martes, 12 de noviembre de 2024

El Pinsapar / PORCIÓN DE MURO (DE BERLÍN)


________ Porción de muro (de Berlín)

Ahora que se avecinan celebraciones y conmemoraciones del Muro de Berlín, esa atrocidad acometida por los comunistas contra el pueblo alemán que cayó en la parte de allá de la raya que significo el triunfo aliado sobre Hitler, he recordado la tarde en que Pepe Oneto, entonces director de la revista Tiempo, me contó lo que tenía pensado hacer, es más, había iniciado los preparativos para hacerlo: comprar un trozo de muro de Berlín y poner un trocito en cada revista. Me dijo que habría una autentificación por Notario de la adquisición y que ya estaban en ello comerciales del Grupo Zeta.


-¿Qué te parece?


Me había quedado tan sorprendido que no supe qué contestar. Estábamos sentados en La Mallorquina tomando un café -cortado, con leche- y lo vi verdaderamente ilusionado. Dije: “Un pelotazo, Pepe”. Yo siempre le hablaba en gaditano, que le hacía mucha gracia. Pepe era un trasterrado que recordaba su infancia, sus padres, su pueblo, su mundo más íntimo y personal con las palabras de ese mundo. Me dijo una tarde fría y ventosa en Madrid si olía a marisma. ¡A frío de la cuestecilla de la cárcel!, le dije. Guadarrama de azules lejos, fríos y claros como los ojos de… Le recité a Valle-Inclán, también lo recuerdo..

-Puede ser un pelotazo, cada revista con su trozo de muro de Berlín autenticado con el documento notarial correspondiente. Nadie ha hecho algo así.

Cuando, años después, estuve en Berlín y vi los trozos de muro expuestos como recuerdo de los años infames del comunismo y la guerra fría, volví a pensar en la idea genial de mi inolvidable Pepe Oneto. Era una trivialización, qué duda cabe, incluso una mercantilización de algo que había sido terrible, pues separó familias, separó personas a punta de metralleta y alambres de espinos pero que mostraba esencialmente el tamaño de una derrota, el triunfo de la democracia, el encuentro de las Alemanias. Otra Europa, distintas a la surgida de la derrota del nazismo en 1945.

Ahora llega una fecha redonda, el actual comunismo que ya no sé si es el mismo de siempre, no creo que celebra la alegría, el alborozo alemán y el respiro de las democracias europeas. La caída del muro no ha influido en la invasión de Ucrania ni en la aberración de traer soldados norcoreanos a luchar contra las fuerzas ucranianas bajo las banderas de Putin. Y ahora la vuelta de Trump. Como se suele decir, todo es susceptible de empeorar. ¿Qué muro derribado podría Pepe Oneto ofrecer a los lectores de Tiempo en estos tiempos de desolación, que San Ignacio recomendaba para no hacer mudanza? No vivió esta tribulación.

Diarios Grupo Joly
El Pinsapar
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📷 Agencias

INOLVIDABLE PEPE ONETO / 150 ANIVERSARIO DIARIO DE CÁDIZ.

Diario de Cádiz
150 aniversario
2017 06 16_


______ José Oneto

Hubo años en que el periodismo no sólo era un oficio, una profesión, un trabajo. El periodismo era una pasión. El tránsito de una dictadura de decenas de años a una democracia no fue cosa sola de políticos ni de renuncias, fue un proceso muy intenso de pedagogía y de información. En aquellos años conocí yo a un paisano que ya era famoso en su pueblo, se llamaba José Manuel Oneto Revuelta y era hijo de un trabajador de la Constructora Naval, melómano, pulcro y cañaílla. Trabajaba en una revista emblemática de los años 70 fundada por Juan Tomás de Salas, Cambio 16, y ya el nombre lo decía todo. Desde un Periodismo moderno se quería contribuir a la normalización de España, a la construcción de una democracia. Pepe Oneto fue uno de los más activos periodistas del período. Venía de los grupos clandestinos que en los últimos años del franquismo organizaban la salida hacia la libertad de tan larga dictadura. En todas partes se leían sus crónicas, siempre a pie de obra, siempre entre las mejores fuentes, siempre brillantes. Su aspecto elegante -“Uno debe ir siempre bien vestido porque puede ser detenido en cualquier momento”, solía decir- su flequillo rubio y la simpatía y el ingenio gaditanos que lo han caracterizado han hecho de él uno de los grandes referentes del Periodismo contemporáneo.neto

Qué lejos aquellos años ilusionantes en los que un Oneto podía estar hablando con el presidente Adolfo Suárez en el despacho presidencial y sonara el teléfono y el periodista escuchara “buenas tardes, Majestad, aquí estoy hablando con Pepe Oneto”. Ese era el nivel. De alguien que, por ejemplo, había sido el primer periodista en entrevistar al entonces Príncipe de Asturias, hoy Rey de España. O haber sido el responsable de la confección decenas y decenas de grandes portadas de una revista nueva e insólita en el periodismo español, que llegaría a dirigir años más tarde, convirtiéndola en la revista de información general más influyente de España.

