jueves, 29 de noviembre de 2018

29 08 2018_ Cádiz, Casa Pemán_Presentación 'Contra Catalunya" de ARCADI ESPADA_


Cádiz, 29 de noviembre de 2018
Fundación Casasol - Casa Pemán

PRESENTACIÓN de "CONTRA CATALUNYA"
de Arcadi Espada

_____________ Hace veinte años no leí el libro de Arcadi Espada. Es posible que Arcadi Espada fuera sólo un articulista de El País, un nombre sin duda inolvidable. El primer Arcadi que de dicho nombre, parecido sin duda al personaje de Cien años de soledad, José Arcadio Buendía, se hubiera salido de la novela de Gabo y viviera en Barcelona, cerca de la Balcells. Pero era y fue así. Entonces me queda la duda de si, primero, hubiera entendido Contra Catalunya y, segundo y último, si el libro me hubiera causado la gran impresión que me ha causado leerlo en los días finales de noviembre de 2018, o sea, veinte años después.

Así que me apresuro a decir que es muy posible que ustedes, cuando se dispongan a leerlo, vayan de perplejidad en perplejidad con este libro. En primer lugar porque se interroguen sobre la clase de libro que es, quiero decir: ¿se trata de un ensayo -sobre periodismo, sociología, antropología, política…-, un libro de historia de nueva metodología, una metodología innovadora, una construcción del presente sobre bases sólidas y todas contrastada? Tal vez sea un texto periodístico del tamaño de un libro, o sea, un libro de 300 páginas, exactamente de 299… ¿Se trata de una novela, genero ecléctico, amplísimo de posibilidades? Lo que sin la menor duda no es este libro, aunque el título, muy de Arcadi Espada, induzca a pensarlo “un poco”, es un panfleto, un vociferio, un instrumento político de la insurgencia contra el nacionalismo, contra la Cataluña nacionalista. No lo es para nada.

Todas estas dudas van asaltando al lector atento de Contra Catalunya. A mí, de inicio, me impacta algo por lo que yo he pasado o vivido. Cuenta Arcadi de su interés por entrevistar y conocer al conductor del camión que llevó cientos de kilos de papel a la incineradora en los años 70, muerto Franco, para proteger a muchos catalanes de su relación con el dictador. Yo, poco antes, vestido de blanco y tafetán, marinero de primera a la sazón, pasé las mañanas de 16 meses de mi vida en una dependencia de Marina llamada Archivo General de la Armada, donde había varias “Salas de Justicia” en donde estaban los legajos, ordenados, de la represión y la justicia del largo período comprendido entre 1936 y 1973. Me podía haber entrevistado a mí Arcadi Espada, sobre todo cuando poco tiempo después ardió completamente. No sólo la Sala de Justicia, el Archivo General completo. Y su edificio, un noble edificio de la época de Carlos III de la Población Naval de San Carlos.

Todos hemos vivido en un país muy parecido. En donde los arquitectos nos robaron los paisajes, el paisaje urbano y el paisaje periurbano. Esta constatación ocupa muchas páginas de la escritura de Arcadi Espada. Maravillosa la anécdota que refiere nuestro autor de un Juan Ramón Jiménez que visita a su vecino para pedirle permiso para pintar la fachada de su casa. Es el paisaje de los ojos de los otros. Desde el interior de la casa donde componía Platero no veía brillar el color de su fachada con la luz de Moguer.

Porque la escritura es un viaje este libro es un viaje también. Un viaje en principio pequeño, por las calles del barrio, por las calles de los barrios de Barcelona. Casi debe llegar nuestro autor a Asquigrán para que aparezca Pujol y nos diga algo que fue su lema: Avuy no toca. Fin de la cita.

Estamos en un punto que no puedo pasar sin más. He empezado diciendo que no leí este libro hace 20 años, lo he leído en este noviembre frío de veinte años después. Con una sensación de actualidad completa. Convendrá conmigo nuestro autor en que está casi obligado a contar la segunda parte de todo esto, a desarrollar las muchas intuiciones, los fogonazos que contiene esta primera entrega de un asunto -Catalunya- que viene ocupando la preocupación de España, muchas veces perpleja y boquiabierta por lo que ocurre. Como la afirmación de que el hecho diferencial es retórica y por qué el periodismo se refugió en la literatura y luego se lavó las manos.

(Leo un trozo de la página 44…)

Créanme, no es un texto anti nacionalista per se, es un texto muchas veces enigmático, íntimo, explicativo de la sorpresa de los años iniciales, los veinte primeros años de todo esto. En los que, por ejemplo, el President de la Generalitat pasó a convertirse en President de Catalunya. Y los albañiles patrióticos empezaron a levantar el muro que quería separar a los catalanes buenos de los catalanes malos, que son los que llegaron con una mano delante y otra detrás, los otros catalanes que no se convertían a la religión verdadera cuyo sumo sacerdote se llamó Jordi Pujol.

Hay que llegar a la página 175 para que el autor haga afirmaciones como la siguiente: El nacionalismo es siempre un regreso. Ahistórico... Pero el nacionalismo, en su perfecta y temible ingenuidad, aspira a componer pasados sin mácula, brillantes; presentes modélicos y unánimes; futuros indiscutibles.

La primera obligación de un historiador cualquiera es vencer lo que parece ser la condición axiomática de su trabajo, esto es, que la historia se escribe desde delante hacia atrás, desde el presente al pasado. El historiador que no sabe vencer esta formalidad es un paquete... ¿A qué viene todo esto? 

Arcadi está siempre reflexionando, es una máquina de pensar y como quiera que se ha pertrechado de todos los géneros, a la puerta de todos llama para seguir el viaje que es este libro, no sólo el viaje que significó Sol y mosques, el viaje de su propia sensibilidad y testimonio sobre su tiempo, ese tiempo que se ha convertido en este tiempo de ahora mismo. El nacionalismo, en su perfecta y temible ingenuidad, aspira a imponer pasados sin máculas, brillantes, presentes…

Un personaje de primer orden atraviesa este libro de parte a parte, se llama Josep Pla. Como Camarón, tuvo una hija secreta. Arcadi Espada lleva mucho tiempo buscándola. Como el último e íntimo secreto de alguien realmente extraordinario, el mejor catalán de todos los tiempos, el andariego hombre del Ampurdán. Pla no es pretexto de cosa alguna para Arcadi, el autor del Quadern Gris no fue sólo su maestro de catalán, fue mucho más, representó una cosmovisión, Arcadi acude al alemán y la cultura alemana para definirlo: Weltanschauung.

No es la primera vez en Contra Catalunya que su autor reflexiona sobre literatura, ni sobre periodismo, ni sobre Pla. Curiosamente, lo que en la dialéctica transversal de este libro hace el autor, es en Pla donde se trasciende. Son ideas buenas, nobles, las que le llegan a Arcadi a través de Pla, que fue su gran maestro de catalán, por cierto, y la ocasión para haber descubierto la verdad esencial de dos lenguas que conviven de un modo inevitable, como si fuera un mestizaje sin vuelta atrás.

Otros temas candentes están presentes en Contra Catalunya. 
Doy lectura a un texto muy sorprendente, uno más... voy a la página 214...
Voy concluyendo, inevitablemente con ejemplos, retazos, iluminaciones...

Arcadi pone en palabras lo que muchos sin duda hemos venido pensando siempre y, cada vez más, a medida que nos hicimos mayores. Muchos, a la hora de escoger entre la izquierda y la verdad, escogen la izquierda, con las consecuencias de todos conocidas... nos dice Arcadi. Ni mil palabras más cuando a esto le añadimos lo que decíamos del historiador y de la recreación inmaculada de la historia nacional de Cataluña.

Todos queremos oír lo que tenga a bien decirnos Arcadi Espada. Yo a él quiero decirle algo final, y también a todos ustedes:

Arcadi, has escrito un gran libro, un libro muy raro, distinto y brillante. Un libro extraordinariamente bien escrito al que dieron justamente, el Premio de Literatura con toda razón. Pues bien, de todo el libro, yo me quedo con dos cosas de un modo muy emocionante: Lo que escribes de Espriú en la pág 257 y las páginas de la Feria de Abril en Barcelona. Fascinantes...

Muchas gracias por este trabajo extraordinario que has hecho, este trabajo que nos ayuda a comprender las ciudades, la actualidad, las ideas y los desastres de nuestro tiempo.

