______ Algodonales
En Algodonales, el pueblo se ha vestido de francés y de patriota y ha protagonizado la recreación de la lucha de 1808. Las imágenes del Diario muestran los cuerpos derribados de las gentes que luchaban con picos, palas y azadones contra los napoleónicos, el más formidable ejército europeo de su tiempo.
Es sabido que sólo la vieja Real Isla de León y Cádiz contuvieron la imparable avanzada del ejército invasor. Y que en ambas localidades, que fueron durante siglos el territorio de Cádiz, se construyó el futuro de la Nación de españoles de "ambos hemisferios" que se quiso fueran "justos y benéficos" y que tuvieran por mandato imperativo el "amor a la Patria".
Se acerca, pues, el segundo centenario de aquellos hechos y en Algodonales el pueblo lo revive con una recreación. Los asesinatos, la sangre derramada, los crímenes, dos siglos después, devienen en esto, en una jornada festiva en la que, el mismo pueblo heredero del pueblo fusilado, masacrado, robado y vilipendiado, monta un espectáculo público y festivo para recordarlo.
Antes de esto, en algunas localidades del litoral mediterráneo español, los moros y cristianos protagonizaban la danza del recuerdo. Lo siguen haciendo. El recuerdo es la batalla sin cuartel contra quienes empezaron siendo invasores para acabar siendo invadidos. Valencia, Alicante, Castellón, Elche... Son muchas las ciudades levantinas, tan llenas de estruendos de pólvora, músicas y de esa luz única sobre palmerales, toronjiles y blancos caseríos, las que se visten de moros y cristianos, con sus lanzas, alfanjes y escudos, mazas, arcos y flechas. Se llama, como bien sabe el lector, Fiesta de Moros y Cristianos.
Siglos después de lo sucedido puede que todo sea una fiesta, una excusa para salir a las calles con el disfraz de lo que fuimos: franceses, españoles, moros, cristianos. La industria cinematográfica estadounidense convirtió la Conquista del Oeste en el Far West, con sus héroes legendarios y sus masacres de atrezzo . Olvido de lo que fue, sin duda. Y una industria muy próspera desde el cine mudo al dvd. Como las grandes producciones, desde Midway a Iwo Jima, primera película con dos versiones, si no estoy mal informado. No han pasado dos siglos para que todo sea una fiesta, como los moros y los cristianos levantinos o esta cosa de Algodonales, bulliciosa, alegre y callejera. Quizá algún día lo sea.
El tiempo es una rueda voraz, todo lo transmuta en otra cosa. La sangre en colorante, el dolor en un aprendizaje del Actor's Studios, una batalla terrible en una operación de especialistas y técnicos. Algunos irreconciliables, sectarios e irredentos deberían pensar en esto algunos días. Sobre todo antes de precipitarse contra quien acaban de elegir como enemigo. Porque no piensan como ellos, no siente como ellos, ven las cosas de otro modo. En la parte de aquí, en la parte de allí. Porque todo es lo mismo, en todas partes cuecen etcéteras.
Diario de Cádiz
El Pinsapar
2009 05 07_
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