jueves, 30 de octubre de 2008

Calle Real / LA CARTA
















_________ La carta

Mi admirado Paco Melero le ha escrito una carta al General Varela en Infomación. Como su recuadro de libertad se llama "El loco de las salinas" puede escribir lo que le dé la gana, o sea, desde su abuelidad asumida felizmente como un regalo de la Providencia, que comparte con mi buen amigo Pedro González Tuero y conmigo, hasta esta carta a la estatua del General Varela, llena de guiños literarios e intenciones honradas de ideas propias. Al modo cervantino, por cierto. Pone sobre la mesa el destino de la estatua ecuestre de nuestro bilaureado general, en la que establece una suerte de diálogo con el alcalde de Bernardo, que no tiene pensado, a lo que parece, aprovechar la circunstancia de la remodelación de la plaza del Rey para buscar una nueva ubicación que evite actuaciones futuras de otros gobernantes. Y le recomienda que le busque un digno nuevo emplazamiento, que el propio General Varela tiene como algo asumido en el contexto de su diálogo inteligente que mantiene a dos manos con el redactor de la carta y el alcalde actual.

El tándem De Bernardo-Pedemonte, responsables de todo lo que está ocurriendo en La Isla, sea bueno o malo y, por lo tanto, de lo bueno y de lo malo, no creo que esté para abrir un nuevo frente de conflictos. Es de las herencias que van a dejarle a Fernando López Gil cuando llegue a la alcaldía isleña, que serán muchas y bastante envenenadas (algunas). En su esquema de ciudad no está, al parecer, contar con una plaza abierta que tenga como decorado la imponente fachada (restaurada) del palacio municipal. Para una coronación de la Reina de las Fiestas del Carmen y de la Sal, una Jura de Bandera como las que se hicieron en el pasado ni cosa alguna, un concierto popular, un gran acontecimiento. Nada.

Lo sabe hasta el propio bronce del General Varela, que lo ha dicho en la carta que ha escrito Paco Melero, con todo el arte. Es una cosa más de las que hay. Antonio Moreno fue perdiendo lastre en la estatua para retrasar una decisión que será irrevocable. Quitándole las leyendas susceptibles de ser denunciadas, como la liberación de Toledo durante la guerra civil, y dejando la historia marroquí, más defendible en los tiempos que corren.

No es no asumir la historia (a saber lo que piensa de verdad De Bernardo de José Enrique Varela Iglesias, y la propia Mamen Pedemonte), es gobernar, soñar una ciudad mejor que procure la felicidad de los vecinos y evite enfrentamientos. Pero… 

Diario de Cádiz
El Pinsapar
2008 08 30_

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