jueves, 20 de enero de 2011

El Pinsapar / EL MAR EN LA VENTANA



_______ El mar en la ventana

Me habian contado que desde las ventanas de la planta de arriba de la vieja cárcel de Cádiz, las que miran a la iglesia del Nazareno de Cádiz, en las madrugá de los jueves santo, los presos cantaban a Nuestro Padre Jesús por la salud y por la libertad. Desde el dolor de la prisión al dolor de la Pasíon, desde la cruz del encierro a la cruz sobre la que sería clavado nuestro Señor.

Algunos mirando ese ángulo de la Cárcel Real en donde se veían las manos de los presos agarradas a los barrotes cantando las saetas creían oír los ecos del dolor del cante y la súplica a la imagen del Hijo de Dios pero no conozco a nadie que imaginara o dejara escrito que en la trasera del edificio, la que da al mar, una larga sala, de norte a sur, servía de dormitorio de los presos y que desde esas ventanas se veía el mar de Cádiz, el mar por donde cada día se ponía el sol.

Hoy, cuando se inaugure la primera exposición en esa sala de la Casa de Iberoamérica, que es el nombre de lo que en Cádiz siempre fue la cárcel, la Cárcel Real, quienes miren por la ventana el mar que espejea en el atardecer, el mar movedizo de algunas mañanas ventosas, el mar que rebrilla en los veranos, el mar de la libertad, quizá imaginen los incontables soliloquios de aquellos presos asomados a la ventana, la infinita melancolía de la libertad ausente. 

En la sala de la planta baja ya se ha inaugurado la primera, el siglo de existencia de la Real Academia Hispano Americana. El acierto de su Comisaria, la académica Rosario Martínez López, directora de las bibliotecas municipales de Cádiz, ha consistido en realizar una muestra muy expresiva del significado de una institución cultural nacida al calor del primer centenario de la Constitución de 1812 por un alcalde realmente magnífico de Cádiz, el doctor don Cayetano del Toro, un verdadero visionario de la ciudad y su futuro. En el calor de la inauguración, la actual directora de la Real Academia, Carmen Cózar, viendo la conversión de la cárcel en un centro de cultura y de libertad, se lo recordó a la alcaldesa Teófila Martínez, a quien comparó con el alcalde de 1910. 

En las viejas fotos, en los óleos, la hemeroteca, los objetos, las publicaciones, las personalidades académicas (Pelayo Quintero, José María Pemán, Del Toro…), en la relación de "Correspondientes", en los actos solemnes de la vida académica… Está la otra historia de Cádiz, el paso de un siglo sobre las costumbres, los atuendos y las modas, las aficiones y las aflicciones.
Pero yo quería resaltar esa ventana de la vieja Cárcel Real, las ventanas que daban al mar...

Diario de Cádiz
El Pinsapar
2011 01 20_



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