miércoles, 13 de diciembre de 2023

MORAÍTO TOCA GITANO


________ Moraíto toca gitano

En el sorprendente disco Journey to the roots of flamenco -Las Raíces del Flamenco- existe un Moraíto muy poco conocido. Se trata de un guitarrista que entra en contacto con los Diwani, una variedad caligráfica del árabe, con un estilo en cursiva desarrollado durante el imperio Turco Otomano (siglos XVI al XVII). Diwani o la caligrafía Diwani se caracteriza por la armonía y la belleza. La impresión extraída de este disco inclasificable, es que estamos en presencia de formas cantaoras milenarias de cantes ligados, dichos en arameo, la lengua que se habló en Irán, Líbano, Siria, Israel y Palestina; en la línea de lo que en la tradición flamenca de Andalucía podrían ser las seguiriyas y tonás. Ese encuentro, difícil de resistirse, habla de un parecido más que sorprendente. La musicología podría decirnos de las pausas, el predominio de lo oriental en la forma melismática, en particular el canto del almuédano, y las medidas similares a nuestros cantes más íntimos y ancestrales.

Manuel Moreno Junquera, en el siglo Moraíto Chico, nació en Jerez de la Frontera en 1956 y murió en 2011. Todavía se llora su recuerdo pues fue una persona llena de alegría y sentido de la amistad, tocado por la gracia y el compás flamenco. Nos dicen que a los 11 años debutó en el festival que organizaba su tío Manuel Morao, que ejercería sobre el futuro guitarrista alguna influencia, además de la de Parrilla de Jerez. Imagino que son cosas que hay que decir pero lo cierto es que el último Moraíto representaba el conjunto de aristas y maneras de lo que bastantes llaman el ‘tocar gitano’. Curioso este modo de definir. No tiene que ver con la mecánica, no tiene que ver con la pausa, el compás, el brillo de la guitarra, el uso del bordón ni el rasgueo. Digo que no sólo. Para mí es como el poema del San Juan de la Cruz, su no sé qué queda balbuciendo.


Y todos cuantos vagan

de ti me van mil gracias refiriendo;

y todos más me llagan

y déjame muriendo

un no sé qué que quedan balbuciendo.

El santo carmelita de Fontiveros encontró en estas palabras las explicaciones pertinentes para gran parte del misterioso uso del Arte, máxima expresión de la belleza que con la bondad y el bien era Dios. Queda balbuciendo…, en modo de silencio de asentimiento, ese ‘toca gitano, modo de definir lo que significa Moraíto en el flamenco del siglo XXI. La construcción de la idea se puede aplicar, se aplica de hecho, al cante y el baile. Camarón ‘cantaba’ gitano, y Manuela Carrasco o Farruco ‘bailaban’ gitano. Lo que era un modo de punto y final a la definición artística de los modos y maneras, que se establecían como categorías ontológicas en el Flamenco Gitano, que era una definición al modo de lo queda balbuciendo del Flamenco, que es uno y múltiple.

Cuando nuestro guitarrista oyó los Diwani de varios autores de estos países del arameo, vio claramente la existencia de una consanguinidad musical y se prestó a “meter su guitarra” por ahí. El resultado, ya decía, fue un disco sorprendente que debería hacernos reflexionar sobre el camino que recorrió el cante en su largo viaje desde la India a la Andalucía primigenia.

2011 fue un año trágico para la afición flamenca. La muerte de Moraíto Chico puso mucha tristeza y orfandad a la afición flamenca. Por las condiciones personales del guitarrista, un hombre bueno, artista, risueño y alegre. Que había compuesto junto a tantos a los que acompañó en el cante un cuadro difícil de olvidar, con su guitarra que nunca paró de ‘tocar’ gitano, siendo el adorno perfecto, el acompañamiento obligatorio. Invito al lector a que oiga de nuevo Rocayisa o Sor Bulería. De pronto hemos vuelto a nuestros días, abruptamente. Los melismas en arameo, de pronto, se han convertido en esta efervescencia, esta alegría, este tocar gitano. Inolvidable. La guitarra de Manuel Moreno Junquera te impide pensar, te ha atrapado desde los primeros compases. Ya no es posible destacar que viene de una guitarra perfecta sino desde una manera espectacular de abordar el poder del flamenco. Llega del Cielo este misterio a las manos. Finalmente es una guitarra tan expresiva que no compite con la perfección, no entra en otros terrenos. Marca el compás y calla cuando es necesario, si se pone al servicio del cantaor y el cante. Por eso a menos que preguntes, Jerez llora su ausencia, se rompe la camisa por el dolor, la pena y las tragedias de la vida. Y de lo único, lo inefable. San Juan de la Cruz.

Porque tocó al Jerez de los siglos, a todo Jerez.

_______ Enrique Montiel
Revista Al Yazirat
Nº 27_NOV 2023

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