miércoles, 2 de mayo de 2007

Calle Real / BANDERAS REPUBLICANAS




_____ Banderas republicanas

Le preguntaba no hace mucho al líder de Izquierda Republicana de mi pueblo que cuál era la razón por la que su partido usaba como bandera de partido la que, en teoría, fue la bandera de España durante la II República. Creo recordar que no supo darme una razón convincente, es más, lo tuvo como algo sorprendente. Le recordé que la actual bandera vasca, la llamada ikurriña, fue en origen la bandera del PNV. Como tantas otras cosas, este partido impuso su propia bandera a todos. No es el caso de la cuatribarrada pero puede que lo sea de la andaluza, bandera ideada por los primitivos “regionalistas” `para sí mismos en el origen del nacionalismo andaluz. Como casi todas las autonomías de España son recientes, sus banderas son creaciones aceptadas por los votantes de los respectivos estatutos. Y sin embargo, más de 70 años después del inicio del desastre de España, cada vez más, la tricolor republicana viene apareciendo en las manifestaciones y en las concentraciones. La hemos visto en la Cibeles del mismo modo que pude verla en San Fernando, oh paradoja, a los pies del caballo del General Varela el pasado 14 de abril. Normalidad. Quiero decir que no pasó nada, ni siquiera una multa gubernativa como refería este diario que ocurrió en 1932 en la estación de Cádiz a unos ciudadanos que gritaron ¡Viva España! a los ¡Viva la República! de un ministro que salía en el tren tras una visita oficial a la capital de la provincia.
 
La libertad de expresión debe ser sagrada para todos y los poderes públicos deben velar por ello. O sea, proteger a los ciudadanos que en el uso de esa libertad quieran sacar a pasear la bandera constitucional de España por las calles de las ciudades y pueblos del País Vasco o Cataluña, a donde puede que ni dejen pasear la tricolor por haber sido la de la España republicana. Conclusión: que sea lo que Dios quiera. Porque esta cosa de extraer del pasado atroz una referencia emblemática, cuando se ha pensado que todo estaba superado, tanto que hasta el PCE de Carrillo puso la española junto a la roja de la hoz y el martillo, es, como algunas otras cosas, literalmente de locos.

Se acerca el viejo debate de monarquía-república de la probable mano de Rodríguez Zapatero, y es posible que nos veamos en las urnas por este motivo. No será un debate entre democracia y dictadura porque la monarquía coadyuvó decisivamente a la instauración de la democracia en España, a su defensa y a su fortalecimiento. Será un debate huero, de enfrentamiento entre españoles. Lamentablemente, como la historia nos tiene fatalmente acostumbrados.

Diario de Cádiz
Calle Real
2007 03 05_

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