________ Las cuentas, por favor
Soy de dominó, no de póker
ni otros juegos de esconder, de otros lances imperturbables. Pero sé cuándo se
trata de póker, cuándo se ‘escuende’, que suelen decir los flamencos. Y ahora
estoy seguro de que se trata de eso, de esconder. O sea, tras de los grandes
enunciados y las palabras imposibles, como consulta por la independencia y
amnistía para los de Bruselas. Me huele mal. Hasta estos malvados saben que
nadie da lo que no es suyo, lo que no puede dar, lo que no tiene. O sea, Pedro
Sánchez puede sentarse en una mesa, en persona o por representación, y hablar
de independencia y amnistía mas ¿hablar compromete? Comprometerá en todo caso
una declaración solemne en el Parlamento, un documento firmado ante el Notario
del Reino. Ese papel con fecha límite y compromiso estricto. ¿Puede ocurrir
algo así en España? Parece que es imposible. Lo saben los actores de la comedia
y el drama. ¿Entonces? Vuelve a tratarse de dinero. Vamos, los acuerdos, por
volátiles que sean, se convierten finalmente en dinero. Y disposiciones legales
que tuerzan los brazos que iban a detener al malvado Puigdemont y sus
conmilitones independentistas. Y a esas cuentas deben dirigirse los diputados
de la oposición. Porque todos entendemos que lo que otros tienen de más y lo
que los demás tendrán de menos. Y resultará más que hiriente que un partido con
cinco diputados consiga una dote inmensa o la modificación de leyes con su
bloqueo dentro. Los pasitos que yo doy de los flamencos. ¿Cuánto valen, de
hecho, las decenas de diputados propios? Mucho menos, mucho menos. Con esta
información actualizada, fehaciente y demostrada será mucho más fácil votar la
próxima vez, sea en diciembre de este año o cuando lo disponga la Providencia,
que lleva años trabajando por España. Cabe la rebelión de los propios pero eso
es raro y complicado. Pienso en una reunión previa en la que los diputados
expresen su opinión y se acuerde de lo que se vote. Sería interesante pero es
muy vertical la dependencia, tanto que el que está al mando, en este caso Sánchez,
no se dejaría sorprender. En el juego de equilibrios los tahures no tendrían
tanto poder porque sus peticiones inasumibles no superarían el parapeto democrático. Es otra visión al problema que plantea la Ley Electoral y el funcionamiento de
los partidos políticos.
Pero mientras, podemos exigir las cuentas, que nos
ofrezcan las cuentas y sepamos todos los españoles lo que se entrega al
independentismo, en metálico, a cambio del sostén del gobierno, la llegada o
permanencia en la Moncloa de un presidente. Y las normas que se violen para
esto.
Diario de Cádiz
El Pinsapar
2023 07 29_