
_______ De los pobres
No he escrito todavía mi artículo del nuevo Papa. Napoleón decía (o dicen que dijo) que cada francés tenía en su mochila el bastón de mariscal. Pues bien, todos los articulistas del Grupo Joly tenemos escrito o por escribir el artículo del Papa Prevost Martínez, de León XIV. Lo hago ahora, he visto la rendija por donde introducir las palabras. Y lo primero que digo es que los cardenales, materia gris a espuertas, y sabiduría, sentido de la historia, responsables de la Iglesia universal, han elegido a un hombre silencioso que habla cuando debe, de frágil apariencia, cercano, de penetrante mirada y una ejecutoria para pensárselo. Porque cambió un presente de éxito por una realidad diferente. El evangelio de Jesucristo hizo posible ese cambio. Como se suele decir hizo una apuesta por los pobres. En Perú. Pobre entre los pobres. Y allí estaba tan feliz cuando el papa Francisco lo llamó al episcopado, para esa diócesis del Perú pobre, la nación que de pronto quiso devolver al mar a todos “los españoles”, el país de Abimael Guzmán y Sendero luminoso. Al que sucedió una dictadura, que es la salida “natural” de las graves crisis de aquella América. Fujimori. Poco tiempo después, el mismo Papa Francisco se lo llevó a Roma y hace dos años lo hizo Cardenal. Todo un fulgor. Es como si hubiera sabido medir los tiempos para que ese grupo selecto de príncipes de la Iglesia lo llamara, casi enseguida, a regir los destinos de la catolicidad por el obispado de Roma. Pensé enseguida en el Espíritu Santo, del que algunos hace bromas. Pero menos bromas.
El electorado del Papa es como una computadora universal de la sutileza, la inteligencia, y la idea de lo que necesita la Iglesia, la institución viva más antigua, el Estado decano de todos los Estados. Han dado el timón de la barca de Pedro a los brazos de los pobres, a un solo hombre que va a proyectar su esencial debilidad a través del cristal de la fortaleza forjada por la fe en un Cristo salvador y una iglesia que de no ser de los pobres no sería la iglesia de Jesucristo.
Nadie puede decir que Francisco haya maquinado todo para este resultado pero hizo lo necesario y puso en las manos de los cardenales esta elección, este buen hombre que escogió el mundo de los pobres como misión de la Iglesia. Para este tiempo, este hombre. Con un trabajo hercúleo por hacer. Pero mientras tanto, por donde va la gente se arrodilla, besa su mano y lo aplaude. Cuando sea serán multitudes. Porque representa la esperanza, niega la guerra, pide el amor de Cristo.
Diarios Grupo Joly
El Pinsapar
2025 05 12_


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