domingo, 27 de diciembre de 2009

Calle Real / EL 'ESPÍRITU' DEL 10




_________ El 'espíritu' del 10

Seguramente muchos se lo han oído decir a Manzanita, el poema de Bécquer digo, la Rima V: "Espíritu sin nombre, / indefinible esencia, / yo vivo con la vida / sin formas de la idea. / Yo nado en el vacío, / del sol tiemblo en la hoguera, / palpito entre las sombras / y floto con las nieblas. (…)".


Me ha venido el poema a las mientes a propósito de este eslogan que lanza a la desesperada el actual alcalde, El espíritu del Diez. Formidable, los andalucistas (quiero pensar) finalmente han descubierto el pedazo de España que hay en la conmemoración del Bicentenario de 1810, ¿o no se trata de eso? 2010 iban a ser unos Juegos Iberoamericanos y el tren-tranvía por la calle Real, la restauración/rehabilitación del Palacio Municipal, otras obras, algún festejo, unas conferencias, un buen desfile militar (a ser posible presidido por la Princesa de Asturias) y, ufff, ya pasó todo este patrioterismo españolista de una Constitución que estableció "el amor a la Patria" como un deber de todos los españoles, así como el ser "justos y benéficos"; que definió a la Nación española como "reunión" de los españoles y muchas cosas más, españolas, por supuesto.

Era muy difícil aguantar todo el tiempo con una mano tapándose la nariz y la otra sonriendo a la Nación Constitucional heredera de aquella obra gigantesca del constitucionalismo universal, como fue la Constitución de Cádiz. Así que hay que establecer un "espíritu", el Espíritu con mayúsculas de 1810. En fin, quizá sea la numantina resistencia a la asunción de responsabilidades políticas (y la ruptura del pacto tal como está, con el alcalde actual de alcalde) ese "espíritu", y ponerle un buen morrión (francés, naturalmente) a Fernando López Gil, situarlo en la orilla de allá del caño disparando cañonazos a todo lo que era España, cuando era una isla, quiero decir. Qué miedo López Gil, por Dios. Hasta es preciso mentir y acusar a este articulista de haber pedido el voto para el socialista (cuando no hay elecciones, por cierto, ni jamás lo ha pedido, que lo saben), cuando lo que tendrían que hacer estos "impopulares" isleños es creer en sus propias propuestas y tener fe en sus propios programas.

Cosas veredes, digo. E insisto en que no sé cuál es el invocado Espíritu del Diez, que ya me gustaría a mí un buen Pentecostés cañaílla, con las lenguas de fuego sobre las cabezas dignas de la ciudad, determinadas a sacarla de este marasmos de facturas perdidas, dineros del común robados y este "la culpa son los otros", que es siempre lo más socorrido, lo del manual del mal político, del político prescindible.

Nada, eso. Seguimos. Salud.

Diario de Cádiz
Calle Real
2009 12 27_

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