domingo, 20 de junio de 2010

Calle Real / ANTONIO MORENO



_________ Antonio Moreno

Vaya por delante. Todo lo que tengo pensado escribir es pura especulación. No he hablado con Loaiza, ni con Arenas, ni con Sanz. No he hablado con Antonio Moreno. Sé, de un modo intuitivo, lo que puede saber cualquier persona. Que puede ser verdad que la dirección regional del PP haya pensado que Moreno sería el mejor candidato para San Fernando. Que puede que Antonio Moreno, aceptadas sus condiciones (independencia, lista, etc.) haya medio comprometido su aceptación. Que todo iba bien hasta que González Nantes abortó el proceso por los cauces democristianos habituales. Puñal y veneno, como es sabido. Que a Pedemonte el asunto le cayó como un tiro e intrigó como sabe hasta que alguien le dijo en Sevilla que “tatequieta ya”. Que muchos se confabularon y juramentaron. 


Y que, esto ya no es especulativo, el aventar el nombre de Antonio ha causado heridas irreversibles. Porque quien le debe todo a Antonio Moreno (Manuel de Bernardo Foncubierta) no puede decir, sin consecuencias, que “no iría con él ni a la esquina”. Muy muy muy fuerte.

El solo apunte, la sola posibilidad, ha movido los cimientos de la ciudad. En su antiguo partido y en el Partido Popular. Tantos años y tantos favores que ha debido hacer el ex alcalde andalucista han arrojado este saldo de ingratitud. En los foros le han faltado el respeto, han alargado la fecha del principio del robo de la caja hasta una fecha en la que él gobernaba la ciudad (cuando en realidad no sabemos lo robado mes a mes, año a año, y hay un arqueo definitivo, que le ponen a la firma, en la que se afirma, por quienes tenían la obligación ineludible, de que todo estaba en orden). No importa, ahora es tiempo de pin pan pun fuego contra Antonio Moreno.

Alguna vez he ido por la calle con él y le ha faltado tiempo para atender a tantos abrazos y besos, tantos saludos llenos de cariño y gratitud. Tornadizos son los afectos, es sabido. Y voluble el amor del pueblo, al parecer. El Evangelio de San Mateo es definitivo cuando narra los sucesos de Jerusalén, el tránsito del domingo de olivos al viernes de muerte. Moreno no necesita ser Cristo para que lo pongan como a un Cristo. Y lo quieran “sepultar” en el Colegio de La Salle como si eso fuera un castigo, cuando es un regalo. El poder es una mierda cuando hace lo que ha estado haciendo en San Fernando desde que, precisamente, Antonio Moreno tiró la toalla sin que nadie nos lo haya explicado. Desde luego yo no soy equidistante, ya que estamos en abierta confesión. Siempre me he tenido por amigo de Antonio, aunque no he participado de sus ideas nacionalistas. Ha sido siempre mejor que todos sus corifeos, con diferencia. Los que ahora lo niegan y antes lo adoraban, como la que ponía los ojos en blanco en la cola de los pollos.

El PP tiene ahora un problema, Houston. Antonio Moreno es mucho Antonio Moreno, qué se habían creído.

Diario de Cádiz
Calle Real
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jueves, 17 de junio de 2010

El Pinsapar / VIAJEROS POR CÁDIZ


__________ Viajeros por Cádiz

Espronceda, el gran poeta romántico de Almendralejo, tiró al mar de la bahía las dos pesetas que tenía en el bolsillo “para no entrar con tan poco dinero en ciudad tan rica”. Lo supimos el pasado lunes, lo contó en su discurso de ingreso como Numerario de la Real Academia Hispano Americana José Pedro Pérez Llorca, un gaditano esencial que ha viajado por Cádiz durante años por el espacio reducido de su biblioteca. El viaje del lector de libros de viajes es más que una iniciación, es una sorpresa, la sorpresa de no haber visto lo que otros vieron antes, no haber pensado lo que otros pensaron sobre el espacio del amor a Cádiz, no haber conocido –in situ- ese estrato de la ciudad ya sepultado en el olvido o en la imposibilidad.

Verdaguer, viajero por Cádiz, impresionó sobremanera a Pérez Llorca. Capellán de la Compañía Trasatlántica en los vapores que hacía ruta desde Cádiz a La Habana, autor de La Atlántica, que musicó Manuel de Falla, como es conocido por todos, refiere que “El puerto de Cádiz es de los mejores del mundo... “ Y añade “La ciudad es muy blanca y limpia, se usa mucho mármol y una especie de piedra tosca (...) En las iglesias hay devoción, pero, como en Cataluña, hay más en los cafés, casinos y tabernas”.

Refirió el nuevo Académico un dato no muy conocido sobre el Mosén, que recopiló la famosa cantiña “A Cai no le llaman Cai / que la llaman relicario”, etc. O esta otra tan hermosa y llena de melancolía: “Adiós Cádiz adiós Cádiz / en ti dejo mi cariño / pero seré golondrina / que vuelva pronto a su nido”.

