jueves, 29 de abril de 2010

EL PINSAPAR / MONTILLA Y MAS


______ Montilla y Mas

Un parlamento puede aprobar una barbaridad. Un parlamento democrático, también. La constatación de este hecho hace necesaria una instancia superior -y distinta- que entienda sobre el supuesto. Si en la República de Weimar un tribunal hubiera ordenado anular las leyes anti judías (por contrarias a la Constitución alemana vigente) aprobadas por el parlamento alemán y propuestas por el gobierno de Hitler, sobreponiéndose a la dictadura imparable, y criminal, que se avecinaba, otro distinto hubiera sido el destino de Europa. Y de Alemania, claro. Algunos nazis, que no saben que lo son, le dan al parlamento el valor de instancia suprema. Digo que el Parlamento es depositario de la representación popular pero puede tender a considerarse la propia soberanía popular en sí misma. Es una tentación tan peligrosa que la historia política ha realizado delicadas intervenciones para evitarlo.

No exactamente igual pero con algún ribete peligroso se puede entender lo de Montilla, el llamado pacto Montilla-Mas, sobre cuatro pivotes de calado: constitucionalidad del Estatut (como si fueran ellos y su mayoría parlamentaria competentes para establecer la constitucionalidad de algo), renovación del Tribunal Constitucional (¿por decreto inconstitucional?), reforma de la Ley Orgánica que lo regula (cuando está en proceso la Sentencia sobre la constitucionalidad del Estatuto de Cataluña) y que el Tribunal se declare incompetente para juzgar este Estatuto de la discordia y el enfrentamiento (sin comentarios). El presidente Rodríguez Zapatero, que cree en la constitucionalidad del Estatuto, al parecer, ha pedido "sosiego" a todos. Estupendo.

Miramos a Grecia de reojo, oímos de los informes que hablan de la marcha de la economía española, asistimos atónitos al tema del agua, que es alucinante, y encima, este huevo duro. El envarado Molt Honorable President Montilla firma con su peor enemigo el reparto de los despojos de un cisma que puede poner al país patas arriba. Azuzados, además, por quienes nos van a decir que España no permite el "encaje" de Cataluña "en España" del mismo modo que Ibarretxe pedía con su frailuna sonrisilla malévola una relación "amable" con España, acusando a España, naturalmente, de la patada en el culo que le dieron cuando le rechazaron el proyecto inasumible de reforma del Estatuto vasco.

Como lo que se decía cuando era niño: no quieres arroz, dos tazas. ¡Pero si estamos todos mirando por dónde nos va a llegar la pedrada! La angustiosa situación económica de los ayuntamientos españoles (de todo signo, eh), que puede que muchos echen el cierre antes de otoño, ¿no es más importante que esta pseudo revuelta Montilla-Mas, esta especie de golpe de Estado de palabras que quieren tirar todo abajo porque creen que no les van a dar la razón sin considerar la sola posibilidad de que no la tienen? Palabra sobre palabra habría que poner los verdaderos dramas de España, y de los españoles (España sin españoles no es nada). Pero no, está esto...

Diario de Cádiz
El Pinsapar
2013 04 29_

domingo, 11 de abril de 2010

Calle Real / VAN OCHO

















_____ Van ocho

La Cámara de Cuentas está hablando ahora de ocho, no siete coma ocho, no, ocho, ocho millones de euros. Cuando termine el cómputo imagino que sabremos a cuánto ascenderá aunque no está garantizado que sepamos en dónde estará el dinero de la Caja Municipal. Presumiblemente (que no falte de nada en esta letanía). Es curioso, el lenguaje tiene esto, según se mira. Por ejemplo lo que acabo de decir, que el dinero es "de" la Caja Municipal, no "nuestro" dinero, nuestro, de usted, amable lector, y mío. Y de los ciudadanos de esta ciudad ayer enloquecida por el viento de levante, bendito sea pese a todo porque secará la humedad de las lluviosas últimas estaciones. De los cañaíllas, o los isleños, insisto. De nosotros, los que vivimos aquí y aquí pagamos nuestros impuestos. Y penamos.

Van ocho, o son ocho millones de euros los esfumados, entiendo que ha dicho la Cámara de Cuentas. Y que en todo este tiempo se hicieron tres arqueos, tan sólo. Y otras letras menudas que tampoco serán suficiente para que la delegada de Hacienda municipal presente su dimisión irrevocable. Ni lo haga el señor alcalde, claro. Ni la una ni el otro tienen nada que ver con esto, nada de nada. Y los que pensamos que alguna responsabilidad política tienen lo que somos es lo que somos, unos vendidos al oro de López Gil o cosas peores, vaya usted a saber.

Lo cierto es que ocurre casi siempre lo mismo, lo dicen en Galicia muy a menudo: pasado el día, pasada la romería. Pero no, porque la Cámara de Cuentas es el cuervo negro que no se va del jardín, graznando ahora que ha subido lo robado, o desaparecido, o se ha perdido por los vericuetos informáticos de los arqueos mal hechos y los distintos procedimientos por los cuales alguien se lo fue llevando día a día, o cada fin de semana, o como sea que sea que se lo fueron llevando, porque la Caja Municipal era eso, que el dinero estaba allí y en realidad no estaba, se lo habían estado llevando y sólo había números engañosos, informáticas mentirosas, caras de no tener ni idea de lo que estaba pasando, había pasado o seguiría pasando si alguien no se da cuenta de la barbaridad que en algún sitio estaba escrito, que en la Caja Municipal había tanto dinero que no cabía físicamente. Más o menos. Pero estamos mareando la perdiz, están. La Cámara de Cuentas, de vez en cuando, nos saca del ensimismamiento. Porque estirar el punto inicial hasta no sé cuál interventor, o tesorero, o a tal alcalde, ya no se sabe si es táctica defensiva, barullo, disturbio, ruido. O es que aquí ha habido tal lío que lo que de verdad conviene es hacer borrón y cuenta nueva, si fuera posible. Empezar de nuevo. Desde cero.

Van ocho, es la peor noticia. La carta a Arenas, ante este lío, una anécdota. Aunque no lo sea.

Diario de Cádiz
Calle Real
2010 04 11_


sábado, 10 de abril de 2010

LIBERALES 2010




Pocos, no somos una multitud, pero ahí estamos, es lo que somos, lo proclamamos: creemos en la libertad, en la separación de poderes, en el individuo, en la persona, en la soberanía popular... 

Nos encanta la Constitución de Cádiz. Por eso, cada 19 de marzo, tenemos una cita imprescriptible. No faltamos.