jueves, 29 de marzo de 2007

LOLA















Confesión de parte: Lola me ha producido siempre arrobo. Cuando la veía hablar en la televisión me quedaba boquiabierto. Fue un raro ejemplo de transmisión espiritual. Quien dijo que no sabía bailar, ni cantar pero que no nos la perdiéramos, sabía lo que decía. Fue un personaje tan apabullante que el personaje sepultó a la persona, que tambien debió ser apabullante. 

Andando el tiempo me encargaron un texto sobre Lola. Lo escribí con verdadero placer: Mi Rosario, mi Lolita y mi Antonio. Porque esa vertiente de madre coraje de Lola Flores era esencial y determinante.


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