miércoles, 25 de abril de 2007

El Pinsapar / EL LADRILLAZO


____ El ladrillazo

No me digan que la metáfora no es maravillosa: el ladrillo se desinfla... De hecho, llamar ladrillo a la metonimia de lo que es la maraña por excelencia debería reconciliarnos con la capacidad inmediata de la lengua española y de los hablantes, que encuentran la fórmula sintética a cuyo reclamo acuden todas las imágenes, desde la superpoblación de agencias inmobiliarias en algunas ciudades hasta el nauseabundo circo de Marbella, colofón y culmen de la vertiente delictiva... del ladrillo.

El ladrillo es como el esfínter del que escribió con singular maestría el genio de Quevedo en su El Caballero de la Tenaza, el famoso opúsculo de las gracias y desgracias del. Que ahora los analistas económicos hablen de su inminente crisis, precipitada por la caída en bolsa de las acciones de una de sus empresas más significativas, además de servir para el “ya lo decía yo” que decían los que fueron tildados de agoreros cuando lo decían, que lo han dicho, pone los pelos de gallina a una muchedumbre de gente que vive... del ladrillo.

Esta es una de las razones por las que no me acabo de creer que el ladrillo se desinfla y que va a llegar la teoría del dominó a este importante segmento de la actividad económica de España. Desde los ayuntamientos que viven de poner por las nubes el precio del suelo, para hacer caja, hasta los bancos y cajas que hace caja continuamente con esta angustia tan grande de lo pronto que llegan los primeros de mes cada mes, que es la fecha en la que se paga la letra del piso, los treinta y cuarenta años que se paga la hipoteca... del ladrillo.

No sabemos bien, a día de hoy, si esta caída del globo del ladrillo es una caída libre o una voladura controlada para que un sector del ladrillo se haga con el control de más parte de la tarta de ladrillos que es la economía española actual. Lo cierto es que nos dicen que el ladrillo tiene tanto dinero que se ha metido en el sector eléctrico comprando las acciones de Endesa que ponerlas junto a las italianas de Enel para poner a Pizarro, el héroe de la resistencia a la opilla catalana, en lo redondo de la calle. Por ser amigo de Aznar. La verdad es que es muy del ladrillo esto de ser amigo o no serlo de Aznar, digo de Zapatero. Se lo pregunte a Conthe y al ladrillazo que ha pegado en el Parlamento a cuenta de, precisamente, la opa a Endesa del ladrillo, entre otros.

Se desinfle o no, el ladrillo va a estar ahí. ¿Es cosa de necios confundir valor y precio? Ah...

Diario de Cádiz
El Pinsapar
2007 04 25_

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