_______ Insólito
El viernes leí la información de nuestro Diario redactada por F.S. Zambrano y A. Rivera sobre el tranvía por la calle Real con perplejidad creciente. Que Adif no haya autorizado todavía el enlace con la vía de los trenes a Cádiz en La Ardila no fue tan paradójico para mí como los 14 meses que se tardará en construir la central eléctrica necesaria para el movimiento de las unidades. ¿14 meses a partir de cuándo? El alcalde Loaiza defiende al gobierno de la nación, responsable de Adif, y critica a la Junta, o sea, todo según el guión previsto toda vez que desde la Junta se culpa a Madrid de no haber concedido la venia para el uso de las vías del tren del tramo La Ardila-Cádiz. ¡Qué fatiga todo, qué descorazonamiento! El parto de los montes que ha sido esta actuación en obra pública, alentada por la Junta de Andalucía con fondos europeos y otros, sigue empantanada en la calle Real, después de tanto tiempo en obras, que además nunca terminan pues cuando no es un roto es un descosido lo que suele aparecer en un granito que, resumiendo, los hay mejores.
Me opuse siempre al tranvía por la calle Real, es conocido. Y fui uno más de los miles de abajo firmantes que se quedaron mudos de asombro cuando la concejal Pedemonte aceptó el coche oficial y el sueldo que le ofreció De Bernardo para bendecir un pacto de gobierno que, resumiendo, no rompió sino cuando el agua le llegaba un poquito más arriba del cuello. Ya no está, queda este asunto pendiente. Pero es que, por cierto, un proyecto acogido con entusiasmo por socialistas y andalucistas (Antonio Moreno el primero, cuando entonces) ha sufrido cambios en un guión que corrigió el pueblo isleño cuando votó primero de un modo y luego de otro. Que Fernando López Gil, que se quedó sin la Alcaldía pese a haber sido el candidato más votado, sea ahora el hombre fuerte de la Junta en la provincia y José Loaiza el alcalde (y presidente de la Diputación) marca un campo de juego que no es igual pero que se puede parecer algo, si bien lo miramos. Porque es que los ciudadanos estamos aquí mirando esa calle que no es una calle cualquiera camino de cualquier parte, no, es -como decían las viejas gacetillas- la arteria principal de La Isla. Sin un diseño definitivo, pendiente de Chiclana y de Adif, con un tráfico que muchas veces se nos antoja caótico, sin regular debidamente. Y sin el tranvía, objeto final de todo este entramado de circunstancias de las que vamos sabiendo por dosis administradas por quienes tienen la información, o sea, el poder.
Un campo de minas se me antoja mi amado pueblo, esta ciudad soleada, amable e histórica, azotada además por el paro. Se mire donde se mire, desde el palacio municipal cerrado (qué metáfora) hasta los polígonos sin abrir, el "trenvía" que no llega, el mundo de la dependencia... En fin, y sin más noticias del Hospital de San Carlos.
¿Un problema de euros? No lo creo, sería demasiado sencillo.
Diario de Cádiz
El Pinsapar
2013 06 16_
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