentan son los recuerdos que tienes, nadie puede extraer de los recuerdos de otros el impulso que necesitan. Hay que contar con ello. Por eso te digo que llevé a Enrique a esa votación inaugural que expresaba que algo iba a cambiar en España para siempre, o para mucho. Exactamente como hoy, como este domingo de alegría que es cada domingo de elecciones. En los que libremente nos acercaremos a la urna con un sobre con nuestros deseos, sea la elección entre lo malo y lo peor, lo bueno y lo menos bueno, entre estos y aquellos. Y que la vida va a seguir y nuestro deseo es acertar con lo mejor, lo más conveniente, lo menos malo. Y seguir adelante. Porque aquí no termina todo, empieza otro cómputo. Se abre otro paréntesis en definitiva.

Y el próximo jueves las familias reunidas en torno a una cena celebrarán y conmemorarán el Nacimiento de Belén. Será una vez más como un bautizo del que saldremos más buenos, estaremos más unidos y obtendremos un poco de felicidad. Que es exactamente lo que os deseo, lectores amigos. Con mucha salud.

Diario de Cádiz
La alegría de votar
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martes, 8 de diciembre de 2015

Calle Real / EL AÑO QUE VIENE

















_________ El año que viene

No lo digo porque sea tiempo de recapitulación o de abrir nuevos capítulos, lo digo porque me ha inquietado un amigo que me ha dicho con profunda convicción que el año que viene va a ser malo. De cojones. Puro apocalipsis. Las deudas municipales alcanzarán techos insoportables, no habrá para nada, la acción política se ralentizará hasta pararse. Y el 20 de diciembre no traerá nada bueno. En el sentido de lo que resulte de los pactos. Porque todos hablarán de diálogo pero será un diálogo de sordos o de trágala. Pobre España, en resumen.

Es una opinión, claro está. Pero no es tanto la opinión cuanto la convicción lo que me ha inquietado. Si alguien te dice convencido que algo va a suceder, te paras y lo consideras. Así debió haber sido el lenguaje de los profetas. O de los que hablaban por orden de Dios. Como cuando las siete plagas de Egipto. ¿Habrá siete plagas para España? ¿Qué Dios las mandará? ¿Qué plagas serán finalmente?

Ya estamos en Babel, de algún modo. Porque si me hablan de diálogo pero lo que me dicen no tiene nada que ver con lo que yo digo ni lo que yo quiero tiene que ver con lo que otros quieren, ¿de qué hablamos? Es como esas inmersiones que se han venido haciendo… contra los otros. Puro Babel, que como nos enseñó la Biblia fue un castigo más que una riqueza. El castigo de la incomunicación, el castigo de la incomprensión. Que nos convirtió en extraños unos de otros. ¿Le doy importancia a lo que no la tiene? Verdaderamente vamos del no pasa nada a este apocalipsis de mi amigo, el año que viene va a ser malo. De cojones.

Lo que creo es que hay que pararse un poco, echar una pensada. Porque así no funciona esto. Y habrá que hablar, pero para llegar a un acuerdo. El acuerdo necesario para vivir, para convivir. Y remediar lo mal hecho, lo injustamente concebido.

Con relación al capítulo de deudas y demás disparates y excesos, pues mucho más necesario el acuerdo. Y las normas que lo hagan inviable. Endeudarse, quiero decir. Hasta un límite superior al soportable. Para que no ocurra lo que ocurre en algunas ciudades en las que el principio activo fue, como sin duda recordará el amable lector, "hagamos lo que debemos aunque debamos lo que hagamos". Desmontable fácilmente con el ¿por qué debemos hacer lo que hacemos? Hagamos lo que debemos y podamos pagar (aunque sea en cómodos plazos). Es que una deuda infinita lo primero que luego quiere el populismo es decir que es ilegítima y exigir una quita. Que sea realmente legal, o ilegal. Para que no lleguemos ahí, a esta cosa vaporosa e inconcreta.

¿El año que viene? Desmintamos el apocalipsis, hagamos posible el diálogo fecundo. Y el día 20 cada uno vote libremente. Y a seguir trabajando por La Isla, Andalucía, España y la Humanidad.

Diario de Cádiz
Calle Real
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viernes, 4 de diciembre de 2015

JUAN MENA ESCRIBE DE MI 'CALLE COMEDIAS'




















________ Libros recuperados

Siempre es gratificante asistir al nacimiento de un libro; más todavía si es premiado y sale a la luz agradando y convenciendo a un significativo número de lectores. Conocí Calle Comedias durante su gestación, digámoslo en un lenguaje plástico, y desde los inicios me quedé sorprendido por la evidente capacidad de Enrique Montiel para emprender la fabulación de una realidad efímera, acontecida en una calle con sus vecinos conocidos y participantes de un acontecimiento que se desarrolla un ambiente popular. En principio, si tuviésemos que establecer un paralelismo entre el carácter de su autor y el tema y la estructura de la obra, veríamos de inmediato una reciprocidad innegable.

Todo ese mundo abocado a la calle que vertebra la novela no es gratuito por parte del novelista, sino que ello nos aporta una credencial de la psicología del creador: la procesión de la Cofradía de Nuestra Señora de la Caridad subiendo la calle Comedias de la Isla de San Fernando, la noche del Martes Santo, el bullicio anónimo y el entrecruzamiento de personajes y situaciones vitales de cada uno de ellos o de sus familias en distintos tiempos no lineales que configuran la visión de un mundo determinado con sus costumbres, sus caracteres y sus fraseologías.

