domingo, 7 de noviembre de 2010

LAS CANTERAS






Mirándolo bien, que dice la Andalucía sabia, si está el mar de una bahía perfecta, y en su derredor queda un bosque, después de la insania del español machadiano, que incendia los pinares, y a ese bosque se llega en tres padres nuestros y dos avemarías, ¿a quién damos gracias?

Es Puerto Real, fundación de los reyes de Castilla y de Aragón, don Fernando y doña Isabel, llamados los Reyes Católicos. Con el fundo trazaron una muy generosa linde de propiedad. Digo que donde no está el mar de la Bahía de los Mitos está la tierra de este Concejo multisecular, con su caserío blanco, sus diques, las grúas pórticos, las calles trazadas a cordel y el milagro de sus Canteras, el bosque domesticado y bosque, con sus altos pinos que trenzan el árbol de la maravilla de la mirada. Forma parte de los sitios que amo, de los lugares mágicos. Es el pinar hermano del pinar que tenía en los ojos Rafael Alberti cuando llegó a Madrid con una infinita nostalgia del mar.

Las fotos son mirar y hacer un clic, es lo que hice esa tarde inolvidable por los carrizos de arena entre las retamas, el matorral y los troncos de los pinos.

Suspiro ahora recordando el paseo de la mano con mi Claudia... 





Se trata de mirar para arriba y ser como el cirujano que abre con el bisturí sin pensar que tras la piel y el hueso anida un alma. Por eso mejor no pensar, mirar y clic, mirar y clic. Para este día, esta noche, en que uno hace partícipe de la maravilla de un pinar y un cielo al mundo entero.


Esta imagen da el trenzado que, alguien dijo hace más de mil años, era España, en donde una ardilla podía ir de Gades a Donosti saltando por las ramas de los árboles. Soñar no cuesta nada. Soñar con ser ardilla saltarina, juguetona, pacífica con sus nueces y su mirar nervioso al depredador asignado...

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