martes, 9 de julio de 2024

IGNACIO ESCUIN


Ignacio Escuin es como una de las altas araucarias de la ciudad. Un fotógrafo cumbre, un artista mayúsculo. Y además dotado de una sencillez extraordinaria. Hablamos de alguien a quien todos los superlativos positivos que le pudiéramos poner le sentarían como un traje bien cortado, a la medida.

Ser un fotógrafo es tener abiertos los ojos a la belleza, a la singularidad, a lo extraordinario. ¿Una puesta de sol sobre el caño de Sancti-Petri? Sin duda. ¿Un atardecer en la Casería en el mar de Bartolo? Allí mismo. Pero en algo refulge porque lo hace vibrar, en el Flamenco. Es una pulsión creciente, viene de muy atrás.

Lo último ha sido lo del día 2 de julio de este año del Señor. Se conmemoraba -conviene recordar que conmemorar es recordar juntos- aquella mañana que supimos que Camarón había muerto. Y el torrente de lágrimas que fue la Isla llena de dolor del 4 de julio. Los retratos de Pedro el Granaíno y Antonio Lizana son de antología, que suelen decir los flamencos. Y el llenazo de la plaza del Rey en sus imágenes es lo más parecido a la verdad de una noche multitudinaria. Quiero decir que Ignacio Escuin es sin duda ninguna uno de nuestros otros grandes artistas, alguien que ya tiene un nombre en el paseo de los inolvidables de La Isla. Sin duda ninguna.


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