domingo, 21 de febrero de 2010

Calle Real / EL DESFILE

                       De Bernardo                                     Pedemonte                                Castro


__________ El desfile

Una de las imágenes sin duda soñadas por De Bernardo, el saludo a S.M. El Rey a pie de tribuna en el desfile de las Fuerzas Armadas en La Isla del Bicentenario, se ha esfumado. ¿Culpable? María Jesús Castro. Antes de partirme de risa por esta salida de pata de banco de los andalucistas, quienes atribuyen a la senadora socialista omnímodos poderes en Defensa, me llama poderosamente la atención la escasa proporción de autocrítica de su discurso. Será la tónica, sin duda. La culpa la tendrán siempre los otros. Nosotros, quiero decir. La ciudad. Y mucho más cuando ésta les dé la espalda definitivamente en las elecciones de 2011. ¿Lo ignoran? Hasta es posible. Lo digo por el nivel de autismo político y la escasa inteligencia crítica que manifiestan.

Para hacer este pan como unas tortas han encontrado el asidero inverosímil de María del Carmen Pedemonte, la líder local del PP, ya en franca retirada, tanto local como parlamentaria. Y los suyos, los de Pedemonte, en la misma tabla a la deriva de este gobierno que naufraga y que hará responsable del naufragio al que pase por allí. Como ha hecho ahora con María Jesús Castro, que podrá gustar o no pero ellos saben muy bien que siempre ha estado en la mediación discreta para lograr todo lo posible para La Isla, que es su pueblo, donde ella vive y en donde ha tenido muchos de los votos que la han llevado al Senado.

Defensa y lo que venimos en llamar "La Zarzuela" no suelen dar puntada sin hilo. Y si la conmemoración de la Constitución de 1812 tiene adjudicado un desfile del Día de las Fuerzas Armadas no iba a ser en La Isla, precisamente, sino en Cádiz. Porque esta ciudad es la capital de la provincia, porque la Constitución se promulgó en Cádiz, porque en Cádiz tendrá lugar la sede de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobiernos Iberoamericanos, porque Cádiz ha sido designada Capital de la Cultura Iberoamericana en 2012 y por mil razones más que no caben en este espacio. Y no precisamente porque Teófila Martínez, su alcaldesa, sea la más apreciada de España por el gobierno de Rodríguez Zapatero.

El tren-tranvía va a pasar por encima de la batería de Alburquerque, pese a las lagrimitas de cocodrilo de la de las firmas, y el desfile no atravesará la calle Real, u otra. Es lo que tiene. Como tampoco la Casa Lazaga dejará de ser una finca fantasma, ni el Palacio Municipal podrá abrir sus puertas, ni la Comandancia General de la Infantería de Marina será lo que se dijo, ni mil palabras más. Así que cada vez más este gobierno local se me antoja más literario en el sentido de las tragedias griegas. Mal fario total.

Diario de Cádiz
Calle Real
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lunes, 8 de febrero de 2010

Calle Real / MI SOBRINA ANA








________ Mi sobrina Ana

Al terminar la ceremonia de inauguración del nuevo Centro de Congresos del Cine Almirante, en la que, por cierto, los del PP isleño fueron reducidos a meros convidados de piedra, que puede que sean lo que son (más el coche oficial de Pedemonte), pues nadie los invitó a hablar en esta ceremonia de incienso a la Diputación, representada por Pérez Peralta, vi que entre el público se encontraba mi sobrina Ana, con sus padres. Mi sobrina Ana está acabando Arquitectura y es un moza muy esbelta e inteligente que ha heredado de su padre, arquitecto, cierta sorna irónica. Hacía que no la veía y fui a darle un beso. Como venía negro del desatino cometido en un nuevo equipamiento de la ciudad que ha costado tanto tiempo hacer, y tanto dinero, porque no cabía en la butaca, pregunté a mi cuñado (que es de mi porte, por cierto) si las filas de butaca obedecían a los estándares admisibles para estos casos. Mi sobrina Ana respondió a la pregunta sin vacilación alguna:

-Yo pongo estas medidas en un proyecto de la Carrera y me catean.

Su respuesta me dejó admirado de su inteligencia analítica. Es de "suspenso" este aspecto del Centro de Congresos que echa por tierra una obra realmente interesante en la que se han conjugado espacios y volúmenes con singular acierto. ¿Por qué somos tan torpes, por qué no coronamos las cosas con buen sentido, buen criterio? Es de depresión haber realizado este Centro que tanta falta hace a La Isla, y al "centro" urbano, para su enriquecimiento y proyección, y permitir que el espacio central, el auditorio mayor, presente unas hileras de butacas en donde no se cabe, prácticamente, y en el que, sin duda alguna, es de martirio sentar a una persona durante una hora, o diez minutos.

Así que visto lo visto, no paro de pensar en el proyecto de equipamiento de la calle Real, concretamente las terrazas de los bares y cafeterías. Que se haga, como debe ser, desde el diálogo y el acuerdo, no puede significar que no se aproveche la oportunidad (vía incentivos, ayudas, asesoramientos, financiación, lo que sea) para realizar una profunda transformación de la calle Real bajo perspectivas de modernidad, inteligencia y estéticas necesarias.

La profunda transformación que se está operando en una "calle" difícilmente encontrable en muchas ciudades, no puede convertirla en un zoco variopinto en donde la propia calle, que es de todos, se convierta en prolongación de estéticas interiores charras o, simplemente, inadecuadas. El responsable municipal de este asunto debería apoyarse en los puntales sensatos de la representación empresarial y alumbrar una normativa para todos que haga inviable hacer de nuevo el patio de butacas del Centro de Congresos del Mundo Mundial en la calle del Tren Tranvía.

Diario de Cádiz
Calle Real
2010 02 08_