Pepe Oneto es un melómano irredento. Como yo. Compartimos una amistad fraternal y un amor desmesurado a la música. Ahora me envía esta versión magnífica de la popular Tocata y Fuga de J.S. Bach. La pongo aquí para el mundo. Es el lenguaje que entendemos, la emoción que todos compartimos. ¿Imaginamos una vida sin Música, sin esta música? No sería la vida vivida, la vida por vivir, la vida que se eleva de la pobre condición que somos, las reacciones y los equilibrios químicos, el dolor, la tristeza. Si las proteinas y los aminoácidos han hecho posible esta Fuga de Bach ahí debe residir parte del misterio de lo que somos, no me cabe duda.
Gracias, hermano...
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