Gracias por venir a Cádiz a estar con nosotros, buen amigo______

Enrique Montiel_

martes, 27 de noviembre de 2018

El Pinsapar / PAPEL MOJADO













_____ Papel mojado

Si es cierto que Theresa May llamó por teléfono a Pedro Sánchez para pedirle que no le creara más dificultades que ya tenía bastantes en su gobierno y con su parlamento, francamente, Fabián Picardo es un bocazas. Para mí incomprensible que, cuando la parte que se obstinaba en oponerse a los acuerdos del Brexit, y vetarlos llegado el caso, o sea, la parte española, finalmente se aviene y conforma con los avales de la UE y del Reino Unido, el premier de la Colonia se descuelga con la coz de que lo acordado y que hizo levantar el “veto” a los acuerdos es “papel mojado”. No sé si en inglés “papel mojado” es la traslación exacta de lo que es en español, que es algo sin valor alguno, humo, nada. ¿Es esto lo que ha dicho Picardo? A nuestro ministro de Exteriores estas palabras le han sacado el desdén metafísico: con este tipo, con un tipo que dice lo que ha dicho Picardo, no se puede hacer nada, ni convenir nada.

De cualquier modo, Gibraltar es algo minúsculo para lo que ha costado sangre, sudor y lágrimas acordar. El divorcio pero menos del Reino Unido con la Unión Europea, que todavía puede volverse atrás, es un gigantesco disparate político que puede salirnos caro a todos. Lo de Gibraltar, bueno, es el lobby permanente, un reguero de dinero para tapar muchas bocas y unos cuantos parlamentarios británicos henchidos de un patrioterismo de otro tiempo con gin-tonic. Cambiaría radicalmente cuando un submarino nuclear “pegue un explotío” y se lleve por delante la mitad de la población de la roca y gran parte de la comarca gaditana del Campo de Gibraltar. O cuando España haga de verdad sus deberes, que no lo ha hecho bien nunca en los tres siglos de ocupación inglesa. ¿Cerrando la verja? Haciendo lo que proceda para que no se produzca el pavoroso número del contrabando de tabaco y demás suciedades y porquerías financieras. Y dando trabajo a esos “diez mil” campogribraltareños que “cada día” entran en la Colonia a ganarse un jornal. Cosa que no creo. Que sean diez mil, digo. Un Estado debe comportarse porque si no lo hace está obligado a oír en la posición de firmes que un alcalde de un pequeño pueblo, como es el premier Picardo, eche cojones amparado por la Royal Navy y la Royal Money de su Graciosa Majestad.
Pedro Sánchez ha tenido con esto dos minutos de gloria. Uno de patriotismo y otro de lo mismo. Cuando dijo que no firmaría y cuando dijo que ahora sí, ahora firmaba. ¿Qué tinta lleva la pluma? Sobre papel mojado va la rúbrica.

Diario de Cádiz
El Pinsapar
2018 11 27_

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Calle Real / 4 DE NOVIEMBRE


________ 4 de Noviembre

Hoy es domingo 4 de Noviembre de 2018 y lo que le está pasando a esta ciudad, y a Chiclana y a Cádiz, con el tranvía, a fecha de hoy, es lo más parecido a la indignidad que conozco. No se dan explicaciones, no se informa del calendario. Y no pasa nada. Bien es verdad que salvo para las cuestiones laborales de los astilleros no somos dados a manifestarnos, ni a concentrarnos en las puertas de las dependencias oficiales. Si no fuera por esta razón antigua hecha de paciencia y santojobismo raro sería el día en que los ciudadanos hartos de esta tomadura de pelo constante no nos concentraremos delante de cada acto solemne o público con carteles, megáfono llamando por su nombre todas estas mentiras a las ciudades del tranvía. De vez en cuando José Loaiza se dirige a los tendidos con mensajes ‘trenviarios’, como uno reciente que denunciaba la inequívoca voluntad cañaílla de que no nos costara “un euro más” este tranvía inexistente. ¿Los demás? Andalucía por sí, la nueva fórmula del andalucismo para lo mismo, que Romero siga cuatro años más viviendo del erario público, no dice ni pío. Entre otras razones porque -vamos recordando gracias a los informativos de Gonzalo Camacho- fueron los andalucistas los que trajeron el tranvía como el exponente máximo de la modernidad y los grandes expresos europeos. En especial el ex concejal de Urbanismo y antiguo hombre fuerte de Manuel de Bernardo, que impuso el trazado por la calle Real, que los socialistas lo querían por la Ronda del Estero. Eso los andalucistas de ahora, los socialistas de ayer y hoy están más callados que en Misa, son los responsables últimos -y primeros- de la nefasta gestión. Pero claro, les sale gratis, apenas este pellizquito de monja de un artículo como éste que les recuerda la poca vergüenza que hay que tener para con tres ciudades a las que se les dijo con este resultado, esta ausencia de informaciones, esta conducta inicua e inexplicable ¿Ciudadanos? En lo suyo. Y Podemos en lo suyo también, que puede que no sea “lo nuestro”, esta bandera enhiesta sobre el derecho a estar informados, a recibir las explicaciones sobre este desbarajuste de la obra pública. El tranvía -pensarán- que sea el fuego lento -en definitiva- en el que se quemen vivos los nuevos/viejos andalucistas y los socialistas, que eran los que se iban a poner las medallas de la ciudad del futuro, el progreso, lo guapo y anticontaminante, etcétera.

