martes, 3 de diciembre de 2024

El Pinsapar / ESTADO DE EUFORIA

 










_______ Estado de euforia

No es privativo de los socialistas, a los que me niego a llamar sanchistas porque puede que en caso de serlo lo sean por un motivo piramidal de poder, no por una profunda convicción: dependen de Sánchez, de una estructura creada con anterioridad y reforzada por el marido de Begoña Gómez. Muchos antes lo eran confesadamente de Susana Díaz, hasta que la sevillana fue derrotada por la maquinaria Sánchez. Quizá por esta razón, la maquinaria engrasada que perdiendo gana, ha vuelto a ganar en Sevilla. Con holgura bastante para que calle la disidencia y la discordancia, siempre deseosas de revancha y con más memoria para el agravio que tripas para la digestión. Así que pasó Sevilla y olé, en pocos días vuelven los cangilones monótonos de siempre, la misma agua y los precipicios de los grupos insumisos que no lo son tanto, sobre todo porque su habilidad es no romper nunca del todo (aunque el sanchismo haya creado anticuerpos eficaces) sino llevarse todo lo posible y un poco más, más vale pájaro en mano que. Quería decir pasó el día, pasó la romería. ¿Se llevó un triunfo amargo don Pedro? Tonto no es, hablamos de un líder raro, eso sí, no conozco a gente que lo quiera, pero mandar, manda, pues eso. Estado de euforia temporal fue Sevilla. Estos eventos es lo que tienen. Puede que me desmientan, no obstante, la Valencia maltratada por la DANA que el sábado último sacó músculo pidiendo la dimisión de la rima no es la España otra que no le grita, incluso que lo vota, porque así es, así somos, el universo plural, la España dividida qué cabrea a los bomberos de España. Y por tanto que no nos confundan los decibelios de la ciudad del Betis ni los planos amplios de las televisiones, hay lo que hay y punto y pelota. Lo definitivo volverá a ser lo previsto, el domingo que nos llamen a votar ¿dentro de tres años?

Nadie dude de que es el mayor constructor de mayorías de la democracia del 78 sin necesidad de hablar catalán en la intimidad. Ni vasco. Se pongan como se pongan. Un peligro inescrupuloso e inescrutable, con la vitola del progresismo, la lucha climática y la memoria democrática para conseguir la perfecta desmemoria de los españoles.

En Sevilla se ha puesto pie en pared a la disidencia y sordina a los desvaríos, han construido un artefacto de pilas y con esa habilidad sensacional para los mensajes coordinados y la forma de mirar para otro lado. Con la regla de oro de que lo que no se nombra deja de existir. Como Ábalos y otros. Y otros.

Diarios Grupo Joly
El Pinsapar
2024 12 03_





domingo, 1 de diciembre de 2024

Calle Real / DESDE LEJOS




 ____ Desde lejos

He mirado la Isla desde lejos, sé que lo hacen otros, aunque con diferentes propósitos, especialmente los comparativos. Yo no, lo tengo claro, las Isla es para mí como el poema de Pessoa al río que pasa por su pueblo. Incomparable, formo parte de un mundo irreductible, la “universidad” del 44, en la que unas veces éramos profesores y otras discípulos. 


Me estoy refiriendo a Fernando Miranda y Alberto Otero, González Barba y Germán Caos Roldán, Pepe Hurtado e Ignacio Bustamante, Rafael Duarte y Juan Mena, Pedro López Alemany…

Estos “claustros” se daban también en otros lugares, con otros nombres… Digo que las televisiones no daban a esas horas los ruidosos programas que dan ahora, que llamaba nuestro inolvidable Pepe Oneto Revuelta de "picar carne", vivíamos la Isla tranquila que no llegaba al maravilloso The quiet man pero bueno, existía un Camposoto de huertas maravillosas y el agua de casi todos los caños era transparente y diáfana…

En la lejanía, las estampas de aquella ciudad que desaparece en mi nostalgia nos defienden de las tristezas de la vida, de los golpes, de la vida misma. Recordando el eucalipto de las tórtolas y la alberca con verdín de la huerta de Manolo, de agua fría siempre, y pura. Ah, recogíamos cuarzos en el "monte" del Cerro...

Diario de Cádiz
Calle Real
2024 12 01_

Este Calle Real de hoy, breve por necesidad, me ha hecho recordar otro que escribí hace unos años. Tanto así que, buscándolo he dado con él, resulta que ya en 2016 lo titulé 'Lejanías'. No me resisto a reproducir aquí alguno de sus párrafos...

... ese verano concreto que fui a Galicia, al volver escribí un Calle Real en que describía la vuelta, el encuentro con el paisaje, el aire, la luz de La Isla. Días después, quien era el Sumo Vigilante de las esencias cañaíllas, el inolvidable Ignacio Bustamante, me abordó por la calle diciéndome, tras la advertencia de rigor -"tú sabes que soy el primero en criticarte cuando así me lo parece"- que le había gustado muchísimo el Calle Real.

Ignacio formaba parte de un grupo irreductible de vecinos a los que La Isla les colmaba de felicidad. Eran amantes apasionados, grandes servidores y defensores de lo que fuimos y de lo que éramos... También de lo que deberíamos ser. En ese grupo habían estado Alberto Otero, Joaquín Ruiz y Fernando Miranda, fundadores de Mirador de San Fernando; José María Hurtado Egea, el gran poeta Rafael Duarte, Germán Caos Roldán, José González Barba, Juan García Cubillana y Juan Bohórquez Sargatal, Joaquín Quijano, Jesús Martín Almeida, Joaquín Rodríguez Royo y Juan Ortiz, Vicente Mira, Quintín Dobarganes y Nicolás Alonso y Paco Gutiérrez Macías, José Carlos Fernández Moreno...

Cada Calle Real que escribo desde aquel día en que Ignacio Bustamante me la alabara con entusiasmo previa advertencia de que yo sabía bien que me leía siempre con espíritu crítico, quiero yo que sea una manera de que no mueran, no se olviden todos los que, porque amaban a La Isla con pasión, supieron enseñarme el camino de ese amor irreductible y fecundo. En donde no hay lejanías.

Me leo y me digo, qué sin tacha siempre la memoria que recuerda y escribe desde la verdad del corazón. Y siempre certera.














📷 Fotografía Quijano y Archivo RTVE