No es por lo de los arbolitos, que se dice, es porque el amor a los libros lo manda Dios, que diría mi buena madre. Lo cierto es que Claudia toma un libro y ya no existe, porque pasa las páginas una y otra vez, con sus deditos delicados... De vez en cuando levanta la mirada y te observa, como ahora...
Es tan bonita la foto de Claudia con su libro...
No hay comentarios:
Publicar un comentario