domingo, 27 de septiembre de 2020

Calle Real / JUAN ANTONIO LOBATO, PINTOR




________ Juan Antonio Lobato, Pintor

Vaya por delante, no sólo me encanta la Pintura. Me entusiasma. Los dos siglos de la Música y la Pintura son mis siglos. Digo el siglo de Velázquez y el de Johann Sebastian Bach. Sí, sí, todos los siglos lo son de música y de pintura, pero hablo de esos dos grandes siglos en donde la gente se desmayaba -síndrome de Sthendal- oyendo una fuga para órgano o contemplando un Rubens. Pues traigo a la Isla estos aprioris que no son prejuiciosos, son la verdad.

El otro día entré en la Galería GH 40 como si atravesara una frontera increíble. En la puerta de la calle estaba la ciudad, con sus miserias y sus grandezas; en el interior entrevisto había otra atmósfera, otro aire, otra luz. Y Juan Antonio Lobato, el Pintor. La Galería GH 40, hecha a pulmón por el pintor que es muchas más cosas, además, es un espacio de Arte de San Fernando, una suerte de suerte que tenemos que debería estar subvencionada o exonerada de impuestos por los beneficios sociales intangibles que ofrece, de gratis, a los vecinos de esta ciudad. Como esta muestra antológica que hay ahora allí puesta, más de un centenar de cuadros del pintor Lobato construidos sobre dos escenarios, el impresionismo abstracto de la planta baja de la Galería, una suerte de sala grande de Museo Moderno en donde hay obras realmente magníficas (no se trata de entender nada ni leer los signos de un lenguaje que no es verbal, es ideográfico, pintagramas los llamaría yo) construidas con materiales de experimentación y liberalidad. Una de las características de un pintor que es doctor en Medicina y coronel médico de Defensa, que es Académico y reconocido en muchos ámbitos como uno de los representantes mayores de esta escuela pictórica. Mas bajando al sótano de la Galería, oh sorpresa, entramos en la otra cara de la moneda de la pintura de este cañailla. Quedé fascinado. Orilla, mar y cielo es el resumen de la nueva producción del pintor, que desconocíamos. Ha cambiado el lenguaje, lo abigarrado y múltiple de su expresionismo abstracto (un modo de decir) por esa cegadora recreación de nuestras playas, de los amaneceres y atardeceres, de las espumas de las olas que rompen en la orilla, de todos los cielos llenos de luz, del mar…

Fui un privilegiado visitando esta exposición acompañado del Pintor y sus explicaciones. La pandemia no permite las visitas de muchos, pero hay que ver estos cuadros, hay que comprobar que algunos isleños ponen a San Fernando en el mundo, a través del Arte, que es el modo noble de hacerlo, no con las malas noticias ni con los dramas cotidianos. Así Juan Antonio Lobato, tan gran persona y artista.

Diario de Cádiz
El Pinsapar
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domingo, 20 de septiembre de 2020

Calle Real / DON CAYETANO


____________ Don Cayetano

En voz baja siempre oí hablar del fusilamiento de don Cayetano Roldán. Los de Vox parece que no son de aquí, ni tienen padres ni abuelos que les hayan contado del horrible crimen político que el Alzamiento cometió contra este republicano que fue alcalde de San Fernando. Ni lo más importante, sobre sus tres hijos, el menor de los cuales sólo tenía 16 años. La ciudad ha estado horrorizada durante décadas por estos crímenes. Digo que primero se fusiló a los hijos del alcalde, luego al alcalde, semanas después, conociendo la muerte de sus tres hijos, o sea, añadiendo un dolor infinito al dolor venidero de la muerte. También asesinaron al Pastor de la Iglesia Evangélica Española, era de ideas socialistas, dijeron, pero sobre todo era un pastor luterano. En la relación de aquella crueldad hay otros casos que ponen mal cuerpo, como lo de don Virgilio Pérez, otros muchos. Los de Vox no saben que son concejales de aquí, no de otros lugares en donde los crímenes fuero otros; no quieren entender que el horror cometido no prescribe ni prescribirá jamás para la buena gente de esta ciudad.

Cuando la gente hablaba en voz baja de esos asesinatos pregunté por los asesinos. Los que lo tramaron, los que los ejecutaron, detuvieron. La respuesta fue más silencio aún, hermetismo total. ¿Lo sabía la ciudad? Es lo que me gustaría saber, quiénes llevaron al paredón a los tres hijos de don Cayetano Roldán, y luego a su padre. Y tantos otros. Pasan los años y los días y mucho me temo que nunca sabremos de estos detalles: ni dejaron nada escrito ni nadie anotó para escarnio universal esos nombres y circunstancias. Ni siquiera una guerra civil justifica el número de crímenes que se cometieron en todos los pueblos y ciudades de España. Pero Vox pasa de puntillas por estos desfiladeros inevitables. Se trataba de hacer a don Cayetano Roldán Alcalde Honorario. Tiene en la ciudad un bronce y una gran avenida, pero sobre todo tiene la ternura de la gente buena de la Isla, la gente que se ha sentido siempre cercana, humanamente hablando, a una familia a la que fusilan a todos los hijos varones, y al padre semanas después, que además durante toda su vida hizo el bien a la gente humilde, porque era médico y porque fue siempre un hombre bueno. Alguien se lo debería haber dicho a los de Vox, o haberse informado de estos extremos. Se trataba de lo que se trataba, restituir a ese hombre bueno asesinado, en lo posible, el amor de la Isla.

No creo que estén muy felices de haber mirado para otro lado estos concejales de Vox, que lo son de San Fernando, donde ocurrieron estos horrores…

Diario de Cádiz
El Pinsapar
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domingo, 13 de septiembre de 2020

Calle Real / MAÑANA MURIÓ L. B.


_________ Mañana murió L.B.

Ocurrió en 1979, la noticia llegó como un obús. Por inesperada, por dolorosa. Luis Berenguer había muerto. Había que preguntar y repreguntar. Porque yo había estado en su casa el día antes de que empezara a notarse mal, ir al médico, volver a ir, quedarse en casa, o sea, no salir a cazar, que había quedado, sentarse a ver la televisión con los suyos y expirar. 

Así de esquemático, así de verdadero. Por eso era preciso repreguntar a quien te había llamado por teléfono para decírtelo: Imposible, ayer estuve con él, no, antes de ayer, hoy se iba de cacería. No fue, se sintió mal, fue a don Juan Martínez, volvió a ir por la tarde, nada, no tienes nada, Luis, y le explotó una arteria.

Maldita víspera, maldito día de septiembre. Tenía 54 años y muchos hijos, muchos. Que lo necesitaban, que tenían derecho a disfrutar de un padre así, tan lleno de cultura, de ingenio y de arte. Y estábamos los amigos, los escritores que empezábamos. Y los lectores. Éramos muchos, muchos los conmovidos, los golpeados por una muerte inexplicable, prematura. Juan Mena se casaba el día que lo acompañamos al cementerio, por la tarde, en el Carmen. Por la mañana el dolor, por la tarde la alegría de la boda de un querido amigo, admirado poeta para Luis Berenguer. Rafael Duarte y Juan Mena eran los dos poetas de la Isla, y lo siguen siendo. Luis Berenguer les presentó en el Centro Cultural un poemario, no era de presentaciones pero fue a decirles algo, quién nos diría a todos que el reloj se había puesto en marcha, que llegaría el día 14 de septiembre y que Luis se iría al misterio de cabeza, confesado y comulgado, como estaba siempre, porque -lo confesó- comulgaba todos los días “un poquito”.

Mañana murió Luis Berenguer y ayer apareció en mi estudio, dentro de un libro suyo, Tamatea, el programa de mano de la Feria del Libro del año 1995… dedicada a Luis Berenguer. Por lo que fuera hubo años en que la ciudad se esforzaba en tener una buena Feria del Libro, con muchas librerías y muchos actos culturales paralelos. La Isla apostaba por la cultura de los libros y los escritores, era la ciudad en donde descansaba el gran novelista Luis Berenguer. Otra de las estelas que le debemos al gran José González Barba, alguien de verdadero mérito, cada día que pasa su figura se engrandece para mí, se minimiza, por el contrario, las de quienes no lo quisieron, no lo reconocieron ni valoraron. Sí, fue mañana cuando murió, cada 14 de septiembre. Por eso lo estoy releyendo, aunque tengo sus libros siempre muy a mano, es como oírle decir las cosas que me decía, los dos solos en su despacho de la casa de la calle Real donde me leía sus novelas inéditas.

Inolvidable Luis, qué grande, qué grande…

Diario de Cádiz
El Pinsapar
2020 09 13_