La experiencia de ser viajero por Cádiz, en el caso de los ingleses, formaba parte de un “tour” que, en cierto modo, completaba la etapa de formación. De aquellos “tours”, explicó Pérez Llorca, vino el “touring”, vino el “turismo”. Ya sabíamos que una ciudad de 3000 años de historia había tenido viajeros, desde el principio. Y también en esa etapa entre la leyenda y el mito supimos de Strabon y otros escritores griegos y romanos. Más la sorpresa de saber que “el dinero es allí muy corriente y más que en ningún sitio de Europa. Es también allí adonde llega todo el de las Indias, lo que hará que sea allí todo muy caro”.

Siempre es sorprendente cuando nos ven y comparamos con cómo nos vemos. Pasa con todo. Pérez Llorca, desde una amor sereno, como ya de vuelta de muchas pasiones, ha apresado en unas páginas brillantes, en un discurso lleno de convicciones, informaciones e iluminaciones, el factor común de todos los Cádiz que han tenido existencia en este territorio mágico en donde transcurre nuestra existencia. Cádiz como “ave fénix” fue la conclusión del nuevo académico. Ojalá.

Diario de Cádiz
El Pinsapar
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jueves, 10 de junio de 2010

El Pinsapar / EL QUÉ HACER NUESTRO DE CADA DÍA


______ El qué hacer nuestro de cada día

Qué hacer. Ahí está el quid de todo lo que nos pasa. Qué hacer. Digo si sumarse a la huelga general, si finalmente es convocada. Traerse a casa los ahorrillos que están en el banco (si hay ahorrillos). No gastar. Austeridad máxima. O gastárselo todo, carpe diem. Qué hacer, digo. Lo mismo que el gobierno, o al menos esa impresión da, que no sabe qué hacer, o no lo ha sabido hasta hace pocos días, cuando -al parecer- ha obedecido las instrucciones-sugerencias de "Europa". Y ha hecho los recortes y las congelaciones a la carta. Que no es plato de gusto en ningún caso, aunque lo vendan como el sacrificio inevitable que hay que hacer para salvar los muebles, que se los comen las polillas del despilfarro, el déficit y la alegría de la huerta de los años que fuimos Marylin.

Los primeros que no saben qué hacer son los sindicatos, que puede que estén amagando para no dar el mingo de una huelga general que no sea ni huelga ni general, con lo duro que sería eso. Pero claro, si se empieza a hablar en serio esta cosa de la reforma del mercado laboral, que es la construcción eufemística del despido barato y otras cosas que mejor ni mentarlas, pues entonces vienen los qué hacer. Los empresarios, al parecer, lo tienen más claro. Porque ven cómo merma la producción, disminuye la venta y los costes sociales van descapitalizando la empresa. Así nos dicen que o reforma del mercado laboral y concurso de acreedores. Mientras sube el paro y disminuye el ingreso de dinero en la Seguridad Social. Si aumenta el paro, quiero decir.

Siempre recuerdo el programa de sabiduría popular machadiano: "¡Qué difícil es, cuando todo baja, no bajar también!" Juan de Mairena describe, no enjuicia, ni siquiera critica. Es como ahora, este tobogán al que se pretende cambiar la inercia para que no nos demos un jardazo grande. Con el 5 por ciento de promedio del recorte a los funcionarios y la congelación de las pensiones. Y este aún desconocido "impuesto especial contra ricos" con el sagrado principio del pague más quien tenga más, o sea.

Muchos se malician que están buscando tela donde meter la tijera. En los tiempos pretéritos, todo más rústico como se puede imaginar, las alcabalas llegaban hasta cosas inimaginables. Queda mucho trecho todavía al corralito argentino y al manotazo argentino a los fondos privados de pensiones, mientras vivamos en Ca don Euro hay esta tranquilidad, pero vamos, hay cosas que mejor no mentarlas. De ahí este qué hacer presidencial, este qué hacer vicepresidencial y este qué hacer gubernamental... Y la oficina secreta de recortes buscando el equilibrio imposible entre el recortar y el no gastar... Como locos con este qué hacer nuestro de cada día.

Diario de Cádiz
El Pinsapar
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domingo, 6 de junio de 2010

Calle Real / 1885, LA CARRACA


________ 1885, La Carraca

Lo traía ayer nuestro Diario: “1885 ¡Suspendido el cierre de la Carraca! Júbilo en las calles de Cádiz y San Fernando”. Ocurrió hace 125 años. El redactor de entonces lo hizo tan bien que no me resisto a copiar la literalidad de la información:

“Importantísimos telegramas recibidos ayer por la mañana en nuestra ciudad. El Gobierno ha decidido retirar el proyecto de reforma de la Armada y suspende indefinidamente el cierre del arsenal de la Carraca. Ello supone que los más de tres mil operarios seguirán percibiendo sus jornales”.

El periódico hablaba a avisados, no tenía que dar más explicaciones, pero sí dibujaba un escenario posterior de alivio y respiro. Con estas palabras:

“La alegría en Cádiz y San Fernando es imposible describir. En Cádiz se celebraba la corrida de Corpus cuando en la lidia del cuarto toro apareció un cartel en el palco presidencial: "Arreglada cuestión del arsenal. Viva el Departamento de Cádiz". El entusiasmo fue inmenso. El público, enardecido, no cesaba de vitorear a Cádiz, a San Fernando y al arsenal. El presidente saludaba de pie a la multitud y las señoras, desde sus palcos, agitaban los pañuelos en señal de alegría. La banda de música comenzó a atacar marchas patrióticas”.

