_____ Horizonte otoño
Desde el minuto uno. O sea, la noche del domingo, a las 23:01. Supieron que en otoño viene la gran batalla, que la decisión está casi tomada, cerrarla con IU por si fueran necesario, de nuevo, sus votos para un gobierno, y preparar secretamente todo. Más que nada porque han visto a un futuro candidato desubicado, de telonero en las europeas. Mucha sonrisa y el guión trazado pero sin nervio, sin fuelle. De aquí para allá no diré noqueado pero sí aturdido. Dos meses no han sido suficientes para la embestida, ni lo que le espera. Por eso jugarán a lo seguro. Consolidar el poder en Andalucía, a ser posible sin que se le suba a las barbas de nuevo una Consejera. Y organizar la transición, la sustitución de Rubalcaba, frenar la sangría en Cataluña y volver a ser lo han sido.
Susana Díaz gusta, su modo de acercarse a la gente, su firmeza y determinación (cuando menos gestual), su ser mujer. Va directa y es una andaluza, se comporta como una andaluza, si se me entiende. Se ríe y no le tiembla el pulso, aunque está por ver esto último cuando le llegue el pulso de verdad, que le ha de llegar. No cogerá desprevenido a nadie pero puede que con el paso cambiado a algunos no cabe duda. En junio los socialistas harán su congreso extraordinario y Andalucía volverá a tener el peso que siempre ha tenido en el socialismo español. Desde Suresnes. Van a interpretar voto a voto lo que ha pasado aquí. Los ingenuos creían que la corrupción sería un freno definitivo pero la corrupción no es unipolar, afecta a muchos, a todos. Así que se ha hecho un factor común. Han sido otros los condimentos de estos comicios europeos. Es como el fin del bipartidismo, denostado por algunos que no son partidarios para nada, que lo son del partido único. Vanguardia del proletariado militante o vaya usted a saber. España es plural, suelen decir todos, con la boca chica. Es verdad. En cuanto frenen la sangría por los flancos, volverán los dos grandes partidos. Y si todo se pone más que feo, pues como en Alemania, una gran coalición contra las mentiras nacionalistas, los embustes gordos de derechos que no lo son. Y la unidad de España en una democracia sin corrupción, un Estado que funcione, que dé satisfacción a los ciudadanos y no ocurran cosas como la de ayer en Toledo, que una mujer se llevó muriéndose cuatro horas en Urgencias del Hospital de Toledo y finalmente se murió allí. Otoño es la palabra, ya todo es otoño en Andalucía. Desde el domingo.
Diario de Cádiz
El Pinsapar
2014 05 27_
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