martes, 16 de julio de 2019

El Pinsapar / CARTAS MARCADAS




______ Cartas marcadas

La cita es de Miguel de Cervantes:”Lo que el cielo tiene ordenado que suceda, no hay diligencia ni sabiduría humana que lo pueda prevenir.”


¡Cuánto ha cambiado esto! ¿Crees que alguien puede pensar en los términos del autor del Quijote? Ni siquiera a posteriori, que es como se juzgan los hechos para tamaña conclusión: viene de arriba, de lo alto. Fue el problema teológico de siglos, la intervención de Dios en la historia humana. Y su incomprensibilidad. Lo vi en Auschwitz un día de enero, además, en el interior de un frío gélido desconocido para mí. En medio de la desolación anímica por la visión del espanto. Digo que me llegaron a la boca las palabras: Auschwitz era la prueba del triunfo del bien sobre el mal. Por eso era un lugar para maldecir a quienes perdieron la guerra, fueron vencidos, el espejo en donde mirar la maldad humana. ¿Lo tuvo ordenado el cielo? Digo lo uno y lo otro. Traducir en palabras lo que ocurre, mucho más por lo por venir, es de lo que se trata. Por eso deberíamos acudir a la famosa cita de Ortega y Gasset: “La claridad es la cortesía del filósofo”. Se me dirá, ¿desde cuándo Pedro Sánchez es un filósofo? Ni Iglesias-Montero, claro. Pero quedémonos con lo mollar.

Ayer parece que explotó de algún modo lo que se trata (nunca mejor dicho). Parece, atención. Porque la parte Podemos acusa el golpe (de Sánchez) e insiste en seguir negociando. ¿Las carteras ministeriales de Pablo Iglesias e Irene Montero? La consulta a las bases o los círculos o la lista de Podemos irritó profundamente a Pedro Sánchez, de ahí la respuesta. Y todo por no haber leído a Ortega y Gasset. Porque habría sido muy sencillo salir al micrófono y decirlo claramente: Pedro Sánchez no quiere a Pablo Iglesias ni a Irene Montero en el Consejo de Ministros del Reino de España, es la condición irrenunciable. ¿Las razones? Las que se aduzcan. Con la respuesta igual de clara y cortés por la parte Podemos: Sin los nombramientos de Pablo Iglesias e Irene Montero (un suponer, por supuesto) no daremos nuestros votos a la investidura de Pedro Sánchez. Coram populo, naturalmente. Esta cosa de dejar a los tertulianos y los medios en general el embrollo a dos días de la sesión de investidura es enloquecedor. O de encogimiento de hombros: haced lo que os parezca, no contéis conmigo.

Ignoro si hubo alguna vez cartas marcadas en la formación de este gobierno, si los partidos no están “leyendo” bien los resultados electorales, la voluntad de los españoles (este enunciado es magnífico). La amenaza es una nueva cita electoral, dicen.

Diario de Cádiz
El Pinsapar
2019 07 16_
   

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