______ Bolaños, póstumo
Ayer leía con menguado interés una entrevista de La Vanguardia a Félix Bolaños. En la clave siguiente:
¿Este hombre sería capaz de leerse ahora como si fuera dentro de 10 años, tal vez 25? Sería muy interesante que nos dijera entonces de sus afirmaciones al periódico de Barcelona. Ya el titular es de sobresalto: “Catalunya ha vuelto y el PP se ve de la normalidad institucional”. Curiosa la equiparación de las magnitudes a comparar: Cataluña y el PP. Secretamente, inconscientemente, en la Cataluña de la que habla el ministro Bolaños no hay PP alguno. Viene sucediendo, este mecanismo mental de la izquierda y el nacionalismo, se trata de un contagio perverso. Pero bueno, harto estamos de oír la construcción lingüística, que lo es sobre todo mental, de Cataluña y España, o al revés. En ambos casos se extrae del cuerpo de la Nación este trozo palpitante llamado Cataluña. Y de esta última el conjunto del que forma parte. No termina aquí el disparate dialéctico. ¿Se ha ido el PP de la ‘normalidad institucional’? ¿Qué es eso? El heredero de los que quisieron poner en pie el llamado Pacto del Tinell, por el cual izquierdas y nacionalistas expulsaban de la normalidad institucional y democrática al PP y demás partidos constitucionales del centro democrático, denuncia ahora una presumible autoexclusión del PP de la, repito, “normalidad institucional”. Demasiado. Es que, además, los ataques al presidente derivados de los mensajes entre Pedro Sánchez y Ábalos, que ahora vamos conociendo, son un ataque a la democracia. Dice. Suena un poco al hemos venido a emborracharnos, el resultado nos da igual. El hacer público los mensajes es un delito aunque lo que realmente sea un delito sea el contenido de estos mensajes que se hacen públicos o los que se irán haciendo público puesto que nos dicen que hay más muchos más… Una mano lava la otra y las dos te lavan la cara, dicen los flamencos. O sea, más o menos.
El frío ministro de Justicia del gobierno español sabe lo que dice, sabe cómo decirlo y conoce el mejor momento para decirlo. Y el lugar. Digo que en La Vanguardia le dice a Puigdemont que ellos han hecho su trabajo a la perfección y que no es su responsabilidad el parón, es de los jueces. Con quienes está completamente de acuerdo en su inmensa mayoría. El ministro Bolaños hace uso del lenguaje sinuoso que dice pero no dice, que calla pero no calla. Por eso quisiera adelantar el tiempo y que ahora estas declaraciones fueran póstumas y conociéramos todo lo que se fue cociendo a fuego lento en esta España de mentiras y violencia contra la verdad.
Diarios Grupo Joly
El Pinsapar
2025 05 20_
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