No estuvo entre mis cálculos (lo que equivale a decir entre mis sueños) ponerme la camiseta azulina primitiva del C. D. San Fernando, pero Enrique, que es muy de los Lakers, y de Magic Jhonson, muy de camiseta, me la ha regalado y obligado a poner. Tiene número y el apellido de mi padre y de mis abuelos. Fuimos con ellas y el equipo ganó 4-0.
Quedan dos partidos para el ascenso a Segunda B. Miles de cañaíllas, felices. Y yo, por supuesto. Mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario