________ El Pinsapar
Lo del cura Piña y el obispo Ceballos a cuenta de la procesión del Sábado Santo, al lado de lo que está pasando ahora mismo en San Sebastián con la designación del Obispo Munilla para la sede vacante de Guipúzcoa no deja de ser un episodio gaditano, entre surrealista y sorprendente. Como la misa en latín de la capilla del Pópulo. El latín me encanta pero hasta que el ministro oficiante no diga la homilía en la lengua de Virgilio, ante una feligresía políglota que se entienda en esta vieja lengua, todo lo demás es un artificio, una retórica vacua al servicio de la nostalgia. O sea, no es, ni mucho menos, como el recibimiento al obispo Munilla, que ha sido de fuera, fuera, fuera; que los curas, muchos curas, han dicho claramente que no lo quieren de "su" Obispo, que en Palencia estaba muy bien. Terminamos por este procedimiento en tener curas electivos de un mandato, o dos, como lo que quería Bolívar para las repúblicas iberoamericanas. El plebiscito permanente hasta el acomodo definitivo.
Las "lecturas" de esta nueva asonada del levantisco clero vasco, dicen que nacionalista, que se lee en los periódicos, nos deja atónitos. Porque habla de un contubernio del Cardenal de Madrid, Rouco Varela, en inteligencia con el Vaticano (no puede ser de otro modo toda vez que es el Papa el que designa a los obispos en todo el mundo), para neutralizar la pastoral sacerdotal "nacionalista", vigente desde los tiempos del obispo Setién, que fuera auxiliar de Goicoetxea en los 70 del siglo pasado, y continuada por el obispo Uriarte, al que aceptó el Papa su renuncia a la sede episcopal al cumplir los 75 años.
Van ríos de tinta ya con este asunto. Munilla es donostiarra y había sido párroco en Guipúzcoa hasta que fue elevado a la condición de Obispo por el Papa, el Obispo más joven de España, y destinado a Palencia el tiempo que restaba para que monseñor Uriarte cumpliera 75 años (me lo dijo hace dos años un sacerdote palentino, que iría a San Sebastián, y ha obtenido un pleno al 15). Todo está pensando siempre en la Iglesia, cabe argüir. ¿Incluso esto? Imagino la perplejidad de los fieles, que no pueden celebrar, al parecer, la alegría de un nuevo pastor. Salvo que los fieles estén detrás de sus curas en procesión contra Munilla y lo que entienden trama de la iglesia conservadora contra el nacionalismo vasco.
Munilla es vasco pero debe no ser nacionalista, o lo suficientemente nacionalista que se requiere para ser el pastor de la grey allende el Bidasoa. Una papeleta tiene por delante. Y así nos llega, así llega a los bautizados en España, que miran sin entender nada, de nuevo, lo que pasa más allá de Burgos...
Diario de Cádiz
El Pinsapar
2009 12 17_
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