domingo, 6 de mayo de 2018

Calle Real / CORTAR LA LUZ


_______ Cortar la luz

He sabido que Taiwan estudia cortar la luz a partir de las diez de la noche. Para que nazcan más niños. Es que la luz es el más peligroso enemigo de la intimidad, para los chinos insulares. Una vacilante vela es mejor, han debido pensar. ¿Ayudas para los padres? Nooo. Sólo ayudas para la procreación, que salen gratis. Al otro lado del mar no dejaban a las parejas tener más de un hijo con métodos llamemos expeditivos. Los remedios son diferentes según las necesidades. Cosas de chinos, al fin y al cabo. Son muy difíciles de entender, o no. Pero lo del corte de la luz es realmente una idea llamativa. Yo me sumaría gustoso a una iniciativa local para apagar la luz de la ciudad entera durante un tiempo ampliable hasta que no nos den noticias fidedignas sobre el tranvía. O sobre algunos otros casos que recordar no quiero, que diría el Poeta. ¿Las 20:00 horas sería buena hora? Ya no; en verano, no. En invierno hubiera sido perfecto. En verano nos vamos a las 22:00 horas. Una ciudad oscura para protestar por la increíble gestión que el gobierno de Susana Díaz ha hecho del tranvía de Chiclana a Cádiz. Y no han rodado cabezas (antigua metáfora, afortunadamente) ni ha llamado a capítulo a Zarrías o a los cien responsables del desaguisado. A San Telmo, quiero decir. Y poniendo la cara seria que le vemos algunas jornadas en el Parlamento, que da un poco de jindama, exigir respuestas razonadas y razonables a los responsables. Es que a la presidente de la Junta le conocemos la cara de Ubrique del otro día, su sonrisa por encontrarse junto a una alcaldesa luchadora por su pueblo, una persona de gran mérito para una ciudad laboriosa, sacrificada y tan bella como es Ubrique, de nombre Isabel Gómez, y la que debería poner a quienes han hecho posible este desastre de obra pública, esta gestión incomprensible de un trazado que no se puede comparar con el tiempo de construcción de la Gran Pirámide, ni de la catedral de Cádiz.

No veo yo a Patricia Cavada acomodaticia, no sé, creo que no es su carácter. Y por eso pienso que la guerra la lleva con discreción. No tanto por lo que se juega sino porque a ella también le debe parecer incomprensible y, desde luego, imperdonable que todavía no se haya empezado con la Central Eléctrica del Janer, ni el Janer mismo. Ni las otras asignaturas pendientes, los otros relojes parados de la ciudad. ¿Hace falta enumerarlos?

No sé cómo se podría vertebrar el Gran Apagón en esta isla desvertebrada, sin líderes sociales de consistencia. Yo, me apunto. Cinco minutos el primer día. Y a esperar a que nos digan.

Diario de Cádiz
Calle Real
2018 05 06_  

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