jueves, 17 de junio de 2010

El Pinsapar / VIAJEROS POR CÁDIZ


__________ Viajeros por Cádiz

Espronceda, el gran poeta romántico de Almendralejo, tiró al mar de la bahía las dos pesetas que tenía en el bolsillo “para no entrar con tan poco dinero en ciudad tan rica”. Lo supimos el pasado lunes, lo contó en su discurso de ingreso como Numerario de la Real Academia Hispano Americana José Pedro Pérez Llorca, un gaditano esencial que ha viajado por Cádiz durante años por el espacio reducido de su biblioteca. El viaje del lector de libros de viajes es más que una iniciación, es una sorpresa, la sorpresa de no haber visto lo que otros vieron antes, no haber pensado lo que otros pensaron sobre el espacio del amor a Cádiz, no haber conocido –in situ- ese estrato de la ciudad ya sepultado en el olvido o en la imposibilidad.

Verdaguer, viajero por Cádiz, impresionó sobremanera a Pérez Llorca. Capellán de la Compañía Trasatlántica en los vapores que hacía ruta desde Cádiz a La Habana, autor de La Atlántica, que musicó Manuel de Falla, como es conocido por todos, refiere que “El puerto de Cádiz es de los mejores del mundo... “ Y añade “La ciudad es muy blanca y limpia, se usa mucho mármol y una especie de piedra tosca (...) En las iglesias hay devoción, pero, como en Cataluña, hay más en los cafés, casinos y tabernas”.

Refirió el nuevo Académico un dato no muy conocido sobre el Mosén, que recopiló la famosa cantiña “A Cai no le llaman Cai / que la llaman relicario”, etc. O esta otra tan hermosa y llena de melancolía: “Adiós Cádiz adiós Cádiz / en ti dejo mi cariño / pero seré golondrina / que vuelva pronto a su nido”.

La experiencia de ser viajero por Cádiz, en el caso de los ingleses, formaba parte de un “tour” que, en cierto modo, completaba la etapa de formación. De aquellos “tours”, explicó Pérez Llorca, vino el “touring”, vino el “turismo”. Ya sabíamos que una ciudad de 3000 años de historia había tenido viajeros, desde el principio. Y también en esa etapa entre la leyenda y el mito supimos de Strabon y otros escritores griegos y romanos. Más la sorpresa de saber que “el dinero es allí muy corriente y más que en ningún sitio de Europa. Es también allí adonde llega todo el de las Indias, lo que hará que sea allí todo muy caro”.

Siempre es sorprendente cuando nos ven y comparamos con cómo nos vemos. Pasa con todo. Pérez Llorca, desde una amor sereno, como ya de vuelta de muchas pasiones, ha apresado en unas páginas brillantes, en un discurso lleno de convicciones, informaciones e iluminaciones, el factor común de todos los Cádiz que han tenido existencia en este territorio mágico en donde transcurre nuestra existencia. Cádiz como “ave fénix” fue la conclusión del nuevo académico. Ojalá.

Diario de Cádiz
El Pinsapar
2010 06 17_

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