Cuando he dicho que hay un paralelismo entre el autor y la obra he querido decir que los valores sociales y estilísticos de la novela no han sido en absoluto inventados -ni falta que hacía-, sino que la narración es un producto suministrado por la misma realidad y captado por el hombre que hay dentro del escritor. Pero ese contenido no está tratado asépticamente. El autor trata a sus personajes con una gran ternura: desde el entusiasmo de los cargadores -Zaragoza, Campillo, Pepe el mellao…-, pasando por la problemática diaria de la pobreza y las miserias humanas -Maruja Botana y su madre, Diego Sánchez, Carmelita Santos…-, o por la caracterización de personajes de barrio -Olegario Carmona, el maestro Zambrana, Pulido, Ramiro, el poeta que escribe para las chirigotas- hasta un atisbo de las inquietudes cofrades, representadas por Juanini, sin olvidar la palpitación política con su eterna alternativa de izquierdas y derechas -Esteban Lago, Joaquín Rodríguez-, ni las referencias taurinas -Rafael Ortega, Ruiz Miguel, Emilio Oliva, Paquirri-, todas ellas en torno a Bernardo Alonso.

¿Por qué esta nómina exhaustiva de gente que pasa por las páginas de la novela como un aluvión humano de anécdotas y circunstancias?

Parece como si el autor hubiese querido crear un movimiento incesante de individuos y lugares para darnos la impresión de una vida que hierve de pintoresquismo.

Pero nada más lejos de ser una novela costumbrista. Enrique Montiel ha logrado unificar unos matices que componen un precioso cuadro en el que todos los que deambulan por él con las variadas temáticas de sus experiencias cotidianas convergen en un núcleo -la subida de la Caridad por la calle Comedias con su tradicional ceremonia cofradiera- de manera que podríamos pintar un círculo en el centro de un plano y desde él trazar una línea por cada personaje que interviene, aunque, en ocasiones, este personaje sea colectivo.

Si partimos de que la novela no debe ser jamás poesía ni ensayo, sino narración en la que el novelista “vive” con sus personajes, en Calle Comedias ese gusto por contar conlleva la realidad misma como una épica de barrio, un documento que sigue viviendo en la memoria de lo cotidiano cuando se acaba de leer la novela, como si de la realidad a la novela hubiese un puente por el que se transita sin tropezar con una ficción inoportuna. En eso consiste el realismo que inaugura Cervantes y sigue en la tradición novelística española.

Pasarán los años y nuevas generaciones, tal vez futuras todavía, leerán esta obra y agradecerán al autor que él retratara este tramo de itinerario por una calle determinada que seguirá existiendo, pero con unas gentes dentro y fuera de la procesión que hace muchos años estuvieron aquí y gozaron de la subida de una cofradía y su entorno humano, dejando una historia que no se puede olvidar, y hasta despertará un aire de evocación en esas almas que por amor a sus raíces populares se traslada al pasado para soñarlo y decir del maravilloso espectáculo religioso, en un arranque poético, como Manrique, que ese pasado “fue mejor”.

Juan Mena_
                                                                                                                              

domingo, 29 de noviembre de 2015

Calle Real / ESTEROS 5 JOTAS






















___________ Esteros 5 Jotas

José Domínguez Oneto, que todos conocen como Pepe Oneto El Cocinero, tuvo la delicadeza de invitarme a un Show cooking en el Fuentemar, en Chiclana. No lo sabía pero mi hermano Antonio participaba en una especie de mesa redonda. Domínguez Oneto hizo un montaje ciertamente original. Un chef de cocina rumano, de cara al público, y cuatro personas, bajo la batuta ciertamente brillante de nuestro paisano, hablaban de los esteros, el pescado y el marisco de nuestros esteros, y el futuro de una industria en la que casi todo está por hacer. Diría: hablan a convencidos y riñen, como los curas, a los que van a misa. Una forma de hablar, créanme. Nadie riñó a nadie pero, eso sí, todos hablaban a convencidos. Yo mismo lo hice, a invitación de nuestro famoso cocinero de las ondas. Esteros y salinas, la marisma de la bahía, es una cultura. No al revés. No todos entendieron lo que quise decir, sin duda porque no supe expresar lo que quería y que era, en definitiva, que vivir en este entorno condiciona -culturalmente- a quienes lo hacemos. Por eso nadie tiene que decirnos el sabor único de todo el pescado que se apellida 'de Estero'. Ni del potencial de empleo y riqueza que hay en una gran superficie infrautilizada. Con una problemática grande, sin duda. Como los ladrones en todas sus variantes. Digo los que vuelan o los que andan y se llegan de noche a por sus veinte kilos, o más. Como ladrón que no avisa.

Ahora es el tiempo de las despescas (alguien de Madrid, debió ser, inventó el término 'despesque' y hay gente hasta de aquí que así la nombra, a la despesca, digo). En noviembre, después de las primeras lluvias, se reza en la marisma, ha llegado el tiempo. Las plazas de pescado de la bahía ponen la gloria bendita de nuestros esteros. Algunos disfrutamos de la delicia y hasta el año que viene. Pero no, ahí hay un yacimiento de empleo para los jóvenes, riqueza para la zona y prestigio para la Bahía de Cádiz, que ya goza de la merecida fama de sus playas y de su clima, y de sus pueblos tan bonitos junto al mar o allá en la sierra.

Sé que hay un embrollo con el demanio marítimo y la Ley de Costas, las concesiones, los concesionarios y quienes quieren ser propietarios para invertir en este futuro necesario para la bahía. Será cuestión de hablar y de llegar a acuerdos, de poner dinero público también aquí, muchísimo menos que en las energías alternativas, por cierto.

