domingo, 30 de septiembre de 2018

Calle Real / UN PAÍS LIBRE

 

_____ Un país libre

“… estoy analizando lo dicho por la ministra Carmen Calvo acerca de que el gobierno central es partidario de limitar la libertad de expresión a los medios de comunicación. En cuanto confirme que sigo viviendo en un país libre volveré a contactar contigo. Un abrazo.”

Me escribe Gonzalo, editor de una televisión local, la televisión local de San Fernando. Gonzalo es crítico a su manera, lo ha sido siempre. Desde el minuto uno. Digo que viene ejerciendo la crítica al modo en que se ha ejercido siempre en la Isla, bien con la palabra o con la pluma. La crítica de lo mal hecho, de lo que no se hace, de lo que se hizo deficientemente. Es como cuando yo suelo recordar lo mal que está hecha la sala grande del Centro de Congresos, un auténtico martirio para un españolito que tenga cierta altura. El responsable gallea siempre que puede y se pirra por una foto o una postura junto a Patricia Cavada. Yo, desde luego, me hubiera metido en un boquete tras arreglar el desaguisado. Pellizco de monja más o menos. Como lo del soterramiento de los cables aéreos que tanto perjudican a esa televisión local que da servicio a miles de vecinos. Y que pasan los meses ante la desesperación de esta empresa, que ve que no se atiende su justa demanda.

Pero lo de Carmen Calvo significa un salto cualitativo, que diría un marxista de primero de facultad, de Políticas, naturalmente. Un salto cualitativo del cabreo que le entra a determinados políticos cuando la “prensa” le pone la lupa. Y la verdad es que no le van muy bien las cosas al gobierno del que forma parte la señora de Cabra, el gabinete de Pedro Sánchez, surgido de una moción de censura que pudo hacerse porque don Mariano Rajoy no disolvió las cámaras y convocó elecciones anticipadas. Es que han dimitido, se han visto a dimitir dos ministros, otros dos están en la cuerda floja y al propio presidente le estudian la Tesis Doctoral y no gusta el color de la orina del enfermo.

De ahí lo que me escribe Gonzalo, desde la precariedad de una televisión local sujeta a una concesión graciable, digo yo, y sin una buena coraza para aguantar un empujón. De donde suelen llegar los empujones, de algún rincón secreto del Poder.

Se siente avisado por doña Carmen. Hasta el punto de que anda mirando y mirando a ver si el país libre en el que vivíamos sigue siendo el mismo o algo está a punto de cambiar inevitablemente. Y me lo ha dicho, con cierta preocupación. Había oído a la ministra y conozco de algunas demasías y excesos de los medios, por contagio quizá de las demasías y excesos que comenten a menudo los portavoces políticos que utilizar a dichos medios como bombas de destrucción masiva. Mas no quiero pensar que en nuestro pueblo haya ni sucedáneo. El polígono de tiro lo cerraron hace tiempo.

Diario de Cádiz
Calle Real 
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domingo, 9 de septiembre de 2018

Calle Real / EL PITO DE LA OLLA

 











____ El pito de la olla

Resumiendo: La Ministra de Defensa del Reino de España, doña Margarita Robles, no midió el alcance de una decisión estupenda: cancelar un pedido de bombas para el Reino Saudí. El número no se conoce con seguridad, se habla de 500 y 2000 bombas. Que se lanzarían sobre el Yemen, presumiblemente. Es lo mismo, cancelar un pedido en firme de bombas, unilateralmente, es dar un argumento consistente a suspender el contrato ya firmado para la construcción de cinco corbetas en los astilleros de Ferrol y San Fernando. O cuando menos establecer una demora exasperante. Seguro que doña Margarita Robles no contó con el escandalazo que se ha organizado en el Ferrol y San Fernando, que el viernes puso a arder los primeros neumáticos en la circunvalación, con corte de carretera. Y el inicio de un nuevo malestar en los cerca de 6000 trabajadores que, con las corbetas, tenían asegurado varios años de trabajo en el astillero y en las empresas auxiliares.

Tampoco contaba la señora Ministra de Defensa con el revuelo mediático que ha logrado. Porque no ha barajado algo que el alcalde de Cádiz definió con cierta consistencia: los grandes deseos de paz mundial y el pito de la olla (exprés) se llevan mal. La bahía lo que hace y sabe hacer muy bien son buques, de guerra, petroleros, gaseros, de contenedores, hidrógrafos. De todo tipo. Desde hace dos siglos. ¿Hubiera sido bueno cambiar la estructura productiva por otra estupenda? No se hizo. Como Ferrol y Cartagena, San Fernando forma parte del tridente del poder naval que un tiempo tuvo el Reino de España. Pero la decisión sobre las bombas iba de manual, otros países más “democráticos” que nosotros las hubieran vendido sin parpadear. Y puede que otros países más democráticos que nosotros (léase de más antigüedad en democracia) le hagan al Reino Saudí las corbetas que ahora están colgando de la brocha con la que la señora ministra del gobierno de Pedro Sánchez escribió los trazos gordos de la palabra estupenda, que resume una política de apaciguamiento con LaciTorra y todo lo demás. Que han traído esta derivada de la inquietud, el primer corte de carretera y el miedo en el cuerpo de miles de familias de una comarca -la bahía de Cádiz- que está en un ay permanente.

¿Añadimos alarma a la que ya impera? No quisiéramos por nada del mundo. Pero nos gustaría que la señora Ministra de Defensa se vaya a Ryad mañana mejor que pasado y solucione el problema que ella, con la anuencia y beneplácito del presidente del Gobierno estupendo, ha creado en nuestra ciudad. Y en el Ferrol. Y en la bahía de Cádiz.

Mire todos los telediarios de estos días, y los periódicos y las emisoras de radio. Y lea los informes de sus servicios de Inteligencia y de la Policía. Y actúe en consecuencia. El gobierno sabrá.

Diario de Cádiz
Calle Real
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