jueves, 21 de octubre de 2010

El Pinsapar / EL "DOSSIER"

















_____ El "Dossier"

¿Pedirá la nueva ministra de Asuntos Exteriores del Reino de España, en cuanto llegue a su despacho, el dossier Gibraltar? No lo he visto pero debe ser uno de los más voluminosos del viejo palacio de Santa Cruz, debe ocupar una estancia entera. Y sin duda que estará a rebosar de agravios, trampas, porquerías, vergüenza, desatinos y frustración. Aún le queda un apéndice definitivo pero cualquier día cogen a Dios distraído, y a su Divina Providencia desprevenida, y revienta un tanque de gasóil que enmierdará toda la bahía de Algeciras, el Estrecho y el norte de África. Para esta ocasión, el ministro principal de la Roca, míster Caruana, tendrá preparado su discurso exculpatorio. Porque siempre es como quien dice: ni un paso atrás ni para tomar carrerilla.

Ahora el astuto acaba de lanzar un órdago a la diplomacia española sobre un litigio que promete: las aguas territoriales. En el Tratado no se contemplaban, al parecer, pero a estas horas Utrech es un papelucho sin valor y por eso le dijo a Moratinos, o a Rodríguez Zapatero vía el ex ministro, que se vaya a la Corte Internacional y pregunte, o demande. Si lo hace y pierde (pleitos tengas y los ganes, dice la maldición gitana), gana. Si no lo hace, gana también porque se trataría por el camino del silencio positivo de la aceptación del hecho que España viene negando. En eso ha consistido la astucia desde el principio, en ganar siempre. A tiros o sin dar un tiro. Porque detrás tenía a la Royal Navy, o al primo de Zumosol, porque delante había una debilidad penosa. ¿Como ahora?

La nueva ministra de Asuntos Exteriores del Reino de España tiene una cosa muy natural y positiva, que sonríe mucho. Sí, en verdad no la he visto nunca sin sonreír. No es en esto como Caruana que tiene la cara como si fuera a saltar sobre ti en un momento dado. Es un caso extraordinario este hombre. Se trata de un alcalde de pueblo que cuando quiere nos mete las cabras en el corral. A España, digo. Ni un paso para atrás, ya decía. Así el aeropuerto, así todo. No tiró la verja pero impedirá que se levante de nuevo. El argumento era que sin la verja nos querrían más. Fue infalible. Se refería a más… lejos. Y encima el petróleo que puede llegar hasta Casablanca será "español", como el dinero que se lava sin parar en las centrifugadoras de la Roca. Una parte importante, español.

Recuerdo que el dossier de la explosión de Cádiz era el más voluminoso que había en el Estado Mayor de la entonces Capitanía General de San Fernando. Y seguía siendo secreto 30 años después. Lo de Gibraltar es de novela de Ken Follet, con este personaje avieso, Ministra.

Diario de Cádiz
El Pinsapar
2010 10 21_


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