miércoles, 19 de marzo de 2008

SEMANA SANTA























Se aprende en la infancia. Digo que se adquiere en la infancia: la fugacidad, el sentido de la fulminación del tiempo que pasa en la Semana Santa. Y no ya la Semana Santa que empieza el Domingo de Ramos con la Procesión de Palmas y termina con el Resucitado. No. Empieza mucho antes, como si quisiéramos que no fuera tan deprisa esta disolución, esta carrera de la edad. Un año más, de nuevo, todo se ha consumado. Con un paréntesis de dos días -de agua, de frío- que hizo que brotaran las lágrimas de quienes ponen su ilusión en lo incomparable, mágico y fugaz -pese a de lo eterno que se trata la metáfora. Hoy Cristo ha resucitado. Desde ayer suenan los Aleluyas. Empezamos a caminar, a llevar cada cual su cruz en la que seremos crucificados para resucitar según nuestra fe. Pero al misterio le hemos puesto alegría los andaluces, digo la primavera de azahar y noches claras; digo la música que suena de clarines, el retumbar de los tambores, el dulce murmullo de olas lejanas de las flautas. Y la conmoción inevitable de la saeta. Es Cristo quien pasa, es su Madre. Van al Calvario. Con la cruz, en la cruz, atado a la columna, prendido, derribado. Y su Madre. Detrás. Desconsolada. Las madres siempre van detrás con desconsuelo...

Mañana empieza la Pascua de la Resurrección. Mañana lunes. Queda este hoy fulminante con sol, esta aceleración inenarrable del Domingo en que principió la fe y se anunció el verdadero milagro, más que ningún otro: Morimos con Cristo para resucitar con Cristo. En espíritu y verdad. Lo escribió el apóstol Pablo en Romanos. No hay misterio mayor.

jueves, 6 de marzo de 2008

El Pinsapar / ES MI NIETA




______ Es  mi nieta

Tengo una nieta. Hablé de ella aquí, cuando nació, el día de la huelga general de Delphi. Ni un café en el interminable día de paritorio. Qué día tan triste para Cádiz y qué feliz para mí y los míos. Dije su nombre entonces, Claudia. Me sorprendía mucho cuando me preguntaban por ella los amigos, los lectores. Llamándola por su nombre quiero decir, pero que lo dije yo. Pronto hará un año. ¿Es la niña de Rajoy? Sin duda. Es la niña a la que ya le están buscando guardería, pensando en el colegio que le toca, oteando el futuro que tendrá -que es humano todo ello- y que forma parte sin duda de muchas de las cosas que se han dicho en la campaña cuando no se han dicho a la cara lo que se han dicho. 

O sea, que va a tener una habitación con una cama en el hospital, un ordenador en el colegio, un bilingüismo completo, más kilómetros de autopista sin peaje, el trasvase del Ebro, otro informe PISA más benigno, mejores Euríbor en la hipoteca, qué sé yo. La niña de Rajoy, aunque lo hayan puesto de cursi y servido de rechifla en los mítines contrarios, es mi nieta. Porque si no trabajamos para Claudia, y para tu hija recién nacida, amigo lector, y para los nietos de todos, entonces, nada, vaya cosa inútil la democracia, el pagar impuestos, el sentarse delante de la tele para ver los debates y el salir el domingo a votar con la convicción de estar haciendo lo que se debe, lo que hay que hacer, lo obligado. Porque va en ello la niña de Rajoy y va en ello el futuro, el nuestro, el de todos.

La niña de Rajoy puede ser como la abuela de Manuel, que se ha partido una cadera y está en una residencia de ancianos, que le cuesta a la familia un esfuerzo pagarla, pero no importa, todo es poco para ella. El problema es que no hay camas suficientes para todas las abuelas y todos los abuelos que lo necesitan, y también para ellos habrá que hacer algo. Es lo que se dirime el domingo, el hacer, el quehacer de cuatro años intensos, irrecuperables y definitivos. Quiero decir que es como una corriente subterránea fundamental, no la hojarasca de las descalificaciones, los ataques, el sectarismo y todo lo malo que tenemos que la política saca fuera. Antes al contrario, hablo de lo noble, lo sagrado que hay en la votación del domingo, en la encomienda que haremos los españoles a quienes se han ofrecido para administrar nuestros patrimonios. Democráticos, económicos, de futuro.

La niña de Rajoy se merece que la tomemos en serio todos, porque es la esperanza, la realidad que quisiéramos para España. Y el lunes, tan amigos. Pase lo que pase.

Diario de Cádiz
El Pinsapar
2008 03 06_

sábado, 1 de marzo de 2008

CLARIVIDENCIA CHECA







Una estudiosa del hecho flamenco en Chequia ha publicado una opinión sobre el flamenco tradicional y el flamenco contemporáneo de una lucidez sorprendente. La coincidencia con muchos estudiosos españoles del máximo nivel es asombrosa. Debe estar a la vista, aunque muchos no lo quieran ver. 

¿Fue Camarón de la Isla el último gran artista flamenco de la historia?

La perspectiva de otros horizontes culturales, el acercamiento a la realidad del flamenco desde otras coordenadas, además de hablar de la inteligencia crítica de la señora Lenka de Praga, hacen de la iluminación una perla que conviene tener presente a la hora de contemplar la realidad actual y el futuro del flamenco, el único, verdadero y genuino flamenco que existe.

Miren...




"______ Dnes jsem nekolikrat poslouchala cd flamenkove zpevacky María la Perrata. A musim rict, ze je naprosto uzasna. Dle meho nazoru, se jeji umeni nemuze srovnavat ani s Marinou Heredia, Chiqui, Estrellou Morente, Encarnou Anillo, Esperanzou Fernández... nikdy... Dobra, dobra... samozrejme, ze ja nemuzu presne vedet, co se v soucasne dobe ve flamenku deje... Ale domnivam se, ze se flamenco uz z jedne strany vytratilo... ze uz tu nikdy nebudou tak velci umelci jako v minulosti, ci jako ti dosud zijici ze starsi generace... ze to velke umeni mozna konci generaci Macanity, ci Povedy... nevim... Jini jsou a budou mozna velmi dobri umelci, ale nikdy uz to nebude to velke umeni jako kdysi..."
 (Traducción de la autora)

"______ Hoy he escuchado algunas veces el disco de la cantaora de flamenco María la Perrata. Y debo decir que María es absolutamente maravillosa. En mi opinion, su arte no se puede comparar ni con Marina Heredia, Chiqui, Estrella Morente, Encarna Anillo, Esperanza Fernández o otras... nunca... Bien, bien, yo no puedo saber precisamente que pasa actualmente en el flamenco... Pero yo creo, que el cante flamenco, de un lado, se ha ya perdido... No serán nunca más los grandes artistas como en el pasado, o como estos viejos, y que viven todavía... Que un gran arte quizá termina con la generacion de La Macanita, o Poveda... no sé... otros son o serán quizá muy buenos artistas, pero no lo será nunca más tal gran arte como antes..."                                             
                                                                                                                                                                
Lenka Stanickova
Praga, 2008_