Celebrando siglo y medio de Diario de Cádiz, que además de proeza de la familia Joly es un milagro de la providencia, con tantas vicisitudes y crisis nacionales y del periodismo, es obligado recordar a un periodista de raza como es José Oneto, cuyas colaboraciones en este periódico pueden leerse en su magnífica hemeroteca. Un diario es un trabajo titánico que se hace cada día y vale para un día. Se necesita, pues, un temple y una fuerza especial para llevarlo a cabo. La tecnología, que ha vivido en paralelo con la grandeza de los grandes periodistas como el de San Fernando, se ha adaptado a un curso sin marcha atrás. Fueron los Joly -y siguen siendo- y los Oneto, entre muchos, los valedores principales de un derecho que sólo trae desgracias cuando se pierde: la libertad de expresión. Se decretó en la Real Isla de León en 1810, la ciudad natal, la patria amada de mi querido amigo Pepe Oneto.

                                                                                                                         Enrique Montiel ________


domingo, 10 de noviembre de 2024

Calle Real / TIENEN RAZÓN

 

_________ Tienen razón

Los vecinos de la calle de Las Cortes tienen razón, toda la razón. Tienen derecho al descanso y a que las autoridades locales protejan ese derecho. Lo digo de principio porque es incuestionable y llevan demasiado tiempo, demasiados años diría yo, soportando un nivel de ruido, el que se produce por la gran concentración de personas que llenan la calle, que además es ilegal. El esparcimiento entra en colisión con los derechos y además va ganando terreno cada tiempo. Digo que cada tiempo es más, y más ruido, menos descanso para las familias que viven en esas zonas. Es como las terrazas, la ocupación de mayor espacio de la calle cada vez, bajo cierta impunidad porque el gobierno municipal mira para otro lado, no se quiere meter ahí. Finalmente los vecinos, hartos, se están movilizando y protestando por un hecho que bien mirado nos parece insólito. Por el sagrado derecho al descanso. Es un fenómeno central de las ciudades, me temo. El Parque es un ejemplo palmario. Allí tienen lugar acontecimientos de la ciudad, el principal es la Feria, la antigua Velada. Los vecinos del parque soportan un nivel de ruido desmesurado y por supuesto ilegal, hasta la madrugada. Me resulta incomprensible que eso ocurra. La vinculación del ocio con el decibelio es algo esperpéntico. ¿Tiene que ser así obligatoriamente?

Lo cierto es que el movimiento tiene una fuerza enorme. Se acercan a estos centros urbanos personas de todas partes de la ciudad y, quién sabe si de otras localidades de la provincia. En horas prudenciales es agradable contemplar esta sociabilidad pero a partir de un momento, todo es desmesura, ruido y abuso, que las familias se ven obligadas a soportar. Algo insólito. Por eso los vecinos, los damnificados, se han visto obligados a constituirse en grupo, en asociación, en algo que empiece siendo un altavoz pero que termine siendo el instrumento que salvaguarde sus derechos, especialmente el fundamental al descanso. Acabará cayendo sobre la mesa de decisiones de Patricia Cavada, que deberá tomar las más oportunas.

A todos nos gusta una ciudad viva, con una estructura adecuada de espacios de restauración y de ocio. Pero no esto de la calle Las Cortes ni cuando llega el turbión del decibelio al Parque, para martirio de los vecinos de esa zona. O las terrazas ocupando más de la mitad de la acera -¿y esto por qué?- Sociedad conflictiva, no cabe duda. Porque lo que está a la vista no necesita candiles y sólo hay que mirar un poco para arriba de la calle Las Cortes, vive gente. Y estas personas pueden enfermar, o desear la bendición del silencio. Es que tienen derecho, no sé cómo se puede decir de otro modo.

Diario de Cádiz
Calle Real
2024 11 10_

                                                                                                                                     📷Diario de Cádiz

lunes, 4 de noviembre de 2024

El Pinsapar / VISTO Y OÍDO

     


_______ Visto y oído

¿Hemos visto lo que hemos visto? Pues empecemos por el principio, ¿qué hemos visto? Digo yo, ¿lo que hemos visto ha sido que un tipo de Puertollano, otro de Monforte y otro de Figueras, o de Barakaldo, o de Trevélez, insultaban al Rey y le tiraban barros? ¿El que tiró el palo hacía el grupo que protegía a Pedro Sánchez era valenciano o extremeño? Ayer nos dijeron que el ministro Marlaska ha ordenado a la Guardia Civil que investigue a los agresores, sería estupendo que cuanto antes los lleven detenidos y los presenten al Juez de Instrucción. Saldremos de dudas sobre la ultraderecha, la ultraizquierda y, en general, la gente que cree que se pesca siempre en río revuelto. Los que lloraban y se abrazaban a los reyes dieron su testimonio de desesperación y de desconsuelo. Para eso -creo- fueron Felipe VI y Letizia a Valencia, a consolar y abrazar. A la reina, sobre todo, se le veía en la cara el pellizco que llevaba en el estómago. El Rey está más acostumbrado, creo yo. No obstante también tenía escrito en la cara la procesión que llevaba por dentro. De todos modos echo en falta explicaciones, muchas explicaciones.

