_______ El principio del final
No me acostumbro. Hay cosas a las que no me acostumbro. Como lo de Málaga del otro día. Afirmar los deseos no significa que los deseos se vayan a cumplir inexorablemente. Y está claro que el deseo de María Jesús Montero es que Málaga sea “el principio del final” de Juanma Moreno. Y del Partido Popular. Por Juanma Moreno mismo, claro, que es malagueño, también por Málaga, que es una fortaleza del Partido Popular por su alcalde y por el actual presidente de la Junta de Andalucía, el educado y sonriente Moreno Bonilla. El modo desarrapado intelectual de la vicepresidenta del gobierno de Pedro Sánchez, con su gestualidad pasada de revoluciones y esa cosa híspida a la andaluza, que tan poco atractiva resulta siempre, son un verdadero contraste. No hemos venido a emborracharnos, como se canta en las gradas de los estadios, ciertamente, pero parece que unos han venido a llenar el paisaje de elementos de una batalla. Paisaje después de la batalla, pareciera. Es algo a añadir al dizque guerracivilismo que viene practicándonos el gran jefe Sánchez.
El principio del final suena fatal, algo así como si tras el triunfo y la reversión del poder ya no hubiera más elecciones, la democracia liberal diera paso a otro procedimiento diferente. Ayer mismo han empezado -oficialmente- a pedir un tercer mandato para Trump. Sería revolucionario al modo Castro, Chavez, Maduro. Un tercer mandato para llenar de aranceles el mundo, para disponer de porciones del planeta. A su antojo. No se puede perpetuar nadie en el poder, como vemos en Venezuela, Corea del Norte, China y demás comunismos del siglo XXI, con Putin a la cabeza de una Rusia oligárquica, sin este estiramiento de los mandatos. Mas suena tan raro en los Estados Unidos, la mejor democracia liberal del mundo, más de doscientos años de democracia con un progreso económico y social en paralelo, y la construcción de una sociedad verdaderamente libre. Pues ya estamos aquí poniendo el panal a las abejas. Si Málaga es el principio del final, bueno sería que nos dijeran qué es el final, o quién.
Málaga que fue la roja en aquellos días siempre en colación por Montero y compañía, hoy es el remanso que crece bajo el gobierno del PP. Mayoría absoluta tras mayoría absoluta. Cabe también la mentira, la mentira política que ha practicado exhaustivamente Sánchez. De tal modo que cuando pase lo previsible nadie se acordará de nosotros cuando hayamos muerto. Ni del río de turistas de los cuatro puntos cardinales del planeta. Ni las nuevas empresas, ni el conjunto de todo lo bueno que supieron hacerle a la ciudad azul, picassiana. Y única.
Diarios Grupo Joly
El Pinsapar
2025 04 01_