El inolvidable Fernando Valera, junto a otros, sembró su vida en formar a generaciones de jóvenes en cultivos marinos. Una empresa pionera -CUPIMAR- inició la comercialización, pero todo ha ido demasiado lento, demasiado complicado. Puede que los chef y los gastrónomos, como nuestro amigo Domínguez Oneto, revalorizando el pescado de estero, un pescado cinco jotas sin duda ninguna, logren la otra parte del milagro. Lo vi claramente la otra noche en el Fuentemar chiclanero. Es posible soñar, es bueno soñar, es maravilloso desear que se cumplan los sueños. Porque acaban cumpliéndose.


lunes, 23 de noviembre de 2015

'El tamaño del corazón' / PRESENTACIÓN CENTRO DE CONGRESOS DE LA ISLA (1)



                                     'El tamaño del corazón' · San Fernando · Andalucía Información_

_______  Años hacía que no se veía a Enrique Montiel en primer plano en una mesa y en un acto de presentación de un libro. Tiempo hacía que Enrique Montiel se había ensimismado en sus artículos de opinión semanales, en las presentaciones de libros ajenos, en esa otra afición que es el flamenco y en muchas otras cosas en las que la Cultura con mayúsculas (la he escrito con mayúsculas) siempre han estado presentes. 

Pero nadie sabía ajeno a su círculo familiar, a los más íntimos, que hace veinte años Montiel comenzó un trabajo que dos decenios más tarde ha visto la luz en forma de libro, El tamaño del corazón, recogiendo un mucho del Enrique Montiel que pocos conocen, la persona, las personas de su alrededor, la vida que lo rodea, los acontecimientos que lo tallaron como es, los que dejan huella en la carne y en el alma. 

Treinta y dos relatos cortos que son toda una antología del Montiel más íntimo, más cercano. El más lírico y el más sólido. El más narrativo y el más narrador. Es una especie de autobiografía elegida a retazos, biografía “ma non troppo” que aclaró él, pero biografía al fin y al cabo. 

La presentación tuvo lugar en el Centro de Congresos Cortes de la Real Isla de León el pasado miércoles, con la presencia de muchos protagonistas de su obra, por eso de que las biografías nunca tienen un único protagonista. Ana Mayi, la editora del libro -Ediciones Mayi- quien ya editara el libro de otro Montiel, de Arnáiz en este caso, Bulerías nazis, habló del honor que para su pequeña editorial supone publicar al autor de Calle Comedia o Mal de piedra, al biógrafo de José Monje Cruz, Camarón de la Isla. 

Y la presentadora, excepcionalmente su hija, María del Carmen Montiel de Arnáiz, quien se trasladó desde Londres, donde trabaja, para la ocasión, desgranó el engranaje en la que su llegada al mundo hace girar la rueda de los pensamientos y los sentimientos, la ‘terrible’ duda de si el corazón es tan grande como para amar tanto al segundo hijo como al primero. “Una paranoia de la edad”, pero tan humana como cada la humanidad que transpiran cada uno de los relatos, de los párrafos de este libro para leerlo muchas veces.

Enrique Montiel, en su intervención -y lectura de algunos fragmentos- fue largo en agradecimientos y parco en su intervención, mientras que al alcaldesa, Patricia Cavada, quien presidía el acto, le dio la enhorabuena a la vuelta de Montiel a la literatura. Algo que más de muchos estaban esperando desde hace tiempo.

Y en la primera fila, dos personas con las que Montiel ha trabajado en distintos proyectos. La ex alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez y el ex alcalde de San Fernando, José Loaiza.

Antonio ATIENZA
Publicado: 21/11/2015_

https://andaluciainformacion.es/san-fernando/550560/el-tamano-del-corazon/

'El tamaño del corazón' / PRESENTACIÓN CENTRO DE CONGRESOS DE LA ISLA (2) · MAY


Centro de Congresos - Cortes de la Real Isla de León
22 11 2012
 

domingo, 15 de noviembre de 2015

MÁS LÁGRIMAS Y UN POEMA


______ Gotea este grifo cruel
siguen cayendo gotas de sangre de los árboles
y lágrimas de las madres de los asesinados en Paris

Destino cruel el de las lágrimas
inexorables que suben a los ojos y drenan
el corazón de amarguras

No busco la razón de la sangre
derramada
ni quiero pensar en lo robado, arrancado de vida
ni, tampoco
las secuelas, el dolor aguardando tras de la anestesia
o el sueño, todo lo exhausto que hay ahora

Sólo veo estas lágrimas que caen por los ojos
este dolor de Paris
esta ciudad de duelo, de luto, de crespón

Por nada

BONJOUR PARIS...


_____ La foto gélida del Canalla
en Paris
una ciudad solitaria en mediodía
al pie de la torre
por los campos elíseos
es de más dura deglución que esta sangre
derramada
porque supimos que era una de las bestias del Apocalipsis
y llovería sangre sobre Paris

sin embargo volvieron los días de fiesta
el agua bajo los puentes
el prestigio de la República
y la grandeza de Francia

Hoy hay una flauta sobre los tejados de Paris
es tan tenue el sonido del metal
tan dulce la melodía

Nos estamos poniendo en pie de nuevo
todos
en todas partes
seguiremos avanzando pese a la sangre
el horror y el miedo

