______ Vive La France!
Qué envidia. Francia podrá dirimir directamente en una segunda vuelta la elección presidencial. Con esos resultados, los habidos el domingo en el envidiado país, aquí en España estaríamos como locos. ¿Imaginan una segunda vuelta para que los andaluces eligiéramos entre Javier Arenas o Griñán? La abstención, los votantes de quienes no votaron a Arenas o Griñán, ¿cómo votarían? Forma parte de la política-ficción porque la Ley Electoral española no permite las segundas vueltas, nos quita la posibilidad a los ciudadanos de decidir el nombre definitivo y da a las élites de los partidos la potestad de hacer lo que más les convenga para el uso y disfrute del Poder. Sí, ha leído bien: las élites de los partidos. Más que nada porque si hacemos las cuentas observaremos lo siguiente: un partido tiene "x" número de militantes e "y" de votantes. El número de militantes es infinitamente menor que el de votantes pero como el sistema se basa en la representación, pues ahí reside el poder, en los representantes. Y por eso la inclusión de determinados nombres en las listas electorales obedece en ocasiones a razones externas a la conveniencia de los votantes, incluso de muchos militantes. Pero no a la estructura del poder en los partidos, que se rige por una ley interna que se estudió en la Italia de Aldo Moro y Andreotti y Craxi. Derribada por la corrupción, la mafia y las Brigadas Rojas.
Francia siempre se preocupa de sí misma. Se observa claramente cuando se visita el Pantheon, cercano a La Sorbona. Es el prestigio de la República el prestigio de Francia, es la asunción de responsabilidades cívicas el nervio de la Democracia, es la Ley Electoral la cualidad que los distingue de tantos otros a quienes, como a nosotros los españoles, nos hurtan la posibilidad de elegir hasta el final y responsabilizarnos por ello. Claro está, también su sentido de la unidad nacional, su amor a la Cultura, su orgullo y su patriotismo. Que les impide no velar por la salud del Estado y el bienestar de los franceses.
No sé finalmente si será Hollande o Sarkozy el que gozará del apoyo mayoritario del electorado en la segunda vuelta. Como ocurre siempre, el ejercicio del poder desgasta y el "pequeño" Nicolás, como dicen al todavía presidente cuando no lo llaman directamente "El Enano", lo ha sufrido con creces. Pero el enfoque se hace a la líder ultraderechista Marine Le Pen, tercera fuerza política del país galo, con el 17.9 % de los votos. Le Pen, como todos los demás, sabe bien que no son de su propiedad. Digo que comienza la política entonces, pero la incógnita está en saber si harán a Hollande presidente estos votos, junto a los demás, o los que se abstuvieron pero ahora no.
Queda menos para saberlo.
Diario de Cádiz
El Pinsapar
2012 04 12_
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