Diario de Cádiz
150 aniversario
2017 06 16_
______ José Oneto
Hubo años en que el periodismo no sólo era un oficio, una profesión, un trabajo. El periodismo era una pasión. El tránsito de una dictadura de decenas de años a una democracia no fue cosa sola de políticos ni de renuncias, fue un proceso muy intenso de pedagogía y de información. En aquellos años conocí yo a un paisano que ya era famoso en su pueblo, se llamaba José Manuel Oneto Revuelta y era hijo de un trabajador de la Constructora Naval, melómano, pulcro y cañaílla. Trabajaba en una revista emblemática de los años 70 fundada por Juan Tomás de Salas, Cambio 16, y ya el nombre lo decía todo. Desde un Periodismo moderno se quería contribuir a la normalización de España, a la construcción de una democracia. Pepe Oneto fue uno de los más activos periodistas del período. Venía de los grupos clandestinos que en los últimos años del franquismo organizaban la salida hacia la libertad de tan larga dictadura. En todas partes se leían sus crónicas, siempre a pie de obra, siempre entre las mejores fuentes, siempre brillantes. Su aspecto elegante -“Uno debe ir siempre bien vestido porque puede ser detenido en cualquier momento”, solía decir- su flequillo rubio y la simpatía y el ingenio gaditanos que lo han caracterizado han hecho de él uno de los grandes referentes del Periodismo contemporáneo.neto
Qué lejos aquellos años ilusionantes en los que un Oneto podía estar hablando con el presidente Adolfo Suárez en el despacho presidencial y sonara el teléfono y el periodista escuchara “buenas tardes, Majestad, aquí estoy hablando con Pepe Oneto”. Ese era el nivel. De alguien que, por ejemplo, había sido el primer periodista en entrevistar al entonces Príncipe de Asturias, hoy Rey de España. O haber sido el responsable de la confección decenas y decenas de grandes portadas de una revista nueva e insólita en el periodismo español, que llegaría a dirigir años más tarde, convirtiéndola en la revista de información general más influyente de España.
Celebrando siglo y medio de Diario de Cádiz, que además de proeza de la familia Joly es un milagro de la providencia, con tantas vicisitudes y crisis nacionales y del periodismo, es obligado recordar a un periodista de raza como es José Oneto, cuyas colaboraciones en este periódico pueden leerse en su magnífica hemeroteca. Un diario es un trabajo titánico que se hace cada día y vale para un día. Se necesita, pues, un temple y una fuerza especial para llevarlo a cabo. La tecnología, que ha vivido en paralelo con la grandeza de los grandes periodistas como el de San Fernando, se ha adaptado a un curso sin marcha atrás. Fueron los Joly -y siguen siendo- y los Oneto, entre muchos, los valedores principales de un derecho que sólo trae desgracias cuando se pierde: la libertad de expresión. Se decretó en la Real Isla de León en 1810, la ciudad natal, la patria amada de mi querido amigo Pepe Oneto.
Enrique Montiel ________
No hay comentarios:
Publicar un comentario