Encuentro de artistas flamencos en la "Venta de Vargas" para adherirse a la petición de la IV Llave de Oro del Cante Flamenco, a título póstumo, para el genial cantaor isleño José Monje Cruz "Camarón de la Isla".
Aquel día estuve sentado al lado de Manuela Carrasco, La Diosa, y Pepa Caro, mi amiga poeta de Arcos. Manuela fue madrina de boda de Camarón y es una de las bailaoras que están en la Historia con mayúsculas del Flamenco. Una mujer guapísima, una gitana cabal, extraordinaria.
Y con María, nuestra 'Niña Pastori', que no podía faltar, y no faltó, pude hacerme esta fotografía.
Camarón la bautizó sobre un escenario. Ella lo lleva en el eco de su voz, en su arte grande. Su abuela-bisabuela Inés la del Pelao cantaba saetas con Juana Cruz, la madre de Camarón. Sus descendientes han llevado el Flamenco a la cumbre. María es una criatura maravillosa, una chiquilla formidable. Hija de su madre, que es una artistaza. Y de su padre, que es una bellísima persona.
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