martes, 23 de marzo de 2021

El Pinsapar / QUÉ LEJOS...


______ Qué lejos…

Castilla y León, qué lejos, por Dios. Es como Murcia, lo lejos que está Murcia. Comprendo bien al torero sevillano que no quería ir a torear a Bilbao porque “estaba muy lejos”. Maestro -le dijeron- de Sevilla a Bilbao hay la misma distancia que de Bilbao a Sevilla. Qué va, qué va, dicen que concluyó Rafael el Gallo, “Sevilla está donde tiene que estar”. Un poco así, Valladolid y Cartagena están lejísimos. Y más con estas cosas que tenemos que creernos, o no. Como lo de la corrupción para la moción. La corrupción, dicha en boca de políticos, es como menos corrupción. Ya si lo dice un fiscal la cosa varía, y si lo sentencia un juez, entonces es definitivo. Pero dicho por políticos…

Pues bien, de esto va la lejanía. Quieren mover fichas, las fichas del Poder, y acuden al mantra de la corrupción, al váyase señor González, con su paradigma a conjugar con Rajoy, Mañueco, López Mira. Como ocurrió con Chaves y Griñán. Y Susana Díaz. Pero debería tener consecuencias, el acusar de corrupción a un gobierno, a un partido, y no demostrarlo. Quizá por eso los tribunales digan, más o menos, lo que han dicho del agua contaminada “a sabiendas” del alcalde de Cádiz contra Teófila, que no ha ratificado las sentencias de otras instancias porque el Tribunal ha considerado que eso forma parte de la cosa esta de los políticos, flatus vocis, que son el espectáculo de lo cotidiano de esta España que cada día se reconoce menos a sí misma. Pablo Iglesias ha dicho, bueno no para de decir cosas, pero me refiero a lo que ha dicho de la derecha, que es “criminal”, y no pasa nada (fascistas, comunistas y demás armamento paralizante es ya cosa gastada). Cosas de políticos desahogados. Es la lejanía lo que de verdad nos afecta y nos importa, lo que no está tan lejos como Cartagena o Valladolid, el tiempo que nos queda para que nos vacunen y nos protejan del virus que ataca sin misericordia, y nos enferma, y nos mata. O la muerte lenta de las economías familiares, de los pequeños comercios, la hostelería. Todo esto que no está lejos, que nos pisa los talones y destruye el ahorro de las familias, aumenta la deuda del Estado.

Ayer tuvo lugar lo de ese lugar lejanísimo que se llama Valladolid, Madrid sigue. Y la onda expansiva se detiene en las puertas del palacio de los Montpensier. Sevilla está donde tiene que estar, aunque mire a Málaga más que nunca. Al menos tiene todas las trazas. La arquitectura teórica, lo que queremos ser de mayores, para septiembre. Todo es lejanía.

Diario de Cádiz
El Pinsapar
2021 03 23_

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