viernes, 22 de agosto de 2008

PRIMAVERA DE PRAGA




Recuerdo que Vázquez Montalbán, bajo la depresión de Praga, afeó a Mozart y culpó a la capital de los checos, de haber escrito una sinfonía "de tres movimientos" tan sólo.

Siento el desorden de mi librería hoy más que nunca, me gustaría poner el poema entero. Pero también recuerdo el testimonio de gentes que estuvieron allí poco antes de que los tanques rusos invadieran las calles de la ciudad que tanto deseo tengo de conocer. En Praga se alumbraba una esperanza para esos escritores amigos de la entonces órbita comunista. 



El ruido de las correas de hierro de los tanques rusos les atronó la cabeza para siempre. Han pasado 40 años. Aquellos dirigentes indeformables que presidían desde la ancianidad los desfiles de la Plaza Roja de Moscú, ya no están entre los vivos. Pero quedan las imágenes desvaídas de sus desafueros, la orden de invasión de Praga, símbolo de un socialismo de rostro humano, de un proyecto pacífico de autonomía e independencia nacional.





Han pasado 40 años... Sabíamos, con el bolero, que 20 años no eran nada... 40 años se acerca mucho, en el padecimiento, a lo insufrible. En el olvido resulta como un molesto malestar, una sensación de ahogo, algunos días...

Primavera de Praga no fue una metáfora, fue un sueño que se cumplía y que fue abruptamente aplastado por los viejos terribles que gobernaban entonces el mundo.


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