domingo, 28 de marzo de 2021

Calle Real / DON CARLOS CORNEJO



      
______ Don Carlos Cornejo

En un panorama de malas noticias, de vez en cuando, las hay buenas. Ayer mismo vi una foto de don Carlos Cornejo, jefe del servicio de Oftalmología del Puerta del Mar, inaugurando junto a dos responsables del gobierno de Andalucía, la planta de esta especialidad médica en el hospital de San Carlos. Este centro estupendo de la ciudad cada vez cuenta con más nombres propios. Porque somos muchos los que hemos acudido allí para ser atendidos y lo hemos sido con gran profesionalidad, con toda la mejor atención. En nuestra memoria visual hay muchas caras sin dudas, de celadores, enfermeros, auxiliares, médicos, administrativos… Sirva don Carlos Cornejo como referencia de tantos y tantos que nos han atendido y cuidado y sanado. Y de todo el personal que nos ha “rozado” y al que nunca podremos olvidar ni dejar de agradecer cómo lo hicieron.

La pandemia ha servido para que tengamos un mejor conocimiento de lo que España ha puesto a la disposición de los españoles para los momentos malos, cuando la salud quiere irse de nuestras vidas. Y recordar un empeño de José Loaiza, cuando era alcalde de San Fernando, para que el hospital militar de la Defensa formara parte de la red hospitalaria del SAS. Que consiguió y ha sido uno de sus grandes éxitos políticos. Su sucesora en la Alcaldía, Patricia Cavada, sin alharacas, con prudencia, no ha cesado de trabajar para que San Carlos cuente con más plantas en uso, más plantillas médicas, más servicios clínicos en el centro isleño. Oftalmología ha sido el último incorporado, con una inversión importante pero no tan cuantiosa, no nos engañemos. Otras clínicas se irán incorporando al antiguo hospital de la Armada, que luego lo fue de Defensa. El porcentaje de ocupación de sus instalaciones no llega todavía al 75%, que sepamos. Las inversiones próximas irán para la renovación de algunas instalaciones y la ampliación de la cobertura hospitalaria, en coordinación con su hermano mayor, el Hospital gaditano Puerta del Mar, del que depende San Carlos.

Poco a poco la semilla del alcalde popular ha crecido sin cesar, digo que llegan las inversiones y las decisiones. Queda mucho por hacer, mucho. Sólo hay que subir a la última planta del hospital y mirar sus alrededores. Queda mucho por urbanizar, muchos servicios por añadir, mucho dinero que invertir todavía para que tengamos un complejo hospitalario acorde con las necesidades de nuestro tiempo. Nos lo merecemos y se lo merece el conjunto de hombres y mujeres que son el corazón y el pulmón de San Carlos. Ya decía que don Carlos Cornejo se llaman hoy todo un verdadero elenco de profesionales que están haciendo grande esta ciudad nuestra.

Diario de Cádiz
Calle Real
2021 03 28_


martes, 23 de marzo de 2021

El Pinsapar / QUÉ LEJOS...


______ Qué lejos…

Castilla y León, qué lejos, por Dios. Es como Murcia, lo lejos que está Murcia. Comprendo bien al torero sevillano que no quería ir a torear a Bilbao porque “estaba muy lejos”. Maestro -le dijeron- de Sevilla a Bilbao hay la misma distancia que de Bilbao a Sevilla. Qué va, qué va, dicen que concluyó Rafael el Gallo, “Sevilla está donde tiene que estar”. Un poco así, Valladolid y Cartagena están lejísimos. Y más con estas cosas que tenemos que creernos, o no. Como lo de la corrupción para la moción. La corrupción, dicha en boca de políticos, es como menos corrupción. Ya si lo dice un fiscal la cosa varía, y si lo sentencia un juez, entonces es definitivo. Pero dicho por políticos…

