______ Archivos, archivar
Los hijos de Fernando Miranda, que aman tanto a esta ciudad nuestra como lo hizo su padre, y tan desinteresadamente, quieren donar al Archivo Municipal su colección del “Mirador de San Fernando”. Para que esté a disposición de los investigadores o de las personas interesadas en conocer la “versión” de los hechos locales que dio el modestísimo semanario que se mantuvo en pie y no faltó a la cita de los lunes en decenas de años. Creo que no tienen noticias aún, no les han dicho ni pedido hora y día para ir a recogerlos en la casa de los Miranda Bretones. ¿Lo entiendes? Yo, tampoco.
Puede que no sea la primera donación que no encuentra la lógica respuesta municipal. Pienso en archivos privados, colecciones de cosas. Sé, por ejemplo, de alguien que posee una muy interesante colección de libros de medicina históricos. Puede que quisiera donarlos también a San Fernando. Pero esencialmente quisiera hoy hablar de don Eduardo Quintana Rodríguez, nacido en El Ferrol en 1860 y trasladado a San Fernando, en donde vivió ya para siempre y a cuya ciudad, historia y hechos, dedicó gran parte de sus esfuerzos intelectuales.
Mi amigo Diego, que se sabe la Biblioteca Lobo y el Archivo Municipal “de memoria”, me dijo que en el Archivo se custodia un volumen de la Historia de San Fernando, manuscrito e inédito. Y otros “papeles” de don Eduardo. Por lo menos se conserva un volumen, buscarse podría el primero, también entregado a la Ciudad y perdido en el laberinto de su historia. Comprendo que hablo de cosas muy distantes de Jalogüin y del resto de las otras cosas que, creen los políticos, llenan las urnas de votos. ¿A quién le importa que se guarde en el Archivo el manuscrito de la nuestra historia local escrita a finales del siglo XIX por Quintana? O que exista una colección del “Mirador de San Fernando”, el semanario local que traía siempre los lunes una buena crónica del San Fernando CD y las más importantes noticias de la semana en la ciudad. Voy a tener la satisfacción de acompañar a una persona, familiar directa de don Eduardo, al Archivo, para que le puedan mostrar ese manuscrito de nuestra historia y otros documentos del escritor gallego afincado en la Isla para siempre.
Es una parte de la política municipal que hizo muy infeliz a mi amigo López Garrido, el anterior Archivero-Bibliotecario, una persona de una enorme valía que sufrió la incuria de la institución municipal. O mejor dicho, de los munícipes que han gobernado años y años la Isla. Todos.
Diario de Cádiz
Calle Real
2025 11 16_

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