Me impresiona esta foto de Mitsuko Uchida no menos que sus interpretaciones de Schubert, Bach, Schumann y, en general, todo lo que toca. Todo es magnetismo y sorpresa. Sí, sorpresa. Porque ha penetrado en la vieja alma europea, que es su música, no sus mercaderes sin corazón. Y nos la da con su máxima pasión y su virtuosismo.
Pero esta foto, con ese larguísimo piano de cola... El anónimo (para mi) fotógrafo se merece el premio de nuestra perenne gratitud...
No hay comentarios:
Publicar un comentario