Porque no es tan difícil exponer en una televisión que para llevar 50.000 militares a las zonas inundadas, por ejemplo (vale también 25.000, e incluso 10.000) hay que preparar una infraestructura mínima porque esta población deberá tener una comida, como mínimo, y un catre donde echar un sueño, sobre todo si va a estar doce horas luchando contra los desastres de la DANA. ¿Cuánto se tarda en preparar algo mínimamente presentable? Otrosí: las calles atestadas de coches amontonados necesitan de grúas pero de grúas que puedan llegar a la cercanía. Mas casi todos los pueblos estaban atascados, cerrados; las carreteras estaban cortadas, el mundo era un verdadero infierno. Y mientras, se entretenían en la semántica, en el “que me lo pida”, estas cosas tan poco edificantes. Somos lo que no hay, debo citar de nuevo la sabiduría de mi madre.

Lo cierto es que la inercia ha ido creciendo y si bien no entran en detalles de la extracción de los cadáveres y las circunstancias penosas de días oscuros, va llegando el agua (embotellada) y algunos alimentos, y también el voluntariado “y los militares” van abriendo caminos, quitando los barros, abriendo las casas… Han empezado a invertir la tragedia, a iniciar el necesario camino hacia la normalidad, hacia la vida anterior a lo que cayó del cielo. Como en todos estos procesos trágicos, cada día se está un poco mejor y un día llegará en que se alcance la normalidad, la vida cotidiana. Ojalá.

El Pinsapar
Diarios Grupo Joly
2024 11 05_


                                                                                                     📷 Diarios nacionales


domingo, 3 de noviembre de 2024

Calle Real / LA HUCHA NECESARIA


______ La hucha necesaria

El viernes estuve oyendo el programa de Alsina. El periodista de Onda Cero es un hombre de una gran sensibilidad, sentido del equilibrio y amor a la libertad, la justicia y la solidaridad. Quiso hacer su programa sobre el terreno, que se dice. Y consistió, sencillamente, en abrir el micrófono a todo aquel que pasaba por allí, las víctimas de la catástrofe, los testigos. Nadie que haya oído ese programa puede permanecer insensible. Las voces doloridas, enlutadas, tristes de las personas que iban hablando a los micrófonos de Carlos Alsina hacían crecer en mí la necesidad de ayudar, participar en la reconstrucción, dar un testimonio de amistad y vecindad con los valencianos, que nunca parecían ciudadanos de otra autonomía, gentes que hablaban con otros acentos u otras palabras, no, para nada, eran como los vecinos de mi calle, los amigos de toda la vida. Digo que si estuvieran más cerca, yo mismo iría para meter el hombro en lo que fuera posible y yo pudiera. Pero es que luego he visto en el Diario la colección de fotos de la acción de las tormentas en San Fernando. Donde llegó la desgracia hizo de las suyas. Y aquí estamos nosotros esperando desde ya a que nos digan qué podemos hacer, cómo podemos hacer. En San Fernando, en Jerez, en los pueblos devastados de Valencia o Castilla la Mancha. No sé si dejarán a Sánchez que detraiga una buena tajada del dinero que ha exigido el independentismo catalán para apoyar los presupuestos del gobierno de la Nación, o si el PNV va a renunciar a parte de sus ingresos forales para acudir a la solidaridad de todo lo perdido, todo lo destruido, todo lo arrasado en la España que ha recibido la desgracia de la DANA.

Esto forma parte de la conciencia individual y por eso me gustaría llevar algún dinero a la Hucha que debería ser ya España, en donde se recogieran los fondos de la reconstrucción, los fondos de la solidaridad. Y que ese dinero se repartiera entre tantos damnificados, tantas familias que han perdido a sus seres queridos y al esfuerzo de toda una vida, que era su casa, eran sus muebles, eran las cuatro cosas que vivían con él. Espero, pues, muy pronto, un número de cuenta corriente solidaria, una institución, algún garante -organismo, institución- que nos diga en donde podemos poner el dinero que podamos y queramos entregar a esa Hucha de la Solidaridad, que debería ser España, toda España sin excepción. Porque hay un trecho muy grande entre lo actual y lo que fue hasta hace unos días. Que no quede el cielo y la tierra tan sólo para quienes han enterrado a sus muertos y, además, han perdido casi todo. Y para quienes han perdido casi todo. Un millón de españoles, a diez euros, son diez millones de euros.

Diario de Cádiz
Calle Real
2024 11 03_

      📷 'El País' y 'Diario de Cádiz'