Aquella noche ardió completamente. En el fuego se quemaron las esperanzas. Las imágenes se han repetido en libros, diarios, películas. Son puro blanco y negro. Antes, o después, se editaban otras de quemas de libros o desfiles de antorchas. El mejor destino de las urnas era su destrucción. En esta locura asesina cifraron sus esperanzas aquellos alemanes desgraciados y trágicos. Su locura criminal costó millones de muertos, destrucción, saqueos y rapiñas, progromos, asesinatos, genocidios. Europa se autodestruyó, en cierto modo, nuevamente.
Estuve mirando aquellos muros de nuevo levantadas en donde se puso en pie la dignidad de un gran pueblo.
"Der Deutsche Bundestag ist das höchste Verfassungsorgan der Bundesrepublik Deutschland und das einzige Staatsorgan, das direkt vom Volk gewählt wird. "Alle Staatsgewalt geht vom Volke aus".
... Todo poder del Estado emana del pueblo.
Estaba cerca del kilómetro cero de Europa, centro de una locura criminal que nunca debe volver. Sería la capital de un Imperio que se llamaría Germania. Hoy es la gran nación que siempre fue, unificada, pacífica, laboriosa y europea.
Sentí tantas emociones, pensé en tantas cosas esa tarde en Berlín...
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