jueves, 6 de enero de 2011

El Pinsapar / COPTOS DE ASWAN















______ Coptos de Aswan

Por la ribera del Nilo se sube una pendiente suave hacia el Museo de los Nubios, en Aswan. Está el río, siempre con caudal y velas blancas, la otra orilla con verdor y poco más allá el desierto. En el lado del caserío, un parque, una avenida con muchos bazares, palmeras y edificios a la europea, como de viviendas de VPO con pretensiones. Y enseguida una construcción rodeada de un muro con puerta amplia de forja. Es la catedral cristiana de Aswan.

Es domingo, o festivo, no recuerdo, de invierno. Hay un sol luminoso, que todo lo cubre con la luz sin sombras del mediodía. No veo al entrar la típica garita de la Policía del turismo, la plancha de acero pintada de negro que hay en todos los hoteles, en todas las ruinas, en muchos edificios de El Cairo y otras ciudades egipcias. Con el policía de poco marcial uniforme con su AK 49 en las manos y fumando. Están ahí desde poco después de la masacre del templo de Hatshepsup, en la explanada de Deir el-Bahari. Porque el turismo es la primera industria de Egipto.

La catedral de Aswan es un edificio imponente para las pequeñas iglesias coptas del país y nada más subir los escalones que nos llevan a la puerta se oyen los preciosos cantos de su rica y ancestral liturgia. Niños corretean en las salas de catecúmenos al cuidado de miembros de la comunidad mientras sus padres y hermanos mayores, a un lado, y las mujeres al otro, asisten a la misa, larga, prolija y rica de señales y símbolos que desgraciadamente no conozco. Como el idioma en el que cantan y predican, que es el mismo de las mezquitas, el mismo de Egipto. El árabe.

El "concepto" está en las antípodas de las imponentes catedrales cristianas de europa, en donde la entrada se adquiere con un ticket y raras veces se asiste a una ceremonia religiosa, reservada a capillas aisladas u otras iglesias. Los cantos subyugan. Los de los oficiantes y los de los fieles.

En Alejandría hay otra importante iglesia copta. En la medianoche del viernes al sábado, una potente bomba asesinó a 21 personas e hirió a 79. Cientos de personas habían acudido a la Misa del Año Nuevo. Aunque inmediatamente las autoridades informaron que se trataba de un atentado perpetrado por "extranjeros" el mundo entero tuvo claro que se trató de un nuevo zarpazo a una minoría cristiana en un país de mayoría musulmana. La sangre de los mártires enfureció a los cristianos de Alejandría, que fueron a las puertas de la mezquita a pedir justicia. La vieja historia de las creencias profundas, utilizada como armas mortales, se desarrolla en el hermoso país de los faraones. Israel es la meta, los coptos fueron otra excusa.

Diario de Cádiz
El Pinsapar
2011 01 06_



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