Cualquier momento es bueno para hacerle un homenaje a alguien que nos ha dado, sin saberlo, momentos de paz, intimidad, concentración, alegría, armonía...
Alguien que nos ha abierto la mente con la música, como Jan Garbarek, al que conocí gracias a José María Cano y José María Cortés, dos grandes melómanos y expertos en jazz. Desde el principio me impactó su melodía seca, su voluptuosidad sin concesiones.
Hablamos de uno de los grandes músicos contemporáneos...
Sé que un blog como el mío es lanzar una botella al mar. Quién sabe si llega a una orilla y es recogido el papelito que lleva dentro con este nombre, Jan Garbarek. Porque es uno de mis preferidos, alguien a quien siempre vuelvo.
Y nunca me defrauda...
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