Pues bien, de esto va la lejanía. Quieren mover fichas, las fichas del Poder, y acuden al mantra de la corrupción, al váyase señor González, con su paradigma a conjugar con Rajoy, Mañueco, López Mira. Como ocurrió con Chaves y Griñán. Y Susana Díaz. Pero debería tener consecuencias, el acusar de corrupción a un gobierno, a un partido, y no demostrarlo. Quizá por eso los tribunales digan, más o menos, lo que han dicho del agua contaminada “a sabiendas” del alcalde de Cádiz contra Teófila, que no ha ratificado las sentencias de otras instancias porque el Tribunal ha considerado que eso forma parte de la cosa esta de los políticos, flatus vocis, que son el espectáculo de lo cotidiano de esta España que cada día se reconoce menos a sí misma. Pablo Iglesias ha dicho, bueno no para de decir cosas, pero me refiero a lo que ha dicho de la derecha, que es “criminal”, y no pasa nada (fascistas, comunistas y demás armamento paralizante es ya cosa gastada). Cosas de políticos desahogados. Es la lejanía lo que de verdad nos afecta y nos importa, lo que no está tan lejos como Cartagena o Valladolid, el tiempo que nos queda para que nos vacunen y nos protejan del virus que ataca sin misericordia, y nos enferma, y nos mata. O la muerte lenta de las economías familiares, de los pequeños comercios, la hostelería. Todo esto que no está lejos, que nos pisa los talones y destruye el ahorro de las familias, aumenta la deuda del Estado.

Ayer tuvo lugar lo de ese lugar lejanísimo que se llama Valladolid, Madrid sigue. Y la onda expansiva se detiene en las puertas del palacio de los Montpensier. Sevilla está donde tiene que estar, aunque mire a Málaga más que nunca. Al menos tiene todas las trazas. La arquitectura teórica, lo que queremos ser de mayores, para septiembre. Todo es lejanía.

Diario de Cádiz
El Pinsapar
2021 03 23_

domingo, 21 de marzo de 2021

Calle Real / VUELVE LA AFICIÓN


_______ Vuelve la afición

Leo en nuestro Diario que vuelve la afición a los estadios. Para la final de la Copa no pero vuelve, es lo que dicen. Casi todo se está convirtiendo en una acto de fe. Como las vacunaciones. Sabemos que nos vacunarán, o sea, tenemos fe en que nos vacunarán a ti y a mí pero no sabemos cuándo. Una vez más se trata de llegar a tiempo, aunque sea a lo justo. Pues lo mismo con la afición, ha de llegar un día en que se abran las puertas de los campos de fútbol y la gente, la afición, vuelva a las gradas. A los restaurantes ya se puede volver de seis en seis, y además ahora empiezan los menús de Cuaresma, o sea, con más ganas, porque nos vamos a sumergir en la dulce patria de la infancia, en la cocina de amor de nuestras madres y abuelas. Poquito a poquito volveremos, cuestión será que sepamos hacerlo.

Hemos cambiado. El otro día me riñó un desconocido por la calle porque no llevaba la mascarilla puesta, la tenía en el bolsillo, se me olvidó. Muchas gracias, le dije, y me la puse inmediatamente. Estamos más pendientes los unos de los otros. Que sea para todo lo bueno, pienso en la limpieza de las ciudades, las buenas prácticas en general del librillo del niño bien educado de aquellos años. Si queremos volver a los estadios -que queremos, ya lo creo- y a las plazas de toros y a todo lo que fue nuestra vida hasta ayer mismo en que el Covid-19 se hizo dueño del mundo, deberemos vigilarnos unos a otros como el ciudadano que me dijo que no llevaba la mascarilla puesta el otro día. O sea, deberemos orientalizarnos, hacernos un poquito japoneses, guardar las colas a las distancias convenientes, evitar los contactos y efusiones que favorecen el nuevo brote de la maldita pandemia. Sea todo para no volver a ver los estadios vacíos, sólo las cámaras de televisión y los suplentes de la plantilla que se preparan en los lados del campo o sentados en la grada a lo que ordene el míster.

Y lo proclamo hoy que ha empezado la primavera con este viento conocido, vecino molesto unas veces más que otras. Todo lo que nos pasa, nos pasa por lo que nos pasa. Sí, comprendo que parece algo tomista muy rebajado de grados de rigor pero no tengo dudas de que es así. La afición vuelve a los estadios, la gente vuelve al mundo si la gente se comporta, si volvemos a ser enjambre aparecerá de nuevo el virus con sus fauces abiertas. Es cuestión de no hacer de la vida un panal sino un escenario para la felicidad.

Diario de Cádiz
Calle Real
2021 03 21_