4 de noviembre de 2018 significa que estamos a menos de dos meses del fin de año. Sin nuevas pruebas del tranvía por la calle Real ni una información fiable y confiable de los planes de Susana Díaz para con San Fernando, con el tranvía de Chiclana a Cádiz por la calle Real.

¿En 2019 si Dios quiere?

Diario de Cádiz
Calle Real
2018 11 04_

domingo, 11 de noviembre de 2018

Calle Real / 30 AÑOS DESPUÉS



_____ 30 años después

Los jóvenes lectores, muchos vecinos de la actual Isla de León, puede que ignoren en los años 40 un grupo de inquietos cañaíllas quisieron constituir una Radio local, Radio San Fernando. Entonces el Club Deportivo San Fernando era un club pujante con una grandísima afición. Fue una época épica sobre el césped del viejo Madariaga, que en los años 50 pasó llamarse Marqués de Varela en honor del bizarreado General isleño José Enrique Varela Iglesias, que murió siendo Alto Comisario de España en Marruecos en 1951.

Es la primera noticia que tengo de Fernando Miranda Contreras, que abanderó aquel proyecto. No lograron la licencia al parecer porque esta emisora local interferiría las comunicaciones del Estado Mayor del Departamento Marítimo de Cádiz. Pero lejos de desanimarse, estos verdaderos amantes de la Isla reunieron las fuerzas necesarias para crear un periódico local, al que llamaron Mirador de San Fernando. Lo constituyeron el propio Fernando Miranda, Alberto Otero y Joaquín Ruiz. Fue un proyecto tan modesto como ambicioso. El fútbol local tendría su reflejo en esas páginas, al cuidado del propio Fernando Miranda, gran aficionado, pero también los otros pulsos de la ciudad tendrían su cabida y reflejo.

Nunca fue una amenaza al poderoso Diario de Cádiz, ni a su Corresponsal en San Fernando, don Quintín Dobarganes, de grata memoria por su calidad humana y su servicio a la información local. Pero fue lo que se llamaría “otra plataforma” de comunicación en donde “lo local” tendría su cabida en todo lo que fuera posible. El Mirador no contaba con rotativa ni una tirada superior a los tres mil ejemplares, pero era cada día más una voz “cañaílla” para la defensa de lo “cañaílla”.

Curioso que con motivo de los primeros 30 años del Grupo Publicaciones del Sur, que nació en San Fernando con un semanario llamado La Cuestión, un grupo de importantes periodistas españoles -desde Miguel Ángel Aguilar hasta Marta González Novo- hayan reivindicado “lo local” como futuro de un periodismo que se auto examina a la luz de las nuevas tecnologías de la comunicación y las redes sociales, en la que participan centenares, miles de millones de personas, con inmediatez y peligros, como las llamadas “fakes news”, las noticias falsas.

Diario de Cádiz mismo se anticipó a lo que hoy parece obvio más de 150 años después: la prensa local. Y su expansión se empezó a hacer en el ámbito local, con el Diario de Jerez y Europa Sur. Hoy se ha llegado a el segundo escalón de lo posible y necesario, la prensa regional. Y el Grupo Joly, editor del primitivo Diario de Cádiz, se ha detenido ahí, en la exacta proporción de lo local/regional.

Verdaderamente sorprende que haya sido en San Fernando, patria del primer Joly, fundador de Diario de Cádiz, y José Antonio Mallou, del Grupo Publicaciones del Sur, donde se haya empezado a construir el futuro del periodismo.

Diario de Cádiz
Calle Real
2018 11 11_