Miguel Ángel Gallardo ha llegado a formar parte de las caricaturas.
Seguramente como presidente de la Diputación de Badajoz podía haber sido un personaje de alguna relevancia social y poder, las Diputaciones son instituciones de poder con un buen presupuesto para gastar en los pequeños pueblos, por eso sobre todo. Pero el poder detentado no era nada, mantequilla, ante el cuchillo de una Juez de Instrucción que lo había imputado de delitos graves. En concreto tráfico de influencias y prevaricación, creo recordar, puede que alguno más. El resguardo era el aforamiento de la Asamblea regional, no había otro a la vista. Para ello ha movido muchas piezas (con la ayuda inestimable de su partido) y no está claro que lo haya conseguido pero el mal causado, el descrédito y el escándalo de los ciudadanos de toda España, sigue abriendo telediarios y primeras páginas de los periódicos. Todo por lo del hermano del Presidente. Cuando lo vimos declarando ante la Juez instructora (a David Sánchez) se nos cayeron los palos del sombrajo. No era posible lo que oíamos, los argumentos esgrimidos, el balbuceo completo de alguien que había “ganado” una adjudicación tan señalada, una plaza de alta dirección de la institución provincial. Pero no se esperaban el desarrollo de los acontecimientos, el gota a gota de la Juez de Instrucción, que ha ido cerrando meticulosamente un círculo, un copo de atunes, en el que hay ya varios imputados, o investigados, en la órbita del PSOE y la Diputación. A quienes se les acusa, es la realidad, de haber cometido delitos ciertamente graves.
La renuncia de David Sánchez a la plaza obtenida en la Diputación no le exime del presumible delito cometido, como tampoco la huida hacia adelante desde la presidencia de la Diputación al escaño de la Asamblea de parlamentarios extremeños, que es lo que ha hecho Miguel Ángel Gallardo. Hay una batalla jurídica por delante, por la cuestión de los plazos y las formalidades, y un juicio pendiente. En el tribunal local o en el Tribunal Superior, que juzga a los aforados, con independencia de los recursos hasta el recurso final, que viene siendo el Tribunal de Conde Pumpido. Mientras este desprestigio de la política, esta confusión y colisión de instituciones, este presidente de la Diputación que -presuntamente- movió las fichas para que el hermano del presidente del gobierno tuviera un cargo de alta dirección en la institución provincial pacense. Por la cara. ¿Cuándo el juicio, cuándo la sentencia?
España cada vez aguanta menos. Gallardo vete ya. Yo oigo el murmullo cercano al griterío. Para bochorno de militantes y dirigentes socialistas que se muerden las uñas y callan este espectáculo triste de corrupciones.
Diarios Grupo Joly
El Pinsapar
2025 05 27_