______ El qué hacer nuestro de cada día
Qué hacer. Ahí está el quid de todo lo que nos pasa. Qué hacer. Digo si sumarse a la huelga general, si finalmente es convocada. Traerse a casa los ahorrillos que están en el banco (si hay ahorrillos). No gastar. Austeridad máxima. O gastárselo todo, carpe diem. Qué hacer, digo. Lo mismo que el gobierno, o al menos esa impresión da, que no sabe qué hacer, o no lo ha sabido hasta hace pocos días, cuando -al parecer- ha obedecido las instrucciones-sugerencias de "Europa". Y ha hecho los recortes y las congelaciones a la carta. Que no es plato de gusto en ningún caso, aunque lo vendan como el sacrificio inevitable que hay que hacer para salvar los muebles, que se los comen las polillas del despilfarro, el déficit y la alegría de la huerta de los años que fuimos Marylin.
Los primeros que no saben qué hacer son los sindicatos, que puede que estén amagando para no dar el mingo de una huelga general que no sea ni huelga ni general, con lo duro que sería eso. Pero claro, si se empieza a hablar en serio esta cosa de la reforma del mercado laboral, que es la construcción eufemística del despido barato y otras cosas que mejor ni mentarlas, pues entonces vienen los qué hacer. Los empresarios, al parecer, lo tienen más claro. Porque ven cómo merma la producción, disminuye la venta y los costes sociales van descapitalizando la empresa. Así nos dicen que o reforma del mercado laboral y concurso de acreedores. Mientras sube el paro y disminuye el ingreso de dinero en la Seguridad Social. Si aumenta el paro, quiero decir.
Siempre recuerdo el programa de sabiduría popular machadiano: "¡Qué difícil es, cuando todo baja, no bajar también!" Juan de Mairena describe, no enjuicia, ni siquiera critica. Es como ahora, este tobogán al que se pretende cambiar la inercia para que no nos demos un jardazo grande. Con el 5 por ciento de promedio del recorte a los funcionarios y la congelación de las pensiones. Y este aún desconocido "impuesto especial contra ricos" con el sagrado principio del pague más quien tenga más, o sea.
Muchos se malician que están buscando tela donde meter la tijera. En los tiempos pretéritos, todo más rústico como se puede imaginar, las alcabalas llegaban hasta cosas inimaginables. Queda mucho trecho todavía al corralito argentino y al manotazo argentino a los fondos privados de pensiones, mientras vivamos en Ca don Euro hay esta tranquilidad, pero vamos, hay cosas que mejor no mentarlas. De ahí este qué hacer presidencial, este qué hacer vicepresidencial y este qué hacer gubernamental... Y la oficina secreta de recortes buscando el equilibrio imposible entre el recortar y el no gastar... Como locos con este qué hacer nuestro de cada día.
Diario de Cádiz
El Pinsapar
2010 06 10_
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