Bonjour Paris

viernes, 13 de noviembre de 2015

15 DE NOVIEMBRE, LLEGA EL FRÍO














____ Llevo mi propia estadística. El 15 de noviembre llega el frío. Hoy llega el frío. Ayer no lo sabía y adelantarse a algo tiene esta desventaja, la venganza de ese algo que no quiere adelantos. Pero muchos años atrás llegó el frío mediado el mes de noviembre. Digo que había sol y playa llena (hablo de la nuestra) y al día siguiente, pun, nada de rebequita, el armario de invierno sobre la cama para elegir las prendas adecuadas. Y la letanía de la gente, qué frío, Quillo, de ayer a hoy. No apuesto pero esto está a punto de suceder, que el frío llega. Y con él los días grises y el recuerdo de las fiebre y amígdalas en la cama mirando la ventana gris de la tarde. Ya digo, muchos sedimentos de la memoria de los quince de noviembre apareciendo el rostro inclemente del invierno. Esto no es frío, decía mi padre. Había vivido en sitios fríos para hablar así pero nosotros, ay, en esta intemperie estábamos tiritando. De esta ciudad que amo siempre guardo estos recuerdos de noviembre y los otros de los largos días oscuros de después de Reyes, porque la Isla se encogía más que recogerse. El alumbrado entonces era tenue, las calles cerca de lo lúgubre, como el NoDo, en blanco y negro.

Es inútil, pienso, contar este cuento (como dicen los venezolanos amigos, ahora encerrados en sus casas por lo que allí hay) a quienes no lo han vivido y por lo tanto no recuerdan nada ni, es posible, que se paren a mirar si fue posible que existiera aquella ciudad de los años 50, y 60, y 70… Del siglo pasado. Es inútil, incluso no crean que el 15 de noviembre, hoy, entra el frío oficialmente en nuestras vidas por la Isla de Camarón. Y de Sara Baras. Y de Niña Pastori. Y del Chato de la Isla. Y de Luis Berenguer. Y de Ángel Cousillas. Y de los directores del Real Instituto y Observatorio de la Armada en San Fernando. Y de los ministros de Marina que rezaban el rosario sentados plácidamente en un banco de la Alameda. La Isla de los caídos por España. La Isla gloriosa que puso los muertos por la Patria asediada, esquilmada, aherrojada. Mi pueblo.
 
Sí, llega el frío, seguro. Parece que hay una ilusión pero ya estamos tan golpeados por los fríos y los desengaños que ojalá la pequeña yesca de esta ilusión haga un incendio y el frío de hoy, las dificultades de todos estos años no sean la película que veamos una vez más, no sea Lo que el viento se llevó, que llegue el frío pero no el viento que todo se lo lleva. A la ciudad de al lado, a la que está más lejos. Digo que lo que llegue, o nos anuncian que llega, llegue realmente. Para la causa de nuestra alegría. Que todo no sea este frío que apretará cuando baje el sol al mar de cada tarde. ¿Literatura? Concédanmelo. Hartos estamos de la prosa vulgar de tantos años.

domingo, 8 de noviembre de 2015

UN REGALO, UN POEMA

A Enrique Montiel

VI

Deseas tanto que no abarcas más que el aire
entre los brazos; en la casa de la razón
has vivido, en lo que llamaban la cordura.
¿Para qué te sirvió? A través de la herrumbre

de sus cadenas notas que lo que más abruma
es comprender que esta moralina burguesa
no enlaza con los reinos de los oros,
con los perfumes ácidos del vientre.

“¿Ver pasar la belleza por delante
de tu ventana gris continúa incendiando
una áspera tristeza; ver pasar buenos días
por delante del breve jardín de “Oloron”

y no poder besarlos como a una camelia
es el reverso de la dicha, amor”?
“¿No crees, insistente veedor de las cosas,
que a tu edad deberías conocer la respuesta

que cura y embalsama esa postura lúgubre?”
“Sí, mas cuando contemplas un labio que gotea
la fuerza de la vida o de un deleite
que oculta la medida arrebatada

de la adolescencia…, o un rizo rubio
que como disolvente de la melancolía
cae sobre una frente de miel, indiferente
a la herida que infecta…”

(La razón)

(Amaya Zulueta)

Inédito_ 'Memoria de las sombras'

lunes, 26 de octubre de 2015

JOSÉ PICARDO. IN MEMORIAM
















"Papá, te quiero muchísimo, me costará mucho aprender a vivir sin ti, nos volveremos a ver pero ahora toca cuidar a mamá… y agradecer a todos el apoyo y el cariño que hemos recibido en estos momentos tan duros… Gracias, gracias y mil gracias de todo corazón".

Un mensaje en Facebook es como si fuera dentro de una botella, como el mapa del tesoro de un corazón. Así leí las palabras de Suso Picardo días después de la muerte de su padre, José Picardo, Joselito de la Venta, como todo el mundo lo llamaba.

"No vais a vivir sin él, creedme, él vivirá en vosotros… Y con tanto amor como le tenéis su presencia no se desvanecerá. La muerte no puede contra el amor. Un fuerte abrazo con todo mi cariño".

Quise ponerle estas palabras yo porque la vida me las había hecho aprender. Cuando mi hija, cuando mi padre, cuando mi madre y cuando mucha gente que yo quería de todo corazón y se fueron, me dejaron aquí. Es que no lo pienso, lo puedo demostrar en mí mismo: la muerte no puede contra el amor. Muerte, he ahí tu victoria (1 Cor. 15, 54-58) decía el apóstol Pablo. Suso Picardo y sus hermanos lo sabrán muy pronto, cuando sientan la presencia del padre que se acaba de ir. Y también lo sabrá Lela Fontao, su novia de niño, su esposa de toda la vida, la madre de estos hijos desolados, golpeados por la muerte, testigos del final de un padre. Nos inventamos mil modos de rodear la sencilla verdad: el amor le puede a la muerte siempre. El dolor se mitiga con el tiempo, el amor puede crecer y crecer. Y no es un atajo de la inteligencia natural del hombre, es la pura verdad.

José Picardo fue toda su vida un hombre bueno. Recuerdo a su tía María Picardo, la verdadera gigante que hizo grande de verdad a la Venta de Vargas, decirme llena de convicción de sus sobrinos José y Lolo, que heredarían la Venta y con ello el enclave de la magia del arte de la Isla de Camarón: "Enrique, Joselito es muy bueno y mi Lolo también, y muy inteligente". Era su lema, Joselito es buenísimo. Yo añado: y generoso a más no poder. No me sorprendió en absoluto la unanimidad del dolor de San Fernando por su pérdida. Eso está en el aire, el dolor cuando es verdadero, el penar cuando de verdad duele. Y la muerte de José Picardo le ha dolido a esta ciudad porque él tuvo a La Isla por bandera toda su vida, que fue abnegada y laboriosa.

Una nueva generación de Picardo ha tomado las riendas de una empresa que es más que una empresa, que es un emblema de La Isla, un lugar al que hay que ir por lo menos una vez en la vida, al que viene gente de los cuatro puntos cardinales del mundo para mirar e intentar atrapar la magia que allí se custodia. Desde el recuerdo de su tía abuela, y de sus padres, saldrán adelante. Inolvidable José Picardo, descansa en paz.

In Memoriam

lunes, 19 de octubre de 2015

'EL TAMAÑO DEL CORAZÓN'
















El día 18 de noviembre a las 20 horas y en el Centro de Congresos de las Cortes de la Real Isla de León, que así se llama, María del Carmen Montiel de Arnáiz, mi única hija, filóloga e inductora inocente de este libro, lo presentará en primicia para todos. 

Han sido más de 15 años construyendo su estructura, elaborando los materiales como si fueran poemas, porque la la Poesía es la Literatura y la Literatura es la Poesía. O seguían siendo mi tesoro privado, mi locus amoenus en donde yo cada tiempo entraba de puntillas para retocar aquí o allá, o incluir un nuevo texto, un fragmento de vida, un recuerdo de los que están grabados a fuego en la piel o en el alma... Digo que o era este el cuadro, esta la realidad, o me decidía a encaminarme hacia un fin que no podía ser otro que cerrar el capítulo final y darlo a la editorial. Me convencieron y lo hice. 

Desde mucho antes, mucho antes, tenía pensada la portada. Lo decidí cuando vi la foto maravillosa de Patricia O'Donnell. Es más, se la pedí para mi próximo libro, que hubiera sido este o cualquier otro que escribiera porque esa foto tenía que ser la portada de un libro mío. Soy feliz por su regalo, agradecido por su cariño. En esa atmósfera reina el tamaño de mi corazón, que es la gente anónima que pasea por la playa en la nebulosa de una gran neblina, o una gran calima. Es mi gente, la gente de este litoral impresionante, esta prolongación del Paraíso. Donde el amor es todo lo que contiene 'El tamaño del corazón'. El amor en todas sus declinaciones, o muchas de ellas, en los encuadres, en las estampas, en las palabras que pretenden no encerrar pero sí reflejar la vida.

martes, 29 de septiembre de 2015

LA ESPAÑA DE BORGES



















Más allá de los símbolos,
más allá de la pompa y la ceniza de los aniversarios,
más allá de la aberración del gramático
que ve en la historia del hidalgo
que soñaba ser don Quijote y al fin lo fue,
no una amistad y una alegría
sino un herbario de arcaísmos y un refranero,
estás, España silenciosa, en nosotros.
España del bisonte, que moriría
por el hierro o el rifle,
en las praderas del ocaso, en Montana,
España donde Ulises descendió a la Casa de Hades,
España del íbero, del celta, del cartaginés y de Roma,
España de los duros visigodos,
de estirpe escandinava,
que deletrearon y olvidaron la escritura de Ulfilas,
pastor de pueblos,
España del Islam, de la cábala
y de la Noche Oscura del Alma,
España de los inquisidores,
que padecieron el destino de ser verdugos
y hubieran podido ser mártires,
España de la larga aventura
que descifró los mares y redujo crueles imperios
y que prosigue aquí, en Buenos Aires,
en este atardecer del mes de julio de 1964,
España de la otra guitarra, la desgarrada,
no la humilde, la nuestra,
España de los patios,
España de la piedra piadosa de catedrales y santuarios,
España de la hombría de bien y de la caudalosa amistad,
España del inútil coraje,
podemos profesar otros amores,
podemos olvidarte
como olvidamos nuestro propio pasado,
porque inseparablemente estás en nosotros,
en los íntimos hábitos de la sangre,
en los Acevedo y los Suárez de mi linaje,
España,
madre de ríos y de espadas y de multiplicadas generaciones,
incesante y fatal.

España_
Jorge Luis Borges

domingo, 27 de septiembre de 2015

Calle Real /EN EL BALCÓN






















___________ En el balcón

Anoche puse la bandera de España en mi balcón. Para que amaneciera puesta. Hoy es un día muy importante, los españoles nos jugamos mucho en esta lotería de la maldad y de la mentira que se juega en Cataluña. Porque todos los premios van a caer sobre nuestras cabezas, salvo que no toque a nadie. Y aun así.

Sí, comprendo que no acometo un acto heroico sino simbólico. Un acto heroico hubiera sido formar parte de una gran manifestación de muchos millones de españoles por las grandes avenidas de Barcelona tras una pancarta que dijera: ¡Cataluña, te amo tanto! Millones de españoles como en el poema de César Vallejo: Al fin de la batalla, /y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre / y le dijo: "No mueras, te amo tanto!" / Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. El poeta peruano lo escribió en 1937, meses antes de morir, en París, con aguacero. César Vallejo puede que haya sido uno de los herederos de aquella España de ambos hemisferios recogida en la Constitución de 1812, que más ha amado a España, la Madre Patria. Y autor de otro poema emocionante, que rezaba: …si la madre / España cae -digo, es un decir- / salid niños del mundo; / id a buscarla!... Fueron sus últimos poemas, que dejó inéditos al morir en 1938. Se publicaron con el expresivo título de España aparta de mí este cáliz. Decenas de años después, sin el dramatismo de aquella terrible guerra de la que no nos hemos recuperado del todo, aunque lo pareciera, vuelve la vigencia de esta angustia del poeta. Fue muy grande en los dos últimos años de su vida, porque su amada España se desangraba, los españoles habían sido divididos y enfrentados. A muerte.




Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil, /clamando: Tanto amor, y no poder nada contra la muerte! / Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Sigue el poema su discurrir en la angustia de la contemplación de la España agónica que veía el poeta: Le rodearon millones de individuos, con un ruego común: "¡Quédate hermano!" / Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.



Ahora están votando como si contemplaran ese cadáver que seguía muriendo. La urna es el cadáver de España cuando la democracia -esto es, la Ley- es vulnerada, violentada y escarnecida. Sería necesario que se diera en la realidad, que hoy ocurriera lo que sucede en el poema de César Vallejo: Entonces, todos los hombres de la tierra / le rodearon; les vió el cadáver triste, emocionado; / incorporóse lentamente, / abrazó al primer hombre; echóse a andar!.

La bandera de España ha amanecido en mi balcón con flores. Quiero formar parte del todos los hombres de España que rodean a España moribunda para que, al vernos reunidos y emocionados, se incorpore lentamente, abrace al primer hombre y se eche a andar.

Diario de Cádiz
Calle Real 
2017 10 08_

viernes, 25 de septiembre de 2015

NUEVO LIBRO_'Jilgueros en la cabeza'


___________ Jilgueros en la cabeza, un libro de Carmen Guaita.

Llevo toda mi vida, como quien dice, leyendo novelas. Pero al modo como un novelista lee una novela. Les aseguro que no es del mismo modo que lo hace un lector desprevenido. Imagino que un modisto mira el vestido que alguien lleva de modo parejo a como yo leo novelas desde hace más de 40 años. O un médico nos observa mientras habla de cualquier cosa. Lo he sabido siempre, lo del médico digo, pero un día una médico profesora de una universidad de Madrid, precisamente, me dijo muy reservadamente que un buen amigo que tengo debía mirarse el corazón porque puede que tuviera algún problema. ¿Cómo lo has sabido?, le pregunté. Me lo dijo: sus azulados labios. Era cierto, tenía el problema y se lo estaban tratando los cardiólogos de Cádiz.

Del mismo modo, confieso que me causó una gran impresión el descubrimiento de la verdad oculta en los primeros versículos del Génesis, sobre todo cuando el escritor de este libro capital, en boca del Creador, dice: Y Dios llamó… Porque entonces supe que sólo las cosas que tienen un nombre tienen existencia y que sólo existe lo que se puede nombrar. Lo digo así llanamente, no abro el melón de una controversia sobre la no existencia de lo existente, lo pre existente y esas otras filosofías hechas más de una lógica de la imaginación que de una lógica de las palabras y de la ciencia.

Este conjunto de verdades elementales se han deslizado por mi vida sin que yo les diera demasiada importancia porque yo también, querida y admirada Carmen Guaita, he tenido toda mi vida Jilgueros en la cabeza. Y por eso no se me había ocurrido pensar que el color sin la luz carece de existencia, o no pero sí. Y que un año luz es una medida inalcanzable e inabarcable. Sobre todo cuando se conoce que la luz va a una velocidad de 300.000 kilómetros por segundo, esto es, recorre 300.000 kilómetros cada segundo.

Mi abuelo no trabajaba en el Observatorio pero si el padre de mi amigo Pedro, como mi hermano de toda la vida. Él me dijo que algunas estrellas que vemos en el cielo ya no existen, es la luz que todavía no ha acabado de llegar a nuestros ojos. Y que se llaman con el feo nombre de enanas marrones, o algo así.

Señoras y señores, admirada Carmen Guaita, ya ves, tu paisano posee también cierta pajarería que ha hecho, en ocasiones, que me diera unos batacazos grandes porque me dedicaba a oír el canto de los jilgueros, los canarios, los gorriones y verderones y no la línea del horizonte frío.

Pero –ya sabes que Ortega y Gasset decía que la claridad es la cortesía del filósofo- debo aclararte y aclarar al respetable público, que se decía en los teatros de aficionados de Los Hermanitos cuando tu padre era un joven por la Isla y yo era un niño que no tenía ni idea de que Jilgueros en la cabeza era lo que ha sido a medida que avanzaba y, sobre todo, cuando leía su última página, antes de que las citas de las óperas que atraviesan el libro, le dieran transversalidad y una belleza distinta; debo decirte, querida Carmen Guaita, que cuando me pidieron que presentara tu novela yo sólo pensé en Don Román Guaita, y en su hijo Román, que tenía en la Isla fama de portento desde cuando entonces, y en tu dulce, extraordinaria tía Dori, y en tu tío Paco, mis amigos de toda la vida… Por eso dije que sí, a bote pronto. Además luego supe que vendría mi hermano Pepe Oneto, a quien tanto debo, pero de ti sólo sabía lo bien que todo el mundo hablaba de ti. Y lo que me avanzó tu tío Paco de esa avezada lectora que se llama Dorita Guaita, que estaba entusiasmada con tu novela, como tu prima Cristina y como otros de los que me referían.

Así que se trata ya de que yo diga algo de Jilgueros en la cabeza, y de su autora en cuanto que escritora de esas páginas,  sin desvelar Jilgueros en la cabeza. No es fácil pero debemos intentarlo.

Y lo primero que me llamó la atención, y les pasará a todos ustedes cuando la lean, que no se arrepentirán, es algo tan aparentemente sencillo como la persona de los verbos. La autora escribe en primera persona cuando cuenta, en segunda persona cuando se habla a sí misma, y en tercera persona cuando habla de los demás. En el mismo tiempo narrativo simultanea y salta por las personas de los verbos. Soluciona así una de las dificultades que esta novela posee y en la que ella, un poco como cuenta que era el lema de sus tías: Hágase en mí según tu palabra – se entrega a la escritura con honradez de oficio.

El hilo conductor de Jilgueros en la cabeza es de principio a fin una mujer en su vida: Eulalia Requena. Eulalia no por casualidad, que significa la que habla bien, la que habla bonito. La vida dando saltos por la vida desde las primeras iluminaciones de una niña de seis años hasta el momento de una decisión fundamental, con la que termina la novela.

Estoy convencido de que la novela “funciona” distinta si el lector es un hombre o una mujer. No porque sea una novela especialmente femenina, o no sé cómo decir para que nadie se moleste, el aliento de una mujer está en cada página. Y en su despliegue de inteligencia, integridad consigo misma y visión del mundo. Para mi es lo mejor que tiene esta novela, con diferencia. El lector masculino va de sorpresa en sorpresa porque Eulalia Requena es de una transparencia desconocida y cegadora, deslumbrante. Me he dicho a mí mismo muchas veces leyendo este libro que qué poco sabes de la mujer, Enrique. O de las mujeres. Porque Jilgueros en la cabeza es la historia de las mujeres de dos familias, las extraordinarias mujeres de dos familias en un período histórico crucial de nuestra historia, digamos que entre los años 20 y los años 80. Y por eso, quiero decir, está la triste historia de España de Gil de Biedma pero también está la España que surgió de la muerte de Franco y la Transición. Y la España al margen, la España de los jilgueros en el cabeza, la vida intensamente vivida en el interior del alma femenina. Con su despliegue de detalles, de roces suaves por las telas, de arias de ópera o movimientos de conciertos, de un piano que se cierra para siempre por una promesa, de libros que se extraen de las estanterías y se leen, se comentan. Hablo de un universo completo, una constelación de vida de mujeres que saltan por las ramas narrativas para dejar un testimonio veraz, absolutamente verosímil. Magnífico.

En ocasiones también tenía la impresión leyendo Jilgueros en la cabeza de que me encontraba con una especie de fisión nuclear literaria, quiero decir que si surgía un personaje que podía ser colateral en principio, o secundario, la autora enseguida se apropiaba de él y lo novelaba. El más emblemático de todos una vieja tía, maestra de la República, exiliada en México, que vuelve 40 años después para morir en La Isla, recogida y guardada, atendida perfectamente, en el asilo de San José. Así la novela se me antojaba como una inundación. Un discurso sin desfallecimiento, con su despliegue de las tres personas del verbo, iba y venía por las ramas de sus familias paterno y materna, y otras mujeres, formando un friso femenino único dotado de un equilibrio y una profundidad “femenina” para mí desconocida.

Ante tamaño despliegue de inteligencia narrativa, ante tamaño despliegue de fecundidad y riqueza y variedad, los hombres resultan tan poca cosa en general que es la misma personaje –que se hace una dolorosa catarsis emocional- la que finalmente le da un sitial adecuado para cerrar el conjunto de las catástrofes cotidianas de muchas mujeres de su familia, con excepción de sus abuelos, que vienen siendo la clave de la historia, las historias que se cuentan con un pulso, ya decía, absolutamente admirable.

Eulalia Requena es sin duda alguna una mujer excepcional y, trasunto de ella, por esa vis autobiográfica que posee la novela, la propia novelista. Está tan vivamente pintada que es difícil sustraerse a la tentación de considerar que todo lo que le ocurre sea autobiografía. Para nada. Pero hay muchas líneas en la mano que ha escrito Jilgueros en la cabeza que se corresponden con Carmen Guaita. Por ejemplo su amor a la ópera. Sólo desde ese amor, y su profundo conocimiento de la tragedia lírica, se puede construir un mapa del tesoro de la música más pasional y trágica que se conoce, que no en balde Ópera es Tragedia con Música. Son muchas las óperas que componen este libro, muchas las arias que acuden en ayuda de la explicación del profundo dramatis personae que resulta ser Jilgueros en la cabeza.

La anécdota de un amor equivocado, o más de un amor equivocado, no debe distraernos del profundo libro de amor que es este libro ni de la buena mano que ha sabido escribirlo con tanta profundidad, tanto conocimiento y tanto arte. Porque ya no es sólo la historia que zigzaguea por sus páginas, la historia que vuelve, que no acaba del todo, es el escenario de las historias. Así San Fernando, el Paraíso perdido de la niña Eulalia que se ve obligada a trasladarse a Madrid y está a punto de llorar, como Rafael Alberti, “por qué me trajiste, padre, a la ciudad, por qué me desenterraste del mar”. San Fernando es una casa en la calle Ancha, una casa grande con un patio con montera, y unos abuelos que se aman como el primer día y la aman a ella, a la niña que habla bonito, con toda el alma. Más el sol, el cine de verano, la playa, las noches de levante en calma y todas esas cosas que estamos tan acostumbrados a vivir que no le damos importancia.

Te digo Carmen, y a todos ustedes, que Pepe Oneto ha padecido de parecida melancolía cuando ha oído una palabra de su infancia por la Isla en Madrid o un viento del Guadarrama, tan traicionero, le ha traído el recuerdo de un ponientazo invernal por la Alameda.

La costura de la novela es el santo y seña de la verdadera Literatura, digo el Amor y la  Muerte. Me ha fascinado también esta demostración palmaria de que nos encontramos con una verdadera obra de arte narrativo, un libro sin dubitación, firme, que avanza sin descanso, más cerca de la esencia que de los adornos, pero con un estilo de gran nivel. Las descripciones de Cedeira con su ría, o Atenas bajo el sol, o Ceheguín y sus campos, son de mucho nivel narrativo. Ya Madrid, donde transcurre mucha novela, es como un escenario vacío en donde sólo se vive, se viven los dramas, las tragedias y los recuerdos de otros paisajes que sí se llevan dentro… y también se viven las ilusiones y los amores que hacen la vida.

En fin, doy vueltas a la noria para no decir las cosas que no debo. Estoy todavía bajo el impacto que me ha causado este libro y esta autora, convertida con estos Jilgueros y la Partida de Nacimiento en una de los nuestros, en una de las grandes escritoras de esta ciudad tan bella, tan misteriosa y tan esquiva.

Enhorabuena de todo corazón, Carmen. Felicidades.                                                                                                    

San Fernando, 2 de octubre de 2015_


jueves, 24 de septiembre de 2015

CREATIVOS

Algunas veces he traído aquí portadas de discos que me han parecido extraordinariamente originales y creativas. Hoy no tengo opinión, estoy chocado con esta inesperada. No me invita a oír el disco, es evidente. No por nada, no sé, no me invita. Más bien a pensar en la banalización, que es un lugar común de lo contemporáneo. ¿Realmente el canto va de esto? Ya digo, no tengo más opinión que la perplejidad que me causa la "creación".

La diferencia es esta otra portada. Claro, así es muy fácil. Pero en esto consiste la creatividad, que debe ser un tributo que se rinde a la belleza, a la armonía. La época importa poco y hay muchos ejemplos gráficos que se podrían traer aqui. Bueno, qué tranquilo me he quedado.

Saludos.



martes, 22 de septiembre de 2015

El Pinsapar / Poema obligatorio... y tres o cuatro ríos.

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___________ Poema obligatorio

El poeta dijo: 'No amo mi patria. Su fulgor abstracto es inasible'. La afirmación ya sobrecoge. Mas inmediatamente, casi sin respirar, sobre la última nota del canto, añadió: 'Pero (aunque suene mal) daría la vida por diez lugares suyos, cierta gente, puertos, bosques de pinos, fortalezas, una ciudad deshecha, gris, monstruosa, varias figuras de su historia, montañas -y tres o cuatro ríos'. Se llamaba José Emilio Pacheco y había nacido en la Ciudad de México en 1939, donde falleció la tarde de un domingo de enero del pasado año. El poema ha ido por el viento desde que fue escrito, leído por los poetas en sus antologías personales, motivo de reflexiones infinitas, estudios y comentarios. Resumía en pocas palabras -las perfectas palabras de los poetas- su relación con México, que no amaba pero que era su patria. A todos nos puede ocurrir algo parecido con todas las patrias que habitan en nosotros. Yo no amo mi patria chica, cuyo fulgor abstracto me abstengo de definir ahora, pero daría mi vida por cierta gente, algunas figuras de su historia, paisajes, algunas noches de verano y, sobre todo, por la primera mañana que recuerdo a mi madre, al trote de sus palabras sencillas abriendo el balcón para despertarnos diciendo: Que entre la Gracia de Dios en esta casa.

Nadie hace el poema obligatorio en estos días, lo recita sin descanso por las plazas, en las radios. En Cataluña. ¿No hay cierta gente, algunos ríos, diez lugares que nos mantengan unidos aunque no nos guste ni amemos la patria que un día fue refugio de canallas y hoy sea esta amenaza sobre el Todo, este juego de ruleta rusa que puede que otros canallas estén haciendo contra nosotros desde la patria nonata? No logro imaginar a mis primos hermanos catalanes trayendo los huesos de sus padres, expulsados de una patria que le dicen ahora que no lo era. ¿Valió la pena extrañarse, partir? Les dirían: vuestra patria, esa mentira. Y les darían la espalda. Pero sería otro de los caminos por los que nos encomiendan. Los caminos que no tienen salida, que es de lo que se trata. No es decir lo que duela, tomar aire y seguir el camino. Por cierta gente, algunos ríos, figuras de nuestra historia, puertos, bosques, fortalezas… ¿Tiran de la cuerda a sabiendas, trucan todo, mienten? Pobre gente a las que encierran en el interior de sus cabezas con espejismos, con mentiras y con seguridades inexistentes.No se acabará el mundo el domingo ni amanecerá un lunes de fronda por los valles, las aldeas, los pueblos y las ciudades de España. Estará siempre el poema obligatorio.

Diario de Cádiz
El Pinsapar
2015 09 22_