_______ Air Ladrón
Estas navidades un amigo zorongo me envió un e-mail de felicitación en el que bajo el título de “En el Portal de Belén” aparecía Belén Esteban en el portal de su casa madrileña. Sólo tiene existencia, una vez más, lo que ocurre en la televisión, de lo que se escribe en los periódicos y se habla en la radio. Hasta el punto de configurarse una existencia virtual de la existencia real misma.
Vamos, es que yo ya no sé si esta mujer que sale en los “cuchés” porque le han arreglado la nariz (otras deformidades no sería posible intervenir) es realmente una persona de carne y hueso. Como Diaz Ferrán, vamos. Que sale en los telediarios diciendo que él no habría volado con Air Comet, y sin embargo era el patrón de la Compañía. O sea, la gente (que también sale en los telediarios) llorando porque no puede volar al encuentro de sus seres queridos, ¿es real? Se lo digo yo: es real, muy real. Y no solamente la que está dispuesta a inmolarse en los aeropuertos para que la embarquen en un avión, quienes están aterrorizadas en sus casas con el billete comprado para otros días o quienes pudieron hacer el viaje de ida y ahora no tienen billete para la vuelta. Como May.
May llegó a Madrid, desde Buenos Aires, el pasado día 17 de diciembre. Por poco no hubiera formado parte del elenco de la película patética de Ezeiza, con españoles y argentinos varados en ese aeropuerto de la desesperación por haber tenido la malhadada idea de comprar los billetes de Air Comet, la Compañía de Diaz Ferrán. A ella sólo le ha podido pillar (como dicen ahora los jóvenes) la mitad del botín pero a Leandro , que volaba días más tarde, le ha limpiado el ida y vuelta. Completo. En medio de tanta impunidad, ¿qué se hace? El ministro del ramo (que se decía cuando entonces) se ha quitado de en medio el atasco de las navidades (se lo han agradecido infinito, estoy seguro) pero ya ha dicho que el humanitarismo no llega hasta el último billete vendido por Diaz Ferrán cuando ya sabía que estaba haciendo caja y que iba a ser muy difícil que entrara en la cárcel por ello. Pues nada, sale en la tele también, orondo y aseado, como si nada hubiera pasado y echándole la culpa a Zapatero (?) del fiasco de la Compañía. Lo de siempre: el infierno son los otros. Leandro, May, los miles de afectados (guardemos el diccionario para más adelante) son el minutaje del reportaje de las televisiones, el portal de Belén (Esteban). Y Diaz Ferrán no dimite ni de.
Digo yo: Señor Fiscal, ¿para esto no hay nada qué hacer? ¿Puede alguien robar impunemente, sonreír y sacar pecho?
Diario de Cádiz
El Pinsapar
2009 12 31_
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