Marchas patrióticas. La escena no deja de ser extraordinaria. Corrida del Corpus en la plaza de Cádiz, el cartel y los gritos de los tendidos. Y las marchas patrióticas de la Banda de Música.

“Terminada la corrida las bandas de música recorrieron la ciudad, donde todo era júbilo y alegría. Lo mismo ocurrió en San Fernando, donde varias bandas de música desfilaron por las calles seguidas de una imponente multitud”.

Una imponente multitud en La Isla, principal población afectada por el anunciado cierre del Arsenal. Sin comentarios, pues, a lo que se vivió como una agonía. Era otra ciudad, sin duda. Porque cerraron la Fábrica de San Carlos de mala manera y casi nada pasó. Y el actual Arsenal se ha ido encogiendo y encogiendo y no recuerdo yo que hayan salido las bandas de música tocando marchas patrióticos tras la bandera de España. Sólo con la Bazán se movilizó La Isla, sólo con la Bazán. Porque hubiera sido el cierre de la ciudad.

Ahora es Hungría la que tose y se hunden las bolsas de medio mundo, que acaba de acudir a Grecia a tapar una vía de agua. Con decenas y decenas de miles de millones de euros. Ante esta catástrofe mundial, que ya no sabe uno por dónde explotará el paisaje, la mirada a aquella ciudad que tanto amamos, el ingenuo júbilo ante una decisión ministerial o gubernamental, que llega con diversos telegramas, nos conmueve sobremanera. Venimos de esa Isla, sin duda, ingenua y laboriosa. Miles de trabajadores de las 14 cosechas, el corto sueldo seguro para toda la vida daba para un vivir amable, muy muy modesto pero feliz. Era lo que había, lo que hubo durante decenios pero todo empezó a cambiar un día, cuando nos robaron el amanecer de la ventana. Y silenciaron las sirenas de las fábricas que llamaban al trabajo a La Isla.

Diario de Cádiz
Calle Real
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jueves, 3 de junio de 2010

El Pinsapar / REMEDIO NO TIENE


_______ Remedio no tiene

He mirado el mar desde Israel. Tenía la sensación de que el mar que he mirado toda mi vida estaba en otro sitio. Llegué hasta San Juan de Acre desde el desierto y el olor del aire me emocionó. Mirando ese mar desde una azotea pensé en el camino al revés de aquellos cruzados que murieron -y mataron- por conquistar Tierra Santa. En verdad mi vida cambió en Tierra Santa, lo supe poco después de volver. Nunca nada sería lo mismo. Digo que vi el muro y las calles de los artesanos en torno a Belén. Y Nazaret, Tiberíades, EinKarem... Pero sobre todo subí a la explanada de las mezquitas, que había contemplado desde la ladera del viejo cementerio de Jerusalén, y comprendí que no tenía remedio, el destino de la ciudad estaba inevitablemente vinculado al odio, la lucha sin cuartel y el destino fratricida. Porque el templo de Salomón jamás volvería a erigirse sobre el promontorio, la explanada, el Monte del Templo, sin destruir las mezquitas de Al Aqsa y Omar, que alberga la piedra desde donde Mahoma subió al cielo.

Cualquier noticia -mala- de Tierra Santa la recibo sobre la herida de todos los golpes. Ahora ha sido esta del mar, de la flotilla de la propaganda para que Gaza no sea el horror silenciado en el que están encerrados más de un millón de palestinos gobernados por Hamas, un millón de palestinos sin esperanza si no se logra algún día un escenario de paz, si no se logra una paz duradera que sea antesala de la justicia y con la justicia el progreso, la ley y la libertad.

Frente al mar de Cádiz, que es el mar de espaldas al mar de Israel, qué fácil es la vida y la palabra, todas las vidas y todas las palabras. Pero en el mar de allí, que vi en Haifa, Tel Aviv, Cesarea… está escrita la leyenda de un pueblo que no quiere ser expulsado al mar, el pueblo que sobrevivió al holocausto se ha puesto de espaldas a ese mar para morir, si fuera preciso, antes de volver al mar, perder la tierra de sus antepasados.

¿Lo sabía la flotilla de la propaganda, el altavoz de Gaza, de la situación desesperada de Gaza? ¿Sabía de la voluntad de ese pueblo por morir antes que volver a morir en todos los destierros, en cualquier lejanía del mundo que han fabricado para vivir? Sin duda. Pero penoso es siempre el camino del diálogo, de la paz y de la esperanza. Tejer y destejer, enterrar a los muertos una y otra vez, cargando de odios todas las gargantas, llenando de odio todos los corazones para volver de nuevo, otra vez a los cementerios. Y así hasta el infinito. Qué desgracia.

Diario de Cádiz
El Pinsapar
2010 06 03_