domingo, 22 de marzo de 2015

Calle Real / HOY, AYER



______  Ayer, hoy

Ayer escribo hoy. Ni siquiera esta economía verbal puede expresar lo que significa poner en palabras los pensamientos y emociones de un día para otro. Mucho más cuando todo se proyecta al siguiente, o sea, mañana lunes. Escribir el sábado, digo, para que me esté leyendo previsiblemente hoy, domingo, de lo que puede que ocurra mañana es una de las dificultades objetivas que tiene la escritura. Periodística o cualquier otra. Y no sólo por la caducidad de lo escrito (a cierta edad se ve la hosca sombra de la caducidad por todas partes) sino por el nervio mismo, lo que lleva dentro cada palabra. Hoy, de cualquier modo, sólo me permito -autolimitación, claro- invitarle a votar. Eso, por supuesto. Durante muchos años -demasiados- no pude votar. Cuando lo conseguimos no he dejado de ir nunca. Votar es lo primero. Luego que sea lo que sea, no diré lo que Dios quiera. Dios nos tiene dejado de la mano de Dios, o sea, a nuestro propio albedrío. De otro modo no seríamos responsables de lo que hagamos. Y vive Dios que lo seremos, también hoy. De lo que votemos. Contribuiremos -en lo que contribuya una elección- a lo que nos ocurra. Y no sólo a esta cosa incidental de subir o bajar un impuesto determinado. No. Será del conjunto de las cosas que esperamos. Y que nosotros hacemos con nuestro voto por el procedimiento de esta democracia nuestra de representación por la cual damos los poderes a representantes nuestros que, quiera Dios también, nos representen como nos merecemos. Y estén a la altura. Digo de la generosidad, bonhomía, escrupulosa honradez y eficiencia. Porque se trata de seguir construyendo, se trata de mejorar nuestra vida aquí en este valle de lágrimas con algún día de sol que es la vida. Este poco de tiempo en medio del misterio del tiempo de nuestras vidas.

"Metafísico está vuesa merced, Montiel", podría decirme alguien. Y yo contestarle que estoy ayuno. Sería la verdad. Ayuno, como muchos. De lo prometido y no cumplido, de lo soñado y no realizado. De una palabrería que no fuera vacuidad y mentira. Y de gestos corteses, amables. De argumentos y compromisos tasados. No es necesario poner ejemplos. Quién haya seguido los debates (¿?) o escuchado los mítines de esta campaña sabe de lo que vengo hablando. Esta última semana en que han aparecido unos huesecillos mondos y lirondos que dicen que pueden ser de Miguel de Cervantes. Muerte, he ahí tu victoria parafrasearía al Pablo de la I Carta a los Corintios y a Oseas (13:14). ¿Esos huesecillos son Cervantes? No habrá huesecillos en los cementerios del futuro si son como el nuestro, de caducidad de 5 años o desalojo obligatorio camino del Osario común. Otro motivo para pensar en el día de hoy-mañana.

Termino aquí, salgo a mi colegio electoral. Entraré en la cabina, tomaré una papeleta, la pondré en el sobre y me encaminaré a la mesa a votar. Con todos estos pensamientos. Y otros más íntimos.

Que sea lo mejor para los andaluces y todos los españoles puesto que todos somos lo mismo.

Diario de Cádiz
Calle